Maduro ajusta clandestinamente los tabuladores salariales de la administración pública
El Gobierno estableció un bono sin incidencia salarial que equivale a 40% del sueldo mínimo de 18.000 bolívares
Sin previo aviso, los trabajadores del Estado cobraron el 12 de abril el pago correspondiente a la primera quincena del mes diferente al que venían recibiendo desde enero, cuando Nicolás Maduro anunció el incremento salarial de 300%, que subió el sueldo mínimo de 4.500 a 18.000 bolívares. Esto se debe a que el Gobierno ajustó, de manera clandestina, los tabuladores salariales con la implementación de un nuevo instructivo de aplicación para la administración pública.
“El presidente de la República ha efectuado un ajuste como factor de corrección del programa económico en protección al pueblo y los ingresos de las trabajadoras y trabajadores”, dice el documento. Además de ajustar las tablas salariales, el Gobierno también estableció para todo el personal activo un bono “de estabilización económica”, sin incidencia salarial, que equivale a 40% del sueldo que perciba cada trabajar. El que gane ingreso mínimo, el bono es de 7.200 bolívares.
El salario base sigue siendo de 18.000 bolívares (5,4 dólares al tipo de cambio oficial que el Banco Central de Venezuela sitúa en 3.318,96 bolívares), por lo que los trabajadores con el cargo de Bachiller I (el de más baja remuneración) continuarán ganando entre 18.000 y 19.080 bolívares, tal como indica el instructivo anterior. Por lo tanto, el ajuste empieza a partir del nivel I de Bachiller II, cuya remuneración pasó de 19.260 a 20.160 bolívares, lo que representa un incremento de apenas 900 bolívares, monto que no alcanza ni para comprar dos huevos.
El personal técnico superior universitario ahora cobra entre 24.480 bolívares (nivel I) y 25.560 bolívares (nivel VII), cuando antes recibía entre 21.780 y 22.860 bolívares, respectivamente; mientras que el profesional universitario (nivel I) ahora solo devenga 4.500 bolívares más, pues su sueldo fue ajustado de 24.300 a 28.800 bolívares.
Con respecto a los obreros de la administración pública, los “no calificados” ganan entre 18.000 y 21.276 bolívares frente a los 18.000 y 19.890 bolívares que cobraban antes. El salario de los “calificados” oscila entre 21.744 y 25.020 bolívares sobre los 20.160 y 22.050 bolívares, y el de los supervisores se sitúa entre 25.488 y 26.892 bolívares.
Las primas de profesionalización y de antigüedad se mantienen iguales a las establecidas en el instructivo anterior. La prima por hijos, las becas para hijos estudiantes, las becas de estudio para los trabajadores, la contribución para trabajadores con discapacidad, la ayuda por hijos con discapacidad, los días de la madre, padre y del niño, los bonos navideños y de juguetes, la ayuda por nacimiento y por matrimonio quedan anclados al petro “a una razón de 900 bolívares, asumiendo la referencia de 0,025 petros”.
Marlene Sifontes, secretaria de organización del Sindicato Unitario Nacional de Empleados del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques), dijo que el gobierno ajustó las tablas salariales sin anunciarlo con la intención de que los trabajadores sintieran que estaban cobrando más dinero, pero los incrementos y las diferencias entre los ingresos siguen siendo insignificantes.
“Ese aumento, que le cayó de sorpresa a todo el mundo, no satisface las necesidades de los trabajadores. La gente no sabe lo que está cobrando porque en los entes públicos no hay comunicación, además que Jorge Rodríguez (ministro de Comunicación de Maduro) no ha dicho nada”, indicó
Trabajadores empobrecidos
Expresó que la administración pública se siente descontenta por la pérdida de calidad de vida, resultado, principalmente, de la hiperinflación que en el mes pasado registró una tasa interanual —de marzo de 2018 a marzo de 2019— de 1.623.656%, de acuerdo con la Comisión de Finanzas del Parlamento. “El viernes pasado yo cobré apenas 16.646,40 bolívares que me alcanzaron solamente para comprar 5.550 bolívares de queso duro, 3.300 bolívares en seis yemas de huevo, no me pude comprar el cartón, y 2.000 bolívares en 100 gramos de café. Los casi 6.000 bolívares que me quedaron los guardé para el pasaje”, indicó la dirigente sindical, técnico superior con más de 25 años de servicio en Inparques.
José Matute, secretario general de Sunep-Inparques, expresó que el ajuste de las tablas salariales durará lo que dura “una flatulencia en un chinchorro”, pues se espera que Maduro anuncie un incremento salarial el 1° de mayo por el día del trabajador, lo que ajustaría nuevamente los tabuladores. Este sería además el cuarto aumento del sueldo desde que el gobernante puso en marcha su programa de recuperación económica con la entrada en circulación del bolívar soberano el 20 de agosto pasado; alzas que no fueron publicadas en Gaceta Oficial ni discutidas con los otros dos sectores que conforman el tripartismo (empleadores y trabajadores).
El sindicalista expresó que un salario digno debe permitir al trabajador “vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales”, de acuerdo con lo establecido en el artículo 91 de la Constitución. Sin embargo, el salario más alto indicado en el nuevo instructivo de aplicación para la administración pública, que es de 34.200 bolívares, cubre apenas 1,7% del costo de la canasta básica familiar, que en febrero se situó en 1.957.826,21 bolívares, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros.
“Yo cobro aproximadamente 1.000 bolívares diarios que no me alcanzan ni para comprar un café pequeño en la panadería más barata”.
El robo más descarado
Matute recordó que los trabajadores fueron víctimas “del robo más descarado” por parte del gobierno de Maduro cuando tras el incremento salarial y la reconversión monetaria implementaron el instructivo de aplicación para la administración pública, en el que se publicaron los tabuladores del personal obrero y del administrativo, que no solo alteró el beneficio de la prima de profesionalización, sino también la prima de antigüedad.
Sifontes añadió que luego de que Maduro aprobó las “tablas de hambre”, el gobierno le eliminó al personal guardaparques la prima geográfica con la que los trabajadores cobraban las horas extras que hacían, y aseguró que lo mismo sucedió con la prima de riesgo que tenían los bomberos forestales de Inparques.
“Los trabajadores que tenían en su caja de ahorro 30 millones de bolívares, pasaron de un plomazo a tener apenas 30 soberanos, que no alcanza ni para comprar una chupeta en el metro, que cuestan más de 500 bolívares. Lo mismo pasó con las prestaciones sociales, que deberían ser para que el trabajador tenga un retiro digno, pero con eso no se puede comprar ni un pollo entero”, expresó Matute.
Señaló que el nuevo bono que equivale a 40% del salario mínimo no alcanza para comprar ni siquiera medio cartón de huevos. “Es necesario que venga un nuevo gobierno que le dé un tipo de compensación a los trabajadores por la pérdida del salario. Hay personas que no pueden ir a trabajar porque no tienen qué comer y por los problemas del transporte. Muchos estamos dependiendo de la caja (CLAP) para comer, y algunos llevan meses sin recibirla en sus comunidades. La situación es bien crítica”, dijo.