Los Brics buscan hacer frente a la OTAN, pero la tienen difícil más allá de lo económico
El grupo de países conformado por Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica (Brics), apunta a una alianza de seguridad y a cambios en el orden internacional. Venezuela es un aliado de Rusia y de China y tiene relaciones económicas con India, pero el grupo tiene pocas posibilidades de enfrentar a Occidente si busca pasar de una cooperación económica a una militar
En la cumbre celebrada el pasado 23 y 24 de junio, el grupo de países con economías emergentes conocido como Brics (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), abordó temas como la cooperación en materia de seguridad y comercio como alternativa frente al bloque occidental liderado por EEUU y que militarmente tiene su expresión en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El presidente de Suráfrica, Cyril Ramaphosa, abogó en el encuentro realizado de manera virtual con China como anfitrión, por cambios en el orden internacional, del cual dijo, sus fallos han quedado expuestos por la pandemia de la covid-19 y el conflicto en Ucrania.
«Todos compartimos el deseo de una mayor representación y perspectivas progresivas en las instituciones de gobierno global. Todos compartimos una historia común de lucha contra el imperialismo, colonialismo, la explotación y subdesarrollo continuo», expresó Ramaphosa durante su intervención.
A su vez, el presidente chino, Xi Jinping, manifestó la disposición de su país para trabajar con sus socios de los Brics para hacer que la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG) se traduzca en acciones concretas y resultados tangibles, así como persistir en el concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, aunque precisó que se busca abrir un camino de seguridad de nuevo tipo, caracterizado por el diálogo en lugar de la confrontación.
«Algunos países intentan obtener la seguridad absoluta mediante la ampliación de las alianzas militares, fraguan la confrontación entre bloques coaccionando a otros países a tomar partido, y procuran la supremacía unilateral a expensas de los derechos e intereses de otros. Si se da rienda suelta a esta tendencia peligrosa, el mundo se volverá aún más turbulento e inseguro. Los países Brics necesitamos apoyarnos mutuamente en los asuntos tocantes a nuestros respectivos intereses medulares, practicar el verdadero multilateralismo, defender la justicia, la equidad y la solidaridad y rechazar la hegemonía, la matonería y la división», resaltó no obstante, el mandatario anfitrión, Xi Jinping.
Añadió que la parte china está dispuesta a trabajar junto con los socios Brics para hacer que la ISG se traduzca en acciones concretas y resultados tangibles, persistir en el concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, y abrir un camino de seguridad del nuevo tipo, caracterizado por el diálogo en lugar de la confrontación, la asociación en lugar de la alianza y las ganancias compartidas en lugar del juego de suma cero, inyectando de esta manera estabilidad y energía positiva al mundo.
El encuentro se realizó poco días antes de la cumbre de la OTAN, que se realizó en Madrid, España, entre el 27 y el 30 del mismo mes y en el que el bloque militar conformado en 1949 y que agrupa a 30 países de Europa y Norteamérica, abrió paso a la incorporación de Suecia y Finlandia (países vecinos de Rusia) al bloque, declaró a Rusia «amenaza directa» y a China «desafío sistémico».
Desde el comienzo del gobierno de Hugo Chávez en 1999, Venezuela se acercó a China y a Rusia, estableciendo mecanismos de cooperación, enarbolando la bandera del antiimperialismo. Con la gestión de Nicolás Maduro, el país ha pasado a la órbita de los Brics que, en 2019, defendieron su gobierno y abogaron por una salida pacífica ante la crisis política que se presentaba.
En marzo del presente año, el mandatario venezolano aseguró que estos países avanzan en la cooperación financiera y política.
«Los Brics, los cinco países emergentes que comenzaron a construir una arquitectura de cooperación financiera-política, apuntan a ser los protagonistas principales del mundo que están naciendo», expresó el mandatario.
Indicó Nicolás Maduro en esa oportunidad que los Brics han llevado adelante importantes iniciativas «para la configuración de un nuevo sistema financiero-monetario que abra las puertas a todos los países del mundo, que no utilice la banca internacional como instrumento político para atacar, agredir».
