Maduro anuncia que abrirá un casino en el hotel Humboldt que funcionará con petros
El líder chavista colocó como meta prioritaria para 2020 mejorar los servicios públicos a través de un «proceso de cambios, con nuevas fórmulas», pero aclaró que estos debían ser pagados por el pueblo
El mandatario Nicolás Maduro anunció este viernes 17 de enero que abrirá un cacino internacional en el hotel Humboldt, que operará con petros y cuyos fondos serán utilizados por el Estado para financiar la prestación de servicios públicos.
«En el Humboldt se va a abrir un casino internacional. Todo el que quiera apostar, que apueste en petros, y ese dinero se invertirá», informó durante un encuentro con los alcaldes del oficialismo.
Este anuncio forma parte de una lista de propuestas del gobierno de Maduro para incrementar la usabilidad de la criptomoneda. En este marco, también adelantó que trabajarán en la posibilidad de cobrar impuestos municipales a través de la aplicación para teléfonos del petro.
«Todas las alcaldías harán un plan masivo para que tengan su PetroApp, para recibir recursos en petros y recaudar las tasas impositivas municipales», explicó el vicepresidente sectorial de economía, Tareck El Aissami.
Durante la reunión, Maduro y El Aissami hablaron sobre la necesidad de elevar la capacidad de recaudación tributaria de los municipios, que podría perfeccionarse mediante el uso del petro, por lo que coordinarían las labores pertinentes a través de la Superintendencia de Bancos (Sudeban).
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Servicios Públicos se pagan
Maduro hizo énfasis en que durante 2020 se mejorará la situación de los servicios públicos, golpeada en 2019, según su juicio, debido al «bloqueo de Estados Unidos». Sin embargo, confesó que también afectaba una disminución en la inversión y la ausencia de recursos, además de la burocracia e incompetencia de algunos funcionarios a los que coloca en los cargos.
Por esta razón, colocó como meta prioritaria para 2020 mejorar los servicios públicos a través de un «proceso de cambios, con nuevas fórmulas para garantizar el transporte, la electricidad, el agua, el gas, las telecomunicaciones y la internet».
Lo particular en caso de este discurso, es que Maduro indicó que era importante pagar por estos servicios, en lugar de subsidiarlos o regalarlos. Aseguró que el pueblo «quiere pagar los servicios» siempre y cuando estos ofrezcan continuidad y calidad. Por lo tanto, solicitó a la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez y a El Aissami, vigilar que las tarifas de los servicios «no se rezaguen», sino que se mantengan en «precios justos» conforme a lo que al Estado le cueste ofrecerlos.
«Que no se rezaguen las tarifas de ningún servicio. El pueblo quiere pagar sus servicios públicos y recibir buen servicios. Debemos garantizar al pueblo su servicio, y el pueblo que lo pague. No hablamos del modelo de Colombia o Chile, donde el pueblo no tiene derecho a los servicios públicos», destacó.
Con respecto a la salud pública, Maduro también dio instrucciones para «recuperar Barrio Adentro», cuyo sistema celebró durante su Memoria y Cuenta a inicios de año. «En el año 2019 realizamos en la Misión Barrio Adentro y en el sistema público de salud casi 93 millones de consultas médicas gratuitas», aseguraba a inicios de semana. Ahora, en su lugar, pide ayuda a Cuba para recibir médicos y «recuperar todos los ambulatorios».
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Crítica a la iglesia
Maduro guardó un espacio de su discurso para dedicarlo a la Iglesia Católica. Sostuvo que algunos pastores actúan como militantes de partidos políticos y no cumplen con sus compromisos espirituales. Concretamente, fustigó a la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) por actuar como una tolda política.
En este sentido, advirtió al Papa Francisco que esta situación ha provocado la pérdida de la confianza del pueblo venezolano en la Iglesia, que está «cansada» de la CEV, tras lo cual alertó que, según cifras del oficialismo cuyo origen nunca fue especificado, un 40% de la población venezolana se declara evangélica en lugar de católica.
«Si les diera los datos que tenemos sobre cómo el pueblo de venezuela ha ido abandonando el catolicismo. El 40% del pueblo se declara evangélico. El pueblo está cansado de la CEV, los pastores de Venezuela y su conducta», destacó.