Maduro castigó a Guarenas y Guatire
Con vítores se anunció una conexión ferroviaria entre Caracas, Guarenas y Guatire el 3 de noviembre de 2006.
Hace casi una década, el entonces presidente Hugo Chávez informó que a finales de ese mismo mes se colocaría la piedra fundacional del sistema de transporte y explicó que se aprobaron 250 millones de dólares del Fonden para entregar el sistema terminado en 2012.
Los retrasos fueron la norma desde el primer momento. En julio de 2011, a un año de la primera fecha de entrega prometida, la obra solo había avanzado un 6,57%. «El 28 de julio de 2012, durante la campaña presidencial, Chávez, acompañado por el presidente del Metro, Haiman El Troudi, prometieron la primera etapa para 2014 y la segunda para 2016, cuando arrancó se había prometido la obra completa para el 2012», explicó entonces el diputado Stalin González.
Según el anuncio inicial, la obra costaría en su totalidad 2 mil millones de dólares. El cambio de fecha de entrega también llegó con un aumento en los montos: ahora la construcción costaría el doble, 4 mil millones de dólares, y su alcance se vería reducido a solo el eje Guatire-Guarenas, sin conexión con la capital.
En 2013, el «protector de Miranda», Elías Jaua, consiguió que el presidente, Nicolás Maduro firmara más dinero para ese trabajo: 1.785 millones de bolívares y 269 millones de dólares, según denunció en aquel momento David García, vocero de Primero Justicia en la localidad.
CUENTAS ABULTADAS
Mientras que el Metro de Santiago de Chile construyó 24,7 kilómetros en 5 años para su línea 4, en el mismo período la construcción venezolana daba cuenta en 2011 de solo 17% de avance en sus 31,32 kilómetros, según la memoria y cuenta del Ministerio de Transporte y Comunicaciones de ese año. Un ritmo tan lento que llevaría 24 años completar el Metro de Guarenas, es decir, hasta 2036.
Curiosamente, la página web del Metro de Caracas entonces contradecía los datos oficiales con otra información también oficial, y revelaba que el avance solo alcanzaba 7,7% en el mismo lapso. El cálculo entonces sería de hasta 59 años para entregar lo prometido.
En cualquier caso, se cumple una década de la promesa y ninguno de los lapsos anunciados se cumplió. Ni 2012, ni 2014, ni 2016. Además, lo gastado hasta ahora en una obra nunca concluida (y sin siquiera una nueva fecha de entrega anunciada), supera con creces lo invertido para la construcción del nuevo Canal de Panamá, ampliado y entregado a finales de junio de 2016 (2,5 millones de dólares).
A RITMO DE ELECCIONES
Antes de los comicios parlamentarios del 6 de diciembre de 2015 se vieron obreros y trabajos en el lugar, en plena avenida Intercomunal de Guarenas. Incluso cortes de tráfico se vivieron para colocar vigas. Pero, llegaron las elecciones y el resultado fue adverso para el PSUV.
«Nosotros lo dijimos, esa obra solo se activa en época de campaña electoral», señaló la diputada a la Asamblea Nacional por el estado Miranda, Adriana D’Elia, al denunciar una nueva paralización posterior a las votaciones.
De hecho, el 14 de noviembre de 2015, el presidente Nicolás Maduro visitó la localidad y dijo durante la inspección de la primera prueba del sistema: «Guarenas-Guatire el próximo año 2016 llueve, truene o relampaguee ustedes tendrán su tren, para la familia de esta inmensa zona del estado Miranda».
A su lado, el director de la Misión Transporte y entonces candidato a diputado, Haiman El Troudi, señaló que para este año comenzarían a funcionar las dos primeras estaciones del sistema férreo, para movilizar a más de 60 mil personas diariamente.
De igual forma, Maduro anunció que a comienzos 2016 las máquinas tuneladoras de fabricación alemana, pero con ensamblaje nacional, -por un costo de 100 millones de dólares- comenzarían a cavar los 16 kilómetros de túneles para llegar a la capital. Tal cosa no ha ocurrido, y vamos por el séptimo mes del año.
La página web de la empresa Odebrecht afirma que el Metro Guarenas-Guatire está entre sus proyectos en ejecución. Es uno de los 10 proyectos que están encargados a la firma brasileña, que es investigada en su país por casos de corrupción y cuyo presidente fue encarcelado. Son promesas todas con grandes retrasos de ejecución y entrega.
Consultado por TalCual en 2012, cuando se publicó en este periódico un primer gran informe sobre el retraso mayúsculo en la construcción, el arquitecto David Viloria decía que el ferrocarril Caracas-Guatire arrastra una falta de planificación urbano-regional, pues Guarenas estaba concebida como un polo de desarrollo industrial.
«Se suponía que ese contingente de personas no tenía que trasladarse a Caracas para trabajar, porque allá iban a estar las fuentes de empleo. No tendría que ser una ciudad dormitorio, al contrario, las personas se trasladarían de Caracas a Guarenas para trabajar y no al revés».
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