Leopoldo López volverá a operar en las sombras
Juan Guaidó afirmó que la actividad del fundador de su partido político no debe generar intranquilidad a quienes lo albergan en la residencia del embajador español en Caracas
Silencio y cautela. Por ahora, Leopoldo López no contestará a las declaraciones del ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, sobre que España “no va a permitir que su embajada se convierta en un centro de activismo político”.
El jueves, López emitió declaraciones a la prensa a las afueras de la residencia del embajador español en Caracas, una actividad que estuvo autorizada previamente por las autoridades españolas, según confirmó a TalCual el diputado Sergio Vergara, también integrante del partido Voluntad Popular, afirmando hablar en nombre del grupo político fundado por quien fue hasta el martes el preso político más emblemático de Nicolás Maduro.
Dentro de la sede diplomática había expectativa. Desde el entorno de Leopoldo López se informó a este medio que aún no estaban al tanto de cuáles restricciones podrían ser establecidas. Y fuentes diplomáticas ibéricas añadieron que se habían girado aún instrucciones específicas sobre prohibición de reuniones o de dar nuevas declaraciones. Tampoco esperan que haya alguna indicación particular al respecto.
Por ahora, el líder opositor se mantendrá de bajo perfil, como respeto al gobierno que lo acoge en calidad de “huésped”. El jueves dijo que durante su arresto domiciliario estuvo trabajando en la sombra para procurar el fin del mandato chavista.
“Ahora entra en un régimen normal de quien está hospedado en una embajada. Nosotros somos respetuosos de las reglas y nos atendremos a las que ellos fijen. De ahora en adelante, todo pronunciamiento debe ser con autorización del embajador”, agregó Vergara en referencia a Jesús Silva.
Misma posición asumió Stalin González, segundo vicepresidente del parlamento, al comprometerse en nombre de la Asamblea Nacional a cumplir las reglas del gobierno español, como también hay que hacer en todas las sedes diplomáticas donde han admitidos a opositores, civiles y militares –en la de Brasil hay una veintena de soldados renegados–. Vergara recordó que ya tienen experiencia, citando el caso de Freddy Guevara, diputado y coordinador de su partido, también resguardado pero en la residencia oficial del embajador de Chile en Caracas, que durante esta semana ha incrementado en vigilancia policial.
En todo caso, Leopoldo López sigue estando en comunicación permanente tanto con su entorno como con la dirigencia de la oposición venezolana, y particularmente con Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y quien el viernes dijo que «hay que ser cortés. Freddy Guevara tiene un trato similar. Tiene que ser lo más factible posible para tranquilidad de quienes reciben a Leopoldo, Freddy y otros en situaciones similares, como algunos militares».
Prefirió no confirmar versiones de prensa, o las dichas por el gobierno de Estados Unidos, de que un plan acordado con el ministro de la Defensa y otros altos funcionarios del régimen estaba listo para deponer a Maduro y fue frustrado. “Ha habido muchas reuniones, pero no podemos exponer lo que se hizo. Sería irresponsable de mi parte hacerlo y comprometer una transición a la democracia”. Ratificó que mantiene conversaciones con funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, incluyendo militares.
El jefe del parlamento venezolano destacó que “la persecución va a seguir porque estamos en dictadura, pero seguiremos avanzando”. Así reaccionó Guaidó a la orden de enjuiciar al primer vicepresidente del parlamento, Edgar Zambrano, por al menos ocho delitos incluyendo traición a la patria por respaldar el madrugonazo militar del 30 de abril. Recalcó que la Asamblea Nacional seguirá sesionando, sin esconderse.