China trabaja en una plataforma que involucra a las economías emergentes e impulsa el Nuevo Banco de Desarrollo Brics (NDB), a la vez que busca la inclusión en el bloque de países, como Argentina, Arabia Saudita, Irán, Egipto, Nigeria y Senegal, entre otros.
Los BRICS informan posible incorporación de Egipto, Turquía y Arabia Saudí#ProtégeteDeLaCovidhttps://t.co/B5668SlEy0 pic.twitter.com/KJWBsIWK0O
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) July 14, 2022
Purnima Anand, presidenta del Foro Internacional del Brics, en declaraciones al periódico ruso Izvestya, señaló que Egipto, Turquía y Arabia Saudita «han manifestado su interés en afiliarse y están preparando la solicitud de afiliación» al bloque, informó el portal ruso RT.
La adhesión de Argentina se da por hecho y ya este país está en conversaciones con el NDB para acceder a recursos que le permitan enfrentar su difícil situación económica.
En su conjunto, los Brics agrupan la cuarta parte del producto interno bruto del mundo, pero sus capacidades militares distan mucho de las del bloque occidental expresado en la OTAN.
¿Cuáles son las perspectivas de este bloque? ¿Tienen posibilidad de plantar cara a la hegemonía de EEUU y la UE en materia económica y de defensa? ¿Cómo queda Venezuela dentro de este nuevo concierto internacional que se avizora cuando estratégicamente se alía con los Brics, pero requiere de relaciones financieras con EEUU para poder salir de la crisis económica en la cual está sumida desde hace varios años? y ¿Puede esta política de bloques ser el preámbulo de una nueva conflagración mundial como lo fueron antes de la I y la II Guerras Mundiales?
Para dilucidar estas cuestiones, TalCual conversó con los analistas internacionales Félix Arellano y Carlos Romero, quienes coinciden en señalar que la heterogeneidad de posiciones políticas e ideológicas entre los países del bloque resulta un peso difícil de sobrellevar y que puede mermar las posibilidades del grupo más allá de la cooperación financiera.
Cambio de época
El politólogo e internacionalista Carlos Romero aseguró que, aunque el ambiente internacional está caldeado, se cuenta con algunos bocetos de lo que pudiera ser un cambio de época que repercutirá en las alianzas estratégicas y militares desarrolladas después de la II Guerra Mundial.
«Uno de los elementos más importantes es la guerra en Ucrania y, particularmente, la reacción que ha tenido la OTAN frente a la invasión de este país por parte de Rusia, frente a la actitud de la OTAN, cada vez más defensiva y armamentista, apoyando a Ucrania, se ha motivado que otros países del sur global y otros independientes en su política exterior, como China e India estén pensando en si es posible, necesario y útil tener otro tipo de alianzas y han pensado que los Brics —que es una alianza de carácter comercial y económica— pudieran tener alguna circunstancia relacionada con aspectos estratégicos y militares».
Explicó Romero que no ha habido ninguna confirmación de carácter oficial, pero existen análisis que dicen que es posible buscar un contrabalanceo del poderío de la OTAN, habida cuenta de que la nueva concepción estratégica del bloque indica claramente que puede actuar en cualquier latitud, inclusive en América Latina.
«Los Brics entran en un período de repensar los elementos de carácter geopolítico, que habían sido olvidados en favor de los de naturaleza económica y comercial; pero uno se pregunta hasta qué punto países como India o Brasil, que no se quieren involucrar en asuntos mayores de guerra, puedan convivir con China y Rusia, a los que EEUU considera un peligro de carácter militar», expresó Romero.
En su opinión, es posible que los Brics den el paso hacia una alianza de carácter defensivo, dada la circunstancia global actual en la cual el armamentismo y la escalada militar están dominando la agenda mundial. Advirtió que, de hacerlo, eso produciría muchas tensiones y agudizaría la competencia en materia de equilibrio internacional.
Sin fuerza para apoyar discurso anti-EEUU
El internacionalista Félix Arellano explicó que el fortalecimiento de la OTAN resultó inevitable luego de la invasión a Ucrania por parte de Rusia, en un momento cuando la alianza estaba en un alto grado de deterioro e incluso el expresidente Donald Trump «quería eliminar».
Detalla Arellano que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, terminó fortaleciendo varias instituciones que rechaza, como el diálogo trasatlántico, la presencia de EEUU en Europa y la OTAN.
Considera el especialista que este fortalecimiento de la OTAN preocupa a los actores fundamentales del autoritarismo: a Rusia, «que la tiene más cerca después que la quería alejar, por la inclusión de Finlandia y Suecia» y a China, «que también tiene algunos aires belicistas, con el tema de Taiwán y el mar del Sur de China».
Añade que, a pesar de estas inclinaciones, los Brics no tienen la fuerza necesaria para apoyar el discurso anti-EEUU con tonos distintos y porque se trata de un grupo bastante heterogéneo.
«India tiene disputas con China, han tenido escaramuzas militares. También tiene alianzas con Japón, Australia y EEUU frente a China, así que decir que hay una India preparada para una cruzada antioccidental, no lo veo, como tampoco veo a Brasil en un frente de esa naturaleza, incluso si gana (el candidato a la presidencia Luis Inácio) «Lula» Da Silva, ya que este no es el mismo de antes, no tiene la fortaleza de su primera época en la presidencia», acotó Arellano.
Insiste en que a todos los Brics los ve débiles y con problemas internos. “Los problemas sociales de la India son una bomba de tiempo, también Suráfrica. El único actor de poder es China y una Rusia que militarmente es poderosa porque tiene un armamento nuclear digno de respetar”.
A juicio del internacionalista, Vladimir Putin utiliza precisamente el tema nuclear para chantajear a Occidente; sin embargo, no cree que los Brics adelanten un movimiento anti sistema de carácter militar como para crear una OTAN alternativa.
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Reacomodos
Para Carlos Romero, los agrupamientos en bloques actuales no dan para que se pueda hablar de vientos de guerra, aunque sí de reacomodos que, en un escenario movedizo como actualmente es el internacional, podrían conducir al mundo a una nueva conflagración.
«Históricamente nos podemos remontar a la I Guerra Mundial, cuando ya en la crisis de Marruecos se perfilaba una situación que explotó en la I Guerra Mundial y también a los avances de Hitler en Europa antes de la II, a lo que se puede añadir la guerra civil española, pero el preámbulo actual no tiene el grado militar que tenían estos antecedentes», sostuvo Carlos Romero.
Advierte Romero que los analistas siempre están considerando varios escenarios y uno de ellos es el catastrófico, que en esta ocasión sería el de una tercera guerra mundial, pero aseveró que la reflexión que se debe hacer no es si la humanidad avanza a una nueva confrontación global, sino cómo se frena esa posibilidad.
Por su parte, Félix Arellano ve a los Brics acompañando un discurso anti-Occidente, contra el Fondo Monetario Internacional y contra los acuerdos de Bretton Woods, pero no avanzando hacia una institución de carácter militar.
En este sentido, citó las recientes declaraciones del ministro chino de Defensa Wei Fenghe, quien aseguró que su país ve a Rusia como un socio, no como un aliado; es decir, que la relación va más hacia lo comercial que a lo geoestratégico.
Por todo ello cree que los únicos vientos de guerra que soplan son los provocados por Vladimir Putin.
Venezuela juega a dos bandas
Carlos Romero está convencido de que Venezuela «no pinta nada» en un posible cuadro bélico que se pudiera dar y que lo único que hace el país con su apoyo a Rusia es utilizar esa carta en la negociación con EEUU.
Descarta que el acercamiento con Rusia y China haya estado motivado por las sanciones impuestas por EEUU y la UE sobre Venezuela. Refirió que desde el comienzo del gobierno de Hugo Chávez se propició el acercamiento con estos países.
