Lo que dijo Baduel, por Teodoro Petkoff
Con la cortesía que recomienda el Código del Bushido para los samuráis, el general Raúl Isaías Baduel, sin embargo, se fue de su cargo y del Ejército pisando firme, a paso de carga. No es posible imaginar que sus reflexiones le vinieron a la mente la noche anterior a la entrega del mando. Sus palabras traducen una maceración del pensamiento que no es ajena al debate y a la confrontación de ideas. ¿Debate dónde? Pues en la FAN, con sus colegas o, al menos, con algunos de ellos. En otros términos: el rumbo que lleva el país es motivo de preocupación en círculos castrenses y se discute sobre ello. El general Baduel, pues, habló en nombre propio pero también recogiendo opiniones de otros. No pretendemos sugerir que Baduel sea el centro de una conspiración; suficientes demostraciones y pruebas de su sentido de la lealtad y de la disciplina ha dado como para imaginarlo en afanes golpistas.
Más aún, si ese hubiera sido su talante no era precisamente el momento del retiro y de la pérdida de todo mando real la oportunidad para manifestarlo.
Lo importante del discurso del general es que asume una postura política, justo cuando se siente liberado de las constricciones disciplinarias, abiertamente polémica con la visión sobre el SSXXI que se desprende de la práctica del Presidente y no de su discurso.
Baduel mira las manos de Chávez, no su boca.Y lo que ve en esas manos le produce inquietud. La misma que produce a muchísimos venezolanos.
Después de dejar sentado que el deber que le impone el cargo es el de “mostrar su pensamiento” —cosa que, obviamente, como ha sido dicho, no fue esa la primera vez que lo hizo—, Baduel agarra el toro por los cachos de inmediato: “El término socialismo lamentablemente no tiene un significado uniforme y homogéneo… y de allí quizás la incertidumbre e inquietud que genera en algunos sectores de la vida nacional cuando siquiera se le menciona”. En otras palabras, mucha gente se pregunta si en manos de Chávez el socialismo será algo como lo que hubo en la URSS o existe en Cuba o en China. Reclamando la necesidad de “formalizar un modelo teórico”, señala que “hasta los momentos, ni existe ni ha sido formulado” y mientras esto sea así “persistirá la incertidumbre en algunos de nuestros grupos sociales”. Baduel señala, pues, nada menos que se nos está proponiendo marchar hacia un cambio de sociedad pero sin brújula ni mapa caminero. Lenin ya lo dijo, a su modo lapidario: “Sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario”.
De seguidas, aunque utilizando como referencia a la URSS, Baduel alerta sobre las inocultables tendencias negativas que hoy se observan. Rechaza Baduel la idea de que “la democracia con división de poderes es solamente un instrumento de dominación burguesa”. Lo dice precisamente cuando se acentúan los rasgos autocráticos del régimen, cuando los poderes se han concentrado en el puño de Chávez y cuando la reforma constitucional apunta a blindar un régimen centralista, sin real división de poderes, sin controles entre estos y girando en torno a un poder presidencial omnímodo. Advierte Baduel que “cambios bruscos en el sistema económico” pueden ser muy dañinos y generan descontento en la población. Lo dice cuando se acentúa el capitalismo de Estado, sobre el cual también previene.
“Nuestro modelo socialista debe y tiene que evitar la repetición de estos errores”, concluye el general. ¿Mensaje sin destino?