• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

Lo ejemplar en otra parte, por Rafael Uzcátegui



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Lo ejemplar en otra parte
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Rafael Uzcátegui | @fanzinero | junio 7, 2023

Twitter: @fanzinero


En un país sin referentes, por la obra paciente y tozuda del autoritarismo, Linda Loaiza es un símbolo viviente. En una cruzada solitaria contra todo, logró que en el año 2016 la Corte Interamericana de Derechos Humanos responsabilizara al Estado por el primer caso de violencia de género venezolano presentado ante la misma instancia que hizo justicia por casos tan trascendentales como el de Oscar Arnulfo Romero. El horror que Loaiza padeció en el año 2001 ocurrió cuando las agresiones contra la mujer, para los gestores y gestoras del sistema de justicia, eran responsabilidad de las propias víctimas.

A pesar de ser el caso más emblemático de violencia de género, un inventario del horror descrito en el libro «Doble crimen. Tortura, esclavitud sexual e impunidad», cuya autoría comparte con Luisa Kislinger, hasta hoy continúa impune. No sólo porque el victimario no ha respondido debidamente ante la justicia, sino porque las condiciones que hicieron posible la ignominia, a pesar de cierta verborrea estatal, continúan intactas.

El caso Linda Loaiza ha vuelto a ser noticia estos días, cuando renunció al cargo que la vinculaba a la Universidad Metropolitana, en calidad de consultora externa para su Centro de Derechos Humanos. La decisión fue a consecuencia del Doctorado Honoris Causa entregado al historiador Germán Carrera Damas, a quien la Unimet calificó como «ciudadano ejemplar».

La agredida ha señalado que el académico formó parte de una red de cómplices que impidieron el cabal funcionamiento de la justicia. El peso del apellido avaló presiones directas e indirectas a jueces y fiscales para negar o matizar la responsabilidad del imputado, Luis Carrera Almoina, sobrino de Germán.

Quien tenga estómago de hierro podrá constatar en «Doble Crimen» como los familiares directos de Carrera Almoina, por sus trayectorias profesionales, contaban con el amplio prestigio de la sociedad caraqueña. Se detalla como el padre, rector para la fecha de otra prominente universidad y hermano de Germán, encubrió pruebas y movió influencias para que se desestimara la denuncia, razón suficiente para que una justicia justa lo hubiera señalado como cómplice de los hechos.

El libro, en cambio, no hace señalamientos sobre el autor del «Culto a Bolívar«. Loaiza ha dicho, públicamente por lo menos desde el año 2019, que Carrera Damas fue cómplice «por silencio y omisión». Su potente lugar de enunciación sobre el tema, construido a pulso por ella misma, no puede despacharse a la ligera. Ni tampoco recibir como respuesta el silencio. Quien ha redactado 36 libros sobre el pasado nunca ha escrito una línea o dicho una palabra sobre aquel crimen. O, más genéricamente, sobre el derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia.

*Lea también: Acceso a la Justicia: no hay capacidad para hacer justicia en favor de las mujeres

Un investigador de esa experticia basa su trabajo en las llamadas «fuentes primarias», los registros documentales verificables que pueden ser adjudicados a los protagonistas y testigos directos de los hechos. Por tanto, es inexplicable para quien ha cultivado el escrutinio pormenorizado de una historia escrita sobre piedra, el no dejar registro sobre una situación que, por vía consanguínea o por sugerencia de la propia víctima, lo ligaba a uno de los casos de ferocidad y perversión que descompusieron a los integrantes de un tribunal, la Corte IDH, preparado para lidiar con las zonas oscuras de los seres humanos. En este caso, el mutismo ha sido también una forma soterrada de violencia.

No estoy hablando de «cultura de cancelación». Los trabajos historiográficos de German Carrera Damas deben seguirse publicando, consultando y discutiendo por todos los interesados e interesadas sobre el país del cuál venimos.

Verse obligado por las circunstancias a escoger entre la familia y la justicia, y decantarse por la primera, puede ser muy humano pero no es un paradigma positivo de nada. Los «ciudadanos ejemplares» que deseo para la Venezuela que vendrá, están en otra parte.

Rafael Uzcátegui es Sociólogo. Coordinador general de Provea.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Post Views: 2.609
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

OpiniónRafael Uzcátegui


  • Noticias relacionadas

    • «Desarraigos» de María Elena Corrales: Una poética de la pertenencia fracturada
      julio 13, 2025
    • Universidades bajo asedio, por Stalin González
      julio 13, 2025
    • Veinte rostros que condenan, por Gregorio Salazar
      julio 13, 2025
    • El prisionero de la libertad, por Simón García
      julio 13, 2025
    • Un exorcismo para Gustavo Petro, por Alexander Cambero
      julio 12, 2025

  • Noticias recientes

    • "Desarraigos" de María Elena Corrales: Una poética de la pertenencia fracturada
    • Universidades bajo asedio, por Stalin González
    • Veinte rostros que condenan, por Gregorio Salazar
    • El prisionero de la libertad, por Simón García
    • Activistas en París exigen liberación de migrantes venezolanos presos en El Salvador

También te puede interesar

«Lo que natura non da, Salamanca non presta», por Gustavo J. Villasmil Prieto
julio 12, 2025
Democratismo, por Ángel Lombardi Lombardi    
julio 12, 2025
Más de treinta, por Roberto Patiño
julio 12, 2025
Padres fundadores de la independencia en Venezuela, por A. R. Lombardi Boscán
julio 11, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Activistas en París exigen liberación de migrantes...
      julio 12, 2025
    • Maduro se solidariza con Miguel Díaz Canel, tras sanciones...
      julio 12, 2025
    • Unos 15 sectores están afectados por las lluvias en San Cristóbal
      julio 12, 2025

  • A Fondo

    • Inicia campaña para elecciones municipales: sin difusión...
      julio 11, 2025
    • Presos poselectorales se deterioran en los comandos...
      julio 8, 2025
    • ¿Por qué han causado tanto daño las lluvias en los Andes?...
      julio 7, 2025

  • Opinión

    • "Desarraigos" de María Elena Corrales: Una poética...
      julio 13, 2025
    • Universidades bajo asedio, por Stalin González
      julio 13, 2025
    • Veinte rostros que condenan, por Gregorio Salazar
      julio 13, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda