Los patriotas, por Gisela Ortega
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El patriotismo es un pensamiento que vincula a un individuo con su patria. Tiene sus orígenes unos 2.000 años antes del surgimiento del nacionalismo en el Siglo XIX, Es el sentimiento que tiene un ser humano por la tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por unos determinados valores, afectos, cultura e historia, de acuerdo a Wikipedia y otros textos consultados. Estas emociones suelen incentivarse a través de numerosos símbolos que suscitan la unión de los diferentes habitantes y su país.
Patriota es la persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien. Indica un sentimiento basado en la lealtad al padre. Derivada del vocablo pater surge el término griego patriotes que significa compatriota y la expresión patria que se refiere a nación o país.
Existen dos formas de patriotismo: una, ver la patria como condensación del pasado y como el conjunto de las cosas gratas que el presente de la tierra en que nacemos nos ofrece para que gocemos de ellas. Otra, que no radica en el pasado y el presente, sino en algo que todavía no existe y que no podrá existir como no luchemos enérgicamente para realizarlo: en lo que no hemos sido y tenemos que ser, en lo que no hemos hecho y tenemos que formalizarlo Entendida así la patria, el patriotismo es pura acción sin descansar, tarea por cumplir nunca acabada, un continuo dilema a resolver, un compromiso entre posibilidades presentes: un deber. De la patria hemos adquirido un idioma, un lugar geográfico en el que vivir, una tradición cultural, una pertenencia, una religión.
Pero existen también otras posturas: No se debe confundir la exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero, el chauvinismo, el fanatismo, el ultranacionalismo y patrioterismo, que ha movido a algunos a pensar que es imponiendo música local como se despierta el amor al país, que escuchándola y por oírla nos sentimos auténticos patriotas.
Parecen ignorar, quienes sustentan ese criterio, que la cultura no se puede decretar, que amar la patria supone algo más; hacerla y perfeccionarla, y siempre habrá mucho por hacer y mucho por mejorar.
La palabra «patriota» fue utilizada por primera vez en sentido político —más allá del significado originario de paisano, del mismo país— por los rebeldes corsos en su levantamiento iniciado en 1729 contra la República de Génova —«patriota» sería aquel que ama tanto a su país que está dispuesto a morir por él—. Su nuevo uso fue difundido en Europa y en América por los ilustrados. Uno de los propagadores del nuevo vocablo fue el abogado escocés James Boswell, (1740-1795) , quien en 1768 publicó un libro de su viaje a Córcega en el que hablaba del líder militar y político corso Pasquale Paoli, (1725-1807), Il babbu di a patria (‘el padre de la patria’). Por esas mismas fechas los colonos norteamericanos contrarios a la Corona británica y partidarios de la independencia se autodefinieron como «patriotas» (patriots), con lo que el término para ellos como para los corsos fue sinónimo de separatista. . Después se llamaron a sí mismos «patriotas» los revolucionarios franceses de 1789.
En el siglo XX, varios autores han diferenciado entre patriotismo y nacionalismo dando al primer término un valor positivo y un valor negativo al segundo. Esta fue la posición, por ejemplo, del escritor británico George Orwell, (1903-1950), que escribió en 1945, nada más acabada la Segunda Guerra Mundial el «nacionalismo no debe ser confundido con el patriotismo. Entiendo por patriotismo la devoción por un lugar determinado y por una particular forma de vida… que no se quiere imponer…; contrariamente, el nacionalismo es inseparable de la ambición de poder».
Las acciones llamadas patrióticas son actividades que sirven para mostrar el amor que tiene uno hacia su país. Para algunos, es el de morir en el campo de batalla. Para otros existen otros ejemplos menos extremos, como desplegar la bandera nacional, cantar el himno o defender o apoyar al estado al que pertenece por otros medios.
Los críticos del patriotismo ven en este, una forma de persuasión de las masas iletradas. Les resulta un razonamiento falso, una falacia o ídola fori, pues, sirven para persuadir con sentimientos en vez de reflexiones a quienes se convencen más con aquellos que con estos, utilizada frecuentemente por políticos y caudillos, no siempre para bien. Esto dio lugar a que el doctor Samuel Johnson, (1709-1784), inglés, conocido hombre de letras, lo definiera como «el último refugio de los cobardes”
El poema «Patriotismo» del escritor y poeta escocés, Sir Walter Scott, (1771-1832), explora la profunda conexión emocional y el deber que uno siente hacia su patria, implica lealtad y dedicación al propio país.
Gisela Ortega es periodista.
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