Los venezolanos definen la dignidad en 10 frases, por Ariadna García
Lo que empezó con una pregunta en la red social Instagram: «¿Qué es para ti la dignidad?», terminó por convertirse en motivo de estudio. Qué decían los filósofos sobre la dignidad humana, qué decía Immanuel Kant, por ejemplo. Antes de entrar en un aspecto más teórico de lo que escribieron algunos pensadores sobre este principio, estrechamente relacionado a los derechos humanos; aquí 10 ideas que expresaron los venezolanos en la pequeña encuesta.
1- Algo que no reparten en ninguna cola.
2- Lo más valioso de una persona que supera lo material.
3- El salir día a día a comerte el mundo, así el país te empuje a lo contrario.
4- Todo menos aprender a sobrevivir en Venezuela.
5- Algo que solemos perder en algún momento de nuestras vidas.
6- El poder ser humano sin tener que pedir permiso para serlo.
7- La dignidad es muy similar al honor, nadie puede quitártelo solo tú puedes cederlo o recuperarlo.
8- Amor propio.
9- Es lo que me permite vivir en el planeta sin que violen mis derechos universales.
10- Es el derecho a ser valorados, respetados por lo que somos como seres humanos.
La fotografía que acompaña el texto se tomó un día después de la pregunta, el 11 de julio a las 9:00 de la mañana en la estación Ciudad Universitaria del Metro de Caracas. El hombre que aparece con las piernas flexionadas llevaba rato esperando para abordar un tren. Los dos que llegaron iban abarrotados y con las últimas cabinas sin funcionar. El calor, el retraso y el hedor también eran parte del lugar. Una imagen cotidiana para quienes usan el transporte público en Venezuela. Un medio convertido en un submundo en el que a menudo se pone a prueba la dignidad.
Para el filósofo alemán Immanuel Kant los seres humanos son merecedores de un trato especial y digno que posibilite su desarrollo como personas. «El hombre es un fin en sí mismo, no un medio para uso de otros individuos, lo que lo convertiría en una cosa», en ese sentido, explica que los seres irracionales, como los animales, pueden ser medios para la alimentación, por ejemplo, en cambio la existencia de las personas es un valor absoluto y por ello son merecedoras de todo el respeto moral, mientras que la discriminación, la esclavitud, los tratos crueles, los define como acciones moralmente incorrectas que atentan contra la dignidad de las personas.
Según el pensamiento kantiano lo que tiene precio puede ser reemplazado por alguna otra cosa equivalente; por el contrario, lo que se eleva sobre todo precio y no admite ningún equivalente tiene una dignidad. Se puede interpretar que la dignidad humana es una cualidad inalienable que posee cada ser humano, algo que está por encima de cualquier bien material. Juan Jacobo Rousseau explicaba en el Contrato social (1762), que el hombre nacía libre, con este planteamiento la dignidad humana se mostraría igual.
Toda persona nace digna, todo ser humano sin excepción es por naturaleza digno, lo que lo hace acreedor del respeto a sus derechos fundamentales
En derecho la dignidad humana es una construcción jurídica reciente. No solamente no aparece en las clásicas Declaraciones de derechos del siglo XVIII, sino que su misma aparición en los textos de la segunda mitad del siglo XX era también ambigua. La definición legal de la dignidad humana como fundamento de los derechos humanos, no es tan explícita en los primeros textos de la post guerra. En la Carta de las Naciones Unidas de 1945 por ejemplo, el segundo parágrafo del Preámbulo reafirma “la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana”.
En un primer aspecto teórico la dignidad humana se estableció como fundamento y justificación de los derechos fundamentales, siendo ellos una “gramática decisiva de la dignidad humana”. Es a partir de allí cuando la dignidad humana se convierte en una norma-principio al respeto de los DDHH.
Para el jurista y magistrado brasileño Ingo Wolfgang Sarlet “El Estado existe en función de la persona humana y no lo contrario, puesto que el ser humano constituye la finalidad más importante y no el medio de la actividad estatal”.
Después de la Segunda Guerra Mundial las naciones sellaron un compromiso en 1948 durante la Asamblea General de las Naciones Unidas con la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la que Venezuela fue una de las firmantes en pro de trabajar por “un estándar común a ser alcanzado por todos los pueblos y naciones”, donde los derechos humanos son “el reconocimiento de la dignidad inalienable de los seres humanos”.
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Pese a que es la dignidad humana lo que compromete a los Estados a garantizar los derechos fundamentales y es la razón de ser de todo orden político y social, no es garantía suficiente para que los Estados cumplan con su rol, tampoco lo es la Declaración Universal de Derechos Humanos. Cuando un Estado decide operar al margen de sus compromisos con la población y la despoja del derecho a la alimentación, a la salud, a la vida, al agua, a la seguridad, y a cualquier derecho fundamental, es tarea del individuo recordar que su dignidad humana está por encima, que es intransferible y que es allí donde reside su fuerza y su cualidad de ser digno y valioso.
Para mí la dignidad es lo que preservas cuando te lo han arrebatado todo. Es una fuerza inquebrantable que te sostiene en medio de las vejaciones y los atropellos. La dignidad es lo único que se mantiene intacto, cuando a tu alrededor se han llevado el agua, la luz, el gas o las medicinas.
Todo puede estar devastado, incluso tu casa, tu escuela, tu ciudad, pero la dignidad seguirá allí, íntegra, tuya, porque la dignidad nos eleva hacia un lugar inalcanzable cuando el Estado nos ha desamparado.
Con información del libro «Kant y la dignidad humana» (2015) de Antonio Pele, licenciado en Ciencias Políticas y Master en Historia Contemporánea de la Université Michel de Montaigne de Burdeos (Francia).