«Lo nuevo es que a Venezuela se le enredó el papagayo, porque hasta ahora había disfrutado de cierto espacio sin un ‘castigo’ por tener ese tipo de relaciones, pero con la acción de Rusia sobre Ucrania se ha venido resquebrajando ese espacio y se ha visto a la defensiva», señaló.
La gran pregunta que existe es hasta qué limite Occidente va a tolerar que en esta región haya un país que esté defendiendo abiertamente los intereses de Rusia, reflexiona Romero.
No cree que los Brics lleguen a ser el contrapeso del predominio económico de Occidente porque el grupo tiene un pecado original, al formar parte de él China y Rusia, lo que produce dificultades enormes para el entendimiento con la UE y EEUU.
Destacó Carlos Romero que siempre que la cooperación entre los Brics y otros países se mantenga en parámetros que no sean de carácter militar, esos intercambios deben ser bien recibidos. En este sentido acotó que en el ámbito de Mercosur hay importantes acercamientos con China y con la propia UE y que toda esta cooperación internacional es lo que puede alejar la posibilidad de la guerra.
Pieza importante
Félix Arellano aseguró que Venezuela es una pieza importante para Rusia en el juego internacional y en el discurso anti-Occidente, con el cual busca hacer ver que tiene un liderazgo mundial, uno que no se limita a su espacio natural marcado por sus fronteras o que solo llega hasta Siria, sino que se prolonga hasta América Latina.
«Parece que lo que Putin desea para el mundo es un orden internacional cercano al viejo concepto europeo, la vieja balanza de poder antes de la I Guerra Mundial, un acuerdo tipo Yalta donde las grandes potencias se repartan al mundo. Pero, en ese reparto, Venezuela no le pertenecerá a Rusia», afirmó.
Añadió que la prioridad para Rusia es su zona geográfica, que ahora encuentra debilitada (por el ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN) y porque a raíz de la acción contra Ucrania, el liderazgo de Vladimir Putin se ha visto disminuido, algo que quedó demostrado con las más recientes votaciones en las Naciones Unidas, donde muchos países que antes votaban a favor de Rusia, en la última oportunidad se abstuvieron.
«Venezuela es una ficha, puede ser que Miraflores lo tenga claro y promueve negociaciones con la Casa Blanca. Ha recibido dos veces a una delegación (de EEUU), así que juegan a dos bandas. (Nicolás Maduro) sabe que para Rusia es una ficha en el debate geopolítico mundial», expresó.
Giro colombiano
El panorama en la región se complica más si se toma en cuenta que Colombia, aliado tradicional de EEUU va a tener un giro a partir del 7 de agosto, cuando el izquierdista Gustavo Petro asuma la presidencia.
En este sentido, Félix Arellano comentó que la situación es compleja porque existen dos Petro.
«Hay un Petro, que fue el de la campaña electoral, un político radical, con un expediente histórico radical; pero hay otro que se vio luego de la noche de la elección presidencial, uno que ha empezado a ser prudente, ha dado señales de ser dialogante y que puede ser prudente en la relación de EEUU, lo que hace pensar que no va a adoptar posiciones radicales que impliquen rupturas serias», precisó.
Sin embargo, señaló que la dualidad de Petro lo hace impredecible. Recordó Arellano que en recientes declaraciones utilizó la expresión «no me amenaces», lo que hace prever que puedan venir acciones radicales.
«Petro sabe que EEUU es muy importante, que los acuerdos comerciales son importantes, pero pueden ser objeto de revisión; sabe que un divorcio abrupto, violento, tendrá consecuencias negativas, así que puede hacer algunos cambios sin mayores traumas. Es la señal que está dando hoy», apuntó.
Carlos Romero, a su vez, cree que es indudable que la membresía especial de la OTAN que posee Colombia va a ser revisada por Gustavo Petro en lo que llegue al poder.
«En materia política electoral, Petro siempre ha insistido en que esa membresía trae más daño a la integración latinoamericana que beneficios», aseguró.