Los países más exitosos en controlar la pandemia, por Marino J. González R.
Twitter: @marinojgonzalez
En pocos días se cumplirán dos años de la difusión de reportes generados en China sobre casos de una “neumonía atípica”. A las pocas semanas, la OMS informó a los países que debían tomar medidas para enfrentar una emergencia internacional de salud pública, luego declarada pandemia de covid-19. Hasta la fecha, los registros disponibles en Our World in Data indican que se han reportado cerca de 250 millones de casos y 5 millones de muertes. Estimaciones de diversas fuentes señalan que el número de muertes reales puede ser tres o cuatro veces mayor a la señalada.
Muchos países, con aparente mejor desempeño de los sistemas de salud, han registrado tasas de mortalidad superlativas. Baste citar los casos de Estados Unidos y el Reino Unido, con más de 2.000 muertes por millón de habitantes en el período de la pandemia. O las 6.000 muertes por millón en Perú, la cifra más alta del mundo.
De allí que sea pertinente explorar las características de los países con más de un millón de habitantes, que han tenido mayor éxito en el control de la pandemia, con especial énfasis en los resultados en salud. Con el propósito de identificar las lecciones aprendidas, y precisar las tareas que deben realizarse para superar las brechas que explican las diferencias.
Para el análisis es fundamental tener en cuenta la realización de pruebas diagnósticas. En la medida que los países no tengan reportes de pruebas realizadas, por ejemplo, en Our World in Data, o que la frecuencia no sea regular, aumenta la posibilidad de que exista un alto nivel de subregistro, tanto de casos, como de muertes. A los efectos de este análisis se seleccionaron los países con 80 o más pruebas diagnósticas por cada 1.000 personas en el transcurso de la pandemia. Luego se obtuvo la tasa de mortalidad por covid-19 en el período, y se identificaron los cinco países con los menores registros.
De acuerdo con los criterios anteriores, los cinco países con menor tasa de mortalidad por covid-19 han sido los siguientes (entre paréntesis está el número de muertes por millón de habitantes): Nueva Zelanda (6,25), Taiwán (35,51), Corea del Sur (57,62), Australia (71,39), y Singapur (85,81). Nótese en el gráfico la inmensa diferencia con Perú, Brasil, y los Estados Unidos.
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Desde el inicio de la pandemia, en estos países las muertes diarias han sido, en general, menor a una muerte por millón. Las únicas excepciones han sido Taiwán (en enero de 2021), y Singapur en la actualidad. En Perú puede observarse que el número de muertes diarias por millón ha alcanzado hasta 25 veces más por largos períodos.
La realización de pruebas diagnósticas en los países más exitosos ha sido regular, aunque en los casos de Taiwán y Corea del Sur no ha superado las 2 pruebas diarias/1000 hab. en todo el período, mientras que en Australia y Singapur ha llegado a 8 o 10 pruebas diarias/1000 hab. El número de casos diarios también ha sido muy bajo en estos países. Solamente Singapur (en dos períodos) ha superado los 100 casos diarios/millón de hab. Mientras que en Perú ha sido mayor a 200 casos/ millón de hab. durante muchos meses de la pandemia.
El control de la pandemia en los países más exitosos se realizó durante mucho tiempo sin tener vacunas. De hecho, los programas de vacunaciones comenzaron meses después que en otros países, por ejemplo, los de la Unión Europea. En la actualidad, solo Singapur y Corea del Sur han alcanzado el 70% de cobertura de vacunación completa. En estos momentos, la mortalidad diaria por covid-19 es menor en Corea del Sur y Taiwán que en Portugal y España, en los cuales la cobertura de vacunación es superior.
Los cinco países más exitosos registran 50 veces menos mortalidad por covid-19 que los países de menor desempeño. Entre ambos extremos se encuentran la gran mayoría de los países. Esta gran diferencia es una expresión de brecha de políticas en los sistemas de salud. El hecho de que se haya obtenido un alto desempeño, incluso sin altas coberturas de vacunaciones, expresa que se hubiera podido hacer mejor en muchos países. Tal parece que son diversas las tareas que se deben realizar para mejorar la efectividad hasta alcanzar el control de esta pandemia, y para evitar los efectos de las pandemias que se puedan presentar en los próximos años.
Marino J. González es PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina.
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