• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

Leyendas, por Gisela Ortega



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Leyendas
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Gisela Ortega | noviembre 29, 2021

Mail: [email protected]


Para tener una idea de lo que llegó a ser el más grandioso lujo de las fiestas y la mesa en la Italia, del Siglo XV, basta leer la descripción del florentino Bernardetto Salutati, a cerca del banquete, que el 16 de febrero de 1476, dieron los hijos del rey Ferrante I, en Nápoles.

La escalera del palacio estaba cubierta con ricas colgaduras, tejidos y guirnaldas de tejo, y la gran sala adornada con tapices llenos de figuras; del techo, tapizado con los colores de la corona de Aragón, pendían dos grandes lámparas de cadena tallada y sobredorada, con gran profusión de velas de cera. Frente a la entrada principal, una tarima con alfombras, se alzaba la mesa, cubierta por un tapete bordado sobre el que se tendían los finísimos manteles de lienzo.

En una de las paredes estaba un gran aparador, en el que exhibían unas ochenta piezas de arte, de plata la mayoría de ellas y algunas de oro, aparte de la vajilla de plata destinada al servicio; había trescientos platos de diversas clases, escudillas, copas y bandejas. Los comensales se sentaron a la mesa entre el redoblar de los tambores y los sones de los pífanos.

El banquete se inició con entremeses; una pequeña fuente con un pastel dorado de piñones y un pequeño plato de mayólica con un dulce de leche para cada uno. Siguieron ocho bandejas de plata, con pechugas de capón guarnecidas con gelatina y adornadas con blasones y divisas; la fuente destinada al huésped más distinguido, que era el Duque de Calabria, tenía un surtidor en el centro, del que brotaba un fino chorro de agua de azahar.

*Lea también: Guillermo Morón, por Juan Páez Ávila

La primera parte de la comida era de doce platos de distintas clases de carne, caza y ternera, jamón, faisán, perdiz, capón y pollo presentados en diversas formas: al final de esta primera parte colocaron delante del Duque una gran vasija, que, al levantar la tapa salieron volando numerosos pájaros. Sobre dos enormes fuentes se presentaron en las mesas dos pavos reales, que parecían estar vivos, haciendo la rueda y sosteniendo en el pico sustancias perfumadas en combustión; llevaban sobre el pecho, atadas con cintas de seda, las armas del Duque.

Los postres servidos al cabo de una hora, fueron diferentes clases de dulces, tortas, mazapanes, presentados en recipientes de plata revestidos de cera y azúcar y adornados también con blasones y divisas. Los vinos servidos eran casi todos del país, italianos y sicilianos, y al lado de cada comensal figuraba una lista con más de quince clases… Al final de la comida, los sirvientes presentaron a cada invitado un servicio de plata con agua perfumada para lavarse las manos

Durante el banquete y al terminar este, se entretuvo a los comensales con música y una mascarada. Los invitados abandonaron la sala hacia la hora quinta de la noche, después de haber pasado cuatro horas comiendo y bebiendo.

-En el siglo XVIII se destacan, por su lujo asiático, sus alardes de abundancia, pero sin el menor asomo del buen gusto, y su desenfrenada dilapidación, los banquetes orgiásticos de la nobleza polaca bajo el reinado de Estanislao Augusto, en Varsovia. Uno de los esplendorosos fue el que dio en 1789 el príncipe Carlos Radeziwill. Fueron invitadas cuatro mil personas.

En el salón presidido por el Rey toda la vajilla era de oro; en las tres salas anexas, reunidas para formar una sola, brillaba sobre una mesa interminable la más maravillosa vajilla de plata de filigrana augsburguesa y los aparadores no menos largos que cubrían las paredes, aparecían también abarrotados de plata; los tapices y el atavió de la servidumbre era también de un lujo extraordinario. La comida fue de una abundancia pantagruélica. El refrigerio comenzó con ostras, traídas de Hamburgo en carros especiales; en un instante se vaciaron cientos de fuentes. Se calcula que esta fiesta costó a sus organizadores un millón de marcos.

Gisela Ortega es periodista.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Post Views: 1.662
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Gisela OrtegaOpinión


  • Noticias relacionadas

    • Autoayuda para viejos, por Fernando Rodríguez
      junio 30, 2025
    • Por qué la gente no se está divorciando, por Tulio Ramírez
      junio 30, 2025
    • Sequía, cambio climático y diplomacia científica: una respuesta colectiva desde AL
      junio 30, 2025
    • Código de Ética y código revolucionario, por Gregorio Salazar
      junio 29, 2025
    • La falsa «verdad», por Ángel Lombardi Lombardi
      junio 29, 2025

  • Noticias recientes

    • FBI anuncia incautación de 524 kilos de cocaína procedentes de Venezuela en Puerto Rico
    • La xenofobia contra venezolanos crece y los gobiernos de la región no dan respuestas
    • Papa: «Matar de hambre a la población es una forma muy barata de hacer la guerra»
    • Fiscalía informa de detención de presunta cómplice en muerte de tiktokero en Aragua
    • Autoayuda para viejos, por Fernando Rodríguez

También te puede interesar

¿Qué hacemos con Abel?, por Omar Pineda
junio 29, 2025
Una misión secreta en Puerto Cabello, por Simón García
junio 29, 2025
 ¡Adiós, muchachos!, por Gustavo J. Villasmil Prieto
junio 28, 2025
Alborotando el avispero de la patria, por Alexander Cambero
junio 28, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • FBI anuncia incautación de 524 kilos de cocaína procedentes...
      junio 30, 2025
    • Papa: «Matar de hambre a la población es una forma...
      junio 30, 2025
    • Fiscalía informa de detención de presunta cómplice...
      junio 30, 2025

  • A Fondo

    • La xenofobia contra venezolanos crece y los gobiernos...
      junio 30, 2025
    • Educación interrumpida en el Catatumbo: sin niños...
      junio 27, 2025
    • No es suficiente hacer elecciones para detonar una transición,...
      junio 24, 2025

  • Opinión

    • Autoayuda para viejos, por Fernando Rodríguez
      junio 30, 2025
    • Por qué la gente no se está divorciando, por Tulio...
      junio 30, 2025
    • Código de Ética y código revolucionario, por Gregorio...
      junio 29, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda