Maduro busca una guerra para alargar su dictadura, por Ángel Monagas
Definir una dictadura no es tarea fácil hoy día. Muchas variables a su alrededor. Hitler fue un dictador, quien por cierto llegó por vía democrática, igual Mussolini. Tenemos el ejemplo histórico de Julio Cesar, Franco, Stalin, entre otros. Con sus particulares formas, a ellos se les atribuyen crímenes de diferente naturaleza, sus cerebros parecen funcionar en otra dimensión desconocida, donde ellos interpretan aprobación a sus comportamientos.
Los tildados de “dictadores”, son acusados de sufrir delirios de omnipotencia, con manifestaciones de locura. El escritor John Gunther, estudioso del tema señala:
“Todos los dictadores son anormales. La mayoría de ellos son neuróticos”. Bipolares, paranoicos, complejos múltiples, ellos ven peligros inexistentes que los llevan a actuar como lo hacen
Del mencionado autor leo: Idi Amin, el feroz dictador de Uganda, se hizo nombrar “señor de todas las bestias de la tierra, de los peces del mar y rey de Escocia”; Jean Bedel Bokassa se hizo coronar como Napoleón Bonaparte en la república Centroafricana; Mobutu, en Zaire, prohibió a todos los ciudadanos llevar un sombrero de leopardo; Nyýazow, presidente de Turkmenistán vetó el maquillaje, los dientes de oro, el ballet, y sustituyó la palabra pan por el nombre de su madre, además de ordenar la construcción de un palacio de hielo en el desierto.
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Es imposible no acordarse de la película Bananas de Woody Allen, en que el protagonista, una vez convertido en dictador, ordena que “todos los que no hayan cumplido 16 años a partir de ahora tendrán 16 años y que los calzoncillos se llevarán encima de los pantalones…”. Cualquier parecido con lo que hemos visto en estos 20 años dizque “revolucionarios”, es pura coincidencia.
Interesante leer a Jerrold Post, quien siendo director del programa de Psicología Política de la Universidad George Washington sostuvo que “a menudo muchos dictadores sufren patologías borderline, es decir que se encuentran en la frontera entre neurosis y psicosis”, “Son individuos que pueden funcionar de manera perfectamente racional, pero que, en determinadas condiciones de estrés superan el límite, sus percepciones se distorsionan y esto se refleja sobre sus acciones. Esto suele ocurrir cada vez que pierden o incluso cada vez que ganan. Y el único público que cuenta para ellos es… el espejo”.
Hecha esta breve introducción, pregunto a mis lectores ¿Sorprendería alguno el intentar usar nuevamente el tema de un conflicto armado con Colombia para desviar y tratar de enfrentar el régimen criminal que nos gobierna su inminente situación final?
Chávez como buen ejemplo de Hitler y tal vez el más mesiánico de los dictadores modernos, y sobre el cual muy pocos cuestionan sus trastornos mentales, supo interpretar las frustraciones del pueblo venezolano. Fue su gran ventaja
La política venezolana está llena de enfermos sicológicos, quizá hasta sicóticos. Observen su mirada, sus palabras, su gesticulación. Eso no le resta su poder, su fuerza alrededor, muchos con una suerte de encanto y eso los hace más temibles.
Es obvio que Maduro como cabeza de un régimen moribundo, pretende como sucedió en la Argentina de Videla, usar un conflicto armado con Colombia para darle vida al falso proyecto revolucionario, para intentar resurgir y alargar el periodo más nefasto de la historia venezolana. El cuestionamiento a lo interno de las FANB, en los cuadros medios y en la tropa profesional es cada vez más permanente. Muy pronto la cúpula corrompida del Alto Mando pudiera perder el control.
Maduro no tiene otra opción que recurrir a una jugada de “librito”. Su agonía es dantesca, porque de cualquier modo se acerca a su final.
La Colombia actual, militarmente es muy superior al destruido ejército venezolano. Ninguna de las naciones que nos limitan muestra debilidad. Esta no es la Venezuela de 1986, cuando los colombianos nos retaron con la corbeta Caldas en Aguas del Golfo de Venezuela
Maduro cree que la guerrilla narcoterrorista podrá contener un eventual ataque de Colombia u otra nación. Por ello, oficializa la entrega de parte del territorio fronterizo.
La decisión no es de ellos, de Maduro y su combo, ni de la MUD, G4 y Frente Amplio, sino de los venezolanos y también de los colombianos.
Señor presidente Guaidó, Reciba esta denuncia
Unos amigos empresarios venezolanos decían que su entorno estaba “podrido”.
Lea esto, según ellos el exiliado Lester Toledo pasa “raqueta” al mejor estilo chavista. Si ese mismo, que muchos apodan “El zulianito”, que está en su exilio dorado, que vive en Brickell, observe esto: Hasta para la contratación de contenedores para llevar la ayuda humanitaria desde Miami, de un valor de 9 mil dólares, fue capaz de pedir 80 mil verdes y, para eso hasta organizar un encuentro en un Campo de golf. Averigüe.
También le pido que investigue al nombrado Procurador. Muchos en el norte, lo califican de “Ladrón”. Solo anda tras los guisos dicen y coloca según ellos, sobreprecios de 300% por cientos de negociaciones. Otro grupo, afirma, cobran vacunas a empresarios, condicionados a que éstos puedan colocar funcionarios en puestos claves.
Lo hago por esta vía dado que acceder a usted se ha hecho imposible.