Maduro, Kemo Saby y el llanero solitario, por Tony Rivera Chávez

Los discursos de toma de posesión tienen mucho de la idea central de las “venas abiertas de América Latina” con la repetición de ciertos elementos creados por la propia “clase libertadora” que sirven para elaborar para el nuevo periodo un contexto de venganza por lo ocurrido con esclavos y nativos a los cuales siempre como si se tratara de una oración se les menciona bajo las figuras de Guaicaipuro y Negro Primero de tal forma la tradición que ambos forman parte del sincretismo santero-cristiano quizás por el milagro de su invocación para reivindicar al marginado.
Ahