Presidenta de la junta directiva de Citgo renunció a su cargo

Palacios estuvo al frente de Citgo por 20 meses y manifestó que su dimisión se hará efectiva el 30 de octubre para continuar como directora
Luisa Palacios, actual presidenta de la junta directiva de Citgo, anunció el martes 29 de septiembre que se separa del cargo que ejerce para quedarse como directora de la filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) «desde ahí, continuar con mi compromiso con la compañía».
Manifestó además su intención de dedicar tiempo a la Fundación Simón Bolívar con el objetivo de fortalecer la misión de seguir brindando ayuda humanitaria para Venezuela.
En una misiva publicada en la página web de Citgo, Luisa Palacios destacó que cuando aceptó el rol de presidenta de la junta de la empresa venezolana en suelo estadounidense, se enfocó en tres objetivos fundamentales: Recuperar la estabilidad operativa y financiera; fortalecer la gestión de la empresa y la gobernanza corporativa y además, ayudar a la compañía a enfrentar varios procesos legales con llos acreedores de Pdvsa.
«Hemos logrado avances significativos en cada una de estas prioridades y hoy –con la fase crucial de los litigios que involucran a los activos de las entidades de Citgo ya concluida– me permito considerar una transición en mis funciones», escribió.
Manifestó que estar al frente de Citgo por 20 meses fue «un honor» y dijo estar consciente que su designación «marcó un hito» al ser la primera mujer en ocupar el cargo que, el cual estará ejerciendo hasta el 30 de octubre.
Luisa Palacios es comunicadora social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello con PhD en Relaciones Internacionales de la Universidad Johns Hopkins y maestría Política Económica Internacional de la Universidad de Columbia. Antes de asumir su puesto en Citgo, se desempeñaba como directora en materia energética de la firma consultora Medley Global Advisors. Ha trabajado en Barclays Capital, Japan Bank for International Cooperation y en el Banco Mundial, entre otros.
En diciembre de 2019, aseguraba que el líder opositor venezolano, Juan Guaidó, necesitaba más “apoyo” del gobierno de Estados Unidos para mantener el control de la refinería Citgo, agobiada por los acreedores de Venezuela.
En una entrevista concedida a Petroguía en junio, aseveraba que han estado preparado a Citgo «para enfrentar esta situación de tensión de la mejor manera posible», esto respeto a la pandemia del covid-19.
Durante su gestión, Citgo logró en 2019 que las tres refinerías que posee la filial de Pdvsa trabajaran al 89% de su capacidad, lo que significó el total de refinación fue de 800.000 barriles diarios (b/d), de los cuales el procesamiento de crudo fue de 688.000 b/d.
Con este resultado –reseñado en abril-, Citgo se encuentra refinando cuatro veces más que las tres refinerías de Pdvsa en Venezuela, manejada por la administración de Nicolás Maduro. De acuerdo a fuentes de la industria, entre ellas, la Cámara de Petróleos de Venezuela y los trabajadores petroleros, durante el pasado año las tres refinerías que integran el Complejo Refinador de Paraguaná (Amuay, Bajo Grande y Cardón), El Palito y San Roque, produjeron 20% de su capacidad, es decir, unos 200.000 b/d de combustible.
Estados Unidos continúa siendo el principal suplidor de petróleo doméstico de Citgo Petroleum Corp. Sin embargo, las importaciones de crudo de la empresa venezolana con sede en Estados Unidos, muestran cambios significativos desde abril de 2019 cuando Pdvsa dejó de surtir a la compañía tras la toma del control por parte del gobierno interino de Juan Guaidó.
De acuerdo a los resultados operacionales y financieros mostrados a la Asamblea Nacional por el entonces presidente de la junta ad hoc de Pdvsa, Luis Pacheco, desde el pasado año y hasta el primer trimestre de 2020, Canadá y Colombia han incrementado de manera significativa las ventas de petróleo a Citgo, seguidos de Trinidad & Tobago y México.
Uno de los casos que más agobia a Citgo es su posible embargo por la empresa canadiense Crystallex, a quien se le deben 1.400 millones de dólares por parte del Estado venezolano luego que fueran expropiados sus activos en el país en 2010 por la vinculación que se hacía sobre la figura jurídica de Pdvsa, Citgo y el gobierno. Sin embargo, una orden de la OFAC impide la venta de la empresa y se logró establecer en los tribunales que tienen identidades independientes.