Elecciones en Argentina | Ordenan difundir resultados provisionales tras 10% escrutado
Los argentinos acudirán a las urnas el domingo para elegir presidente y vicepresidente, así como para renovar parcialmente el Congreso
La Justicia Nacional Electoral de Argentina ordenó al gobierno que se empiecen a difundir los primeros datos del escrutinio provisional de las elecciones presidenciales únicamente después de haber contabilizado al menos el 10% de los votos en las mesas de votación de los cuatro principales distritos del país.
Esta medida repite la actuación del colegiado electoral durante las elecciones primarias (PASO) celebradas el pasado 27 de octubre. Al igual que en aquella ocasión, la resolución fue adoptada por la jueza María Servini, com competencia en el fuero electoral.
Servini ordenó al Ministerio del Interior, ente encargado del escrutinio provisional, difundir los resultados solo después de haber contabilizado los sufragios de al menos el 10% de las mesas de votación en las provincias de Buenos Aires, Santa Fé, Córdoba y Ciudad de Buenos Aires.
Durante las PASO, el inicio de la difusión de los datos del escrutinio provisional, programado para las 21:00 hora local, se demoró por una falla del sistema. Sin embargo, el gobierno garantiza que ya se corrigió.
Ante la preocupación de los partidos que participan en la jornada, las autoridades electorales garantizan la debida fiscalización del proceso.
“Tenemos hoy más de 180.000 fiscales trabajando en todo el país, con un altísimo nivel de participación de voluntarios y militantes trabajando en la fiscalización”, destacó hoy el jefe de Gabinete argentino, Marcos Peña.
Agregó que existe la posibilidad de que sea necesario esperar el escrutinio definitivo, que inicia el martes, para conocer el resultado de la elección, en caso de que la disputa sea reñida.
Casi 34 millones de argentinos deberán asistir a las urnas para elegir una de las seis fórmulas presidenciales, de las cuales destacan los binomios de Alberto Fernández y Cristina Fernández, representantes del peronismo; y Mauricio Macri, presidente que intenta conseguir su reelección, junto al izquierdista Miguel Ángel Pichetto.
Las 100.185 mesas de votación están activadas en 14.546 escuelas distribuidas en todo el país. El cierre de la jornada se prevé para las 18:00 hora local.
Con respecto a los resultados, para asegurar una victoria, el binomio ganador deberá obtener el 45% de los votos o un 40% con al menos 10 puntos porcentuales de diferencia sobre la segunda opción más votada. En caso contrario, se celebrará una segunda vuelta.
Antesala cautelosa
Cuando los argentinos tienen miedo, se vuelcan al dólar. Una frase hecha, que se actualiza ante cualquier turbulencia que haga temer otra crisis, reseña El País de España.
Argentina elige este domingo nuevo presidente, en una elección que, si todo va como se espera, abrirá las puertas de la Casa Rosada al candidato peronista del kirchnerismo, Alberto Fernández.
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La memoria de controles cambiarios y más injerencia estatal en la economía ha espantado a los grandes inversores y también a los pequeños ahorristas, que se desprenden de sus pesos para refugiarse en el dólar.Aquellos que aún confían en las posibilidades de Mauricio Macri tampoco tienen mucho para festejar.
Si la moneda nacional se mantiene a raya ha sido gracias a las ventas diarias del Banco Central en el mercado de divisas y a una política que limita las compras. La depreciación del peso frente al dólar ha sido meteórica desde la derrota del oficialismo en las primarias del 11 de agosto. Aquella elección, una especie de sondeo sin margen de error, encontró al presidente 16 puntos por debajo de Fernández. El lunes que siguió al domingo electoral, el dólar saltó de 46 pesos a 55 pesos. El Gobierno limitó entonces las compras de particulares hasta los 10.000 dólares mensuales, pero no pudo detener la sangría diaria de reservas internacionales. Desde las elecciones, el Banco Central perdió 22.800 millones de dólares, que fueron a parar a manos de los ahorristas.
La semana previa a las elecciones fue aún más catastrófica. La cotización del dólar en los bancos públicos saltó de 60,5 pesos a 65 pesos por unidad entre el lunes y el viernes. En las casas de cambio del microcentro, adonde acuden aquellos que necesitan saltarse los controles oficiales, las pizarras marcaron hasta 75 pesos por dólar.
El Banco Central recibió el golpe y perdió 3.942 millones de dólares de reservas en cinco días. Sólo el viernes, la entidad monetaria se desprendió de 1.755 millones para satisfacer la demanda de dólares y abastecer de divisas a los bancos, que esperan el lunes una ola de clientes dispuestos a retirar sus depósitos en divisa.
“El que puede acceder al dólar oficial intenta hacerlo cuanto antes, para anticiparse a nuevas restricciones cambiarias. Esto se combina con mucha gente que saca sus dólares del sistema bancario ante el temor a algún manotazo del Estado”, dice el encargado de un fondo que administra ahorros de inversores extranjeros.
El mercado da por hecho que el lunes será más difícil disponer de dólares y se adelanta. Si gana Fernández, temen que se reduzca el límite de compras, que hoy está en 10.000 dólares, a entre 1.000 y 2.000 dólares mensuales por persona física.
Si Macri logra forzar la segunda vuelta, suponen que las restricciones se mantendrán como están al menos hasta el día de la nueva elección, el 24 de noviembre. Prefieren, al menos por ahora, pagar el precio de una sangría lenta pero persistente de las reservas internacionales netas, hoy en 43.500 millones de dólares. “Pero cuando más tarde el Gobierno en cerrar el mercado cambiario, peor será el torniquete que aplicará”, advierte el operador.
Período de reflexión
Los argentinos comenzaron el viernes el período de reflexión para las elecciones del domingo para definir quién ocupará la Casa Rosada desde el 10 de diciembre y por un mandato de cuatro años, destaca AFP.
La veda electoral rige desde las 8.00 am (hora local) del viernes y comprende la prohibición de realizar actos proselitistas y difundir avisos de campaña por los medios masivos de comunicación.
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Los argentinos votan
A ello se suma, ya desde el sábado pasado, la prohibición de publicar y difundir encuestas de intención de votos por los medios.
La ley electoral no contempla las redes sociales, sin embargo desde la Cámara Electoral han indicado que aunque son válidos los mensajes privados por servicios de mensajería instantánea o a través de perfiles cerrados en los que se exprese por quién se votará, está prohibida la publicidad formal en esos canales orientada a la captación del voto, como en los demás medios de comunicación.
Por otra parte, la ley electoral argentina veda durante el acto electoral la venta de bebidas alcohólicas y la realización de espectáculos públicos al aire libre o en recintos cerrados y los eventos teatrales y deportivos.
Restricciones
Todas las restricciones rigen hasta tres horas después de cerrados los centros de votación a las 18.00 hora local (21.00 GMT) del domingo.
Un total de 33,8 millones de electores están habilitados para acudir a las urnas en estas elecciones, en las que participarán las seis fórmulas presidenciales que quedaron habilitadas para competir gracias a los resultados obtenidos en las primarias del pasado 11 de agosto.
A nivel nacional, los ciudadanos votarán, además de para elegir presidente y vicepresidente, para renovar parcialmente la composición del Congreso, donde se ponen en juego 130 escaños en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado.
De forma simultánea con las nacionales , se celebrarán elecciones para gobernador en las provincias de Buenos Aires, Catamarca y La Rioja y para alcalde en la capital del país.
El voto es de carácter obligatorio en Argentina, donde en las últimas elecciones presidenciales, en 2015, el nivel de participación fue del 81 % y en la primarias de agosto pasado, del 75 %.