Los tanqueros iraníes, por Ángel Alvarado
Twitter: @AngelAlvaradoR
Era un Domingo de Ramos. La noche avanzaba tranquila y sin contratiempos, volábamos sobre Irán y quedaba una hora para nuestro aterrizaje en Bahréin, una pequeña isla en el Golfo Pérsico.
Casi todos los pasajeros del vuelo íbamos al Congreso Mundial de Emprendimiento, incluida la representante de Israel quien poco antes del aterrizaje se me acercó conociendo mi condición de Diputado y me hizo la siguiente confesión: “voy a entrar a Bahréin con pasaporte británico, a todos los de mi país nos negaron la visa y las relaciones diplomáticas no están bien, si no tienes problema me gustaría que me acompañaras en este proceso migratorio que puede ser muy tenso para mí”. Sin pensarlo mucho accedí a ayudarla y, en cierta manera, protegerla.
Al aterrizar nos estaba esperando el protocolo del Reino, nos llevaron a una sala oficial mientras revisaban los pasaportes y buscaban las maletas. La tensión se notaba en el ambiente. El tiempo es breve, pero en esas situaciones la espera se hace larga. Al cabo de unos minutos los pasaportes estaban sellados, nos miramos con aire de satisfacción y complicidad. Nada me hacía pensar que las relaciones de Israel y Bahréin se restablecerían en el corto plazo.
Bahréin
Esos días en Manamá conocí, entre otras personalidades, al fundador de Skype, Booking, y vicepresidente de Samsumg; agendé reuniones con oficiales del Reino y, por supuesto, con la diáspora venezolana: casi todos ingenieros que fueron expulsados de Pdvsa por Hugo Chávez en 2002. Algunos de ellos vinieron desde el Reino de Arabia Saudita para el encuentro conmigo.
Fue muy emocionante la conversación, los datos, las perspectivas del negocio petrolero que dieron los connacionales. Por ejemplo, supe que en todos los campos de Saudi Aramco hay ingenieros venezolanos, y que en todos se celebra la misa de la Chinita o la Virgen de Coromoto a pesar de las limitaciones a la libertad religiosa que existe. “A esas maracuchas no las para nadie”, pensé.
*Lea también: La alianza de Capriles con el régimen o reina por peón, por Wilfredo Velásquez
Uno de los presentes en el encuentro había sido uno de los gerentes botados de la refinería El Palito en el año 2002, hoy en día gerencia la refinería más importante de Bahréin. En la vida, ciertos acontecimientos tienen causas distantes. Uno de ellos es la escasez de gasolina que se vive en Caracas y que padecen los venezolanos en todo el país desde hace unos 10 años o más. Si buscamos las causas de la destrucción del complejo refinador, sin duda debemos comenzar con el despido de tantos ingenieros que ahora están dispersos por el mundo o desempleados en Venezuela.
Chávez primero y Maduro después han destruido la economía y la infraestructura de Venezuela mediante la incompetencia, la gestión ineficiente y la corrupción, generado la necesidad de importar gasolina a este país petrolero.
La capacidad instalada para refinar petróleo crudo en Venezuela es de 1.300.000 barriles por día. Pero esa corrupción y negligencia han reducido la cantidad de gasolina refinada a menos del 1% de ese volumen. Es por ello que el régimen recurrió a otro estado paria internacional, Irán, al que envían oro para comprar gasolina, como lo denunciamos en abril de este año.
Gasolina para uno días
El aislamiento que se ha ganado Maduro con sus crímenes, ha hecho que nadie en la Comunidad Internacional quiera hacer negocios con su régimen. En este momento hay mucha gasolina en el mundo, de hecho, China y Rusia tienen millones de barriles a la venta, pero ninguno está dispuesto a ser señalado como colaborador de Maduro.
Solo Irán y sus tanqueros están dispuestos a este comercio tan limitado, precario e insuficiente para resolver la escasez de combustible en el país. Los tres tanqueros que arribarán al país estos días solo traerán unas semanas de gasolina, el problema está muy lejos de ser resuelto mientras no exista un servicio de transporte regular, con seguros internacionales y con empresas internacionales de transporte reconocidas.
Venezuela e Irán aislados
Las sanciones de la ONU sobre Irán se restablecieron este sábado 19 de septiembre a las 8:00 p.m. Volvió a imponerse el embargo de armas por tiempo indefinido y volverán a aplicarse otras restricciones, incluida la prohibición sobre Irán de realizar actividades de enriquecimiento y reprocesamiento de uranio, la prohibición de realizar pruebas y desarrollo de misiles balísticos, y sanciones a la transferencia a Irán de tecnologías nucleares y relacionadas con misiles.
La normalización de relaciones entre Israel, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos significa muchísimas cosas en el Golfo Pérsico. Bahréin, aunque persa en su composición étnica y religiosa, es un fiel aliado de Arabia Saudita, lo cual quiere decir que difícilmente habrían restablecido relaciones con Israel sin la anuencia del Príncipe Bin Salman. Esta es una clara señal del futuro de la política del Reino de Arabia Saudita y del mayor aislamiento de Irán en los próximos años.
La situación de Irán, al igual que la de Venezuela, es de profundo aislamiento internacional. En estos días que vienen la propaganda gubernamental tratará de hacernos creer lo contrario con la llegada de los tanqueros iraníes. Debemos reafirmar con responsabilidad y realismo político que no existe cambio económico sin cambio político.
El tema de la gasolina lo resolveremos cuando los ingenieros venezolanos que conocí en el Golfo Pérsico puedan volver a Venezuela. Mientras tanto no perdamos el foco en la causa del problema: Nicolás Maduro y el Socialismo del Siglo XXI.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo