Los Derechos Humanos, por Rafael Viloria
Muy activos por estos tiempos han estado los medios impresos, tv, redes sociales en general; tratando de hacer del conocimiento público nacional, local, regional, de igual forma internacional y mundial del tema de los derechos humanos de manera particular, me voy referir, a lo que en este sentido está aconteciendo en Venezuela.
No es muy sencillo tratar el tema si a el concurren diferentes factores, que sin duda por sí mismo lo hacen extremadamente complejo “derechos humanos: conjunto de derechos y libertades considerados como inherentes a la naturaleza humana, lo que implica especialmente su aplicación y respeto por todo el poder político.”
Cuando se refiere a todo el sector político está indicando, que todo es TODO. Inexistencia plena de cualquier sesgo social, religioso, raza, nacionalidad, sexo, partidos políticos de izquierda o derecha. “Nada es nada” según la historia sagrada por el principio natural de “Génesis humana”; todos los seres humanos sin distingos de naturaleza alguna somos hermanos. No obstante, a nuestra condición: Dios mismo encomendó a Moisés que creara unas normas de vida, convivencia y coexistencia humana “…Amaras a Dios sobre todas las cosas. No tomaras a Dios en vano. Santificaras en las fiestas, honrarás a tu padre y a tu madre. No mataras. No robarás. No dirás falso testimonio ni mentiras. No consentirás pensamientos ni deseos impuros. No codiciaras los bienes ajenos…”
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Según el discurso de los “Imberbes” políticos: Venezuela posee las mayores reservas de petróleo, de oro, diamantes, etc. No obstante, y en contraste con el discurso altisonante de su dirigencia política, el país acumula in crescendo el saldo más grande de corrupción social, económica y política que la historia venezolana haya registrado. El resultado inocultable, tenemos entonces también un elevado saldo de violaciones de los derechos humanos en claro contraste con los Derechos en la Constitución reservados.
Las violaciones flagrantes de los derechos humanos en Venezuela: ya no es un problema de disputas de gobierno y oposición social y político. Estamos frente a una realidad visible y tangible que nadie puede negar u ocultar su existencia.
Ello lo muestra: la diáspora que ya alcanza un universo cercano a cinco millones de venezolanos jóvenes, niños, adultos, ancianos que se están refugiando en Repúblicas del Sur, Centro América, el Caribe y Europa, etc
Naturalmente que sus condiciones de vida reflejan aspectos en abierta violación de los derechos humanos, tan cuidadosamente reservados en nuestra Carta Magna, pero tan perversamente desconocidos y violados sin miramiento alguno más allá de la diáspora, hay que agregar que la crisis de salud, alimentaria, de los servicios públicos, la seguridad, educación, las medicinas, etc.
Los venezolanos avizoramos como muy cercano ya un apocalipsis social del país. Mientras tanto también avizoramos la no voluntad y disposición de resolver la crisis de la nación. Cuantos niños, adultos muertos por inasistencia en los centros de salud públicos y privados porque no hay suministro de medicamentos que lleguen en el momento justo, o porque no les permiten salir del país a recibir trasplante de médula ósea a Italia ya que hay fallas en los convenios de ayuda humanitaria.
También se ven decesos por la delincuencia, las fuerzas especiales, policiales, la falta de alimentación. ¿Qué hace falta? Para que la patria rescate su bienestar y seguridad. Ojalá que las voluntades y disposiciones interpuestas promuevan los caminos, para que la patria pueda no solo restablecer el equilibrio social, económico y político del pueblo venezolano.
Sigo pensando que como pueblo tenemos que Despertar, Reaccionar y Actuar y poner en marcha aquello de la última proclama del libertador “Que cesen los partidos y se consolide la unión.”
Ex presidente de Ceconave