Los egos: enemigo número uno de un equipo de fútbol, por Gustavo Franco
Twitter: @GusFrancoH
Ver a Erik Ten Hag y a Mikel Arteta triunfar —de momento— en el Manchester United y el Arsenal puede hacer que la gente se pregunte: ¿Por qué estos entrenadores? Y, ¿por qué ahora? Ambos entrenadores están inspirados por Josep Guardiola, entrenador del Manchester City. Ten Hag coincidió con Guardiola en el Bayern Munich, cuando era entrenador de las inferiores del equipo bávaro y el catalán dirigía al primer equipo.
El entrenador holandés cuenta que hablar con Pep sobre tácticas era como haber ganado la lotería. Mikel Arteta fue asistente técnico del técnico catalán recientemente en el City. Así que no es de extrañar que tanto el Manchester United como el Arsenal busquen jugar un estilo de juego similar. Sin embargo, hay otra similitud entre ambos entrenadores. Su forma de lidiar con el ego dentro de sus respectivos vestuarios.
A Mikel Arteta le tocó lidiar con un Mesut Özil que ya en su momento le dio problemas a su antecesor, Unai Emery. Se recuerda en aquella final de Europa League como Özil, al ser sustituido por Alex Iwobi, le dijo a Unai Emery que no era un buen entrenador. Visiblemente enojado y cuestionando su liderazgo, este episodio marcó la era de Emery en el Arsenal. Esto pese a las malas actuaciones de Özil. Con Mikel Arteta, Özil fue trasladado al Fenerbaçe en un negocio que le salió caro al Arsenal en el momento. Pierre-Emerick Aubameyang también tuvo sus problemas con Arteta, sobre todo en el plano de la disciplina. Fue apartado por un tiempo, y luego fue traspasado al Barcelona. Es decir, en todas estas pequeñas batallas, Arteta ha salido con su liderazgo fortalecido. En otros clubes, es el entrenador el que suele ser despedido tras malos resultados.
Hoy en día, el Arsenal marcha líder en la Premier League inglesa tras persistir con Mikel Arteta durante tres años. Y no sólo va primero, sino que juega el mejor fútbol en la primera división inglesa.
En el Manchester United hubo una situación similar tras la salida de Sir Alex Ferguson. Los «Diablos Rojos» trajeron a jugadores de élite como Paul Pogba, Zlatan Ibrahimovic, Jadon Sancho, y —más recientemente— Cristiano Ronaldo. En el caso de Paul Pogba se pudo ver que nunca se le condujo adecuadamente y sus entrenadores no le hicieron ver que su puesto en el equipo titular peligraba. Así, tuvo muchas lesiones a lo largo del tiempo con algunos destellos de calidad, pero nunca fue consistentemente bueno.
El caso de Cristiano Ronaldo fue sumamente mediático. Lo cierto es que con Erik Ten Hag se debe estar al 100% del estado físico para presionar al rival constantemente. CR7, a sus 37 años, no estaba aportando esa presión que requiere el técnico holandés por lo que el delantero portugués se tuvo que conformar con ser suplente. No se conformó y ser suplente no le sentó bien, y empezó a ser un problema hasta el punto de que dio una entrevista explosiva en la que criticó al club, a su entrenador y a cualquiera que lo haya criticado. Al poco tiempo, su contrato fue cancelado. Lo importante es que nuevamente, Cristiano Ronaldo salió del equipo y Ten Hag se quedó.
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En el arranque de la Premier League tras el mundial el Manchester United empezó en el quinto lugar. Ahora está en el tercer lugar a un punto del segundo lugar, ocupado por el City, y con un partido clave a disputar contra el Arsenal.
El fútbol es un deporte que se juega en equipo, y el peso de la táctica y la estrategia cada vez tiene más peso. El equipo debe ser coral, casi coreográfico. Cuando antes se disponía de un jugador con gran talento y luego se confeccionaba una plantilla para sacar lo mejor de ese jugador, hoy lo que se ve es un fútbol muy táctico en el que cada jugador debe aportar para que todo el equipo juegue bien. El enemigo natural de este paradigma es el ego de algunos jugadores.
Allá donde se vea que los entrenadores son cesados de sus puestos constantemente mientras que los jugadores permanecen, puede uno hacerse la idea de que a mediano y largo plazo ese equipo no va a estar bien.
En el Arsenal y Manchester United, así como también en el Manchester City, los jugadores que lleguen ya saben que es el entrenador el que manda. El entrenador aporta la visión, y los jugadores deben aprenderla y adaptarse a ella.
Gustavo Franco es periodista deportivo. Es editor del portal web Línea de Tres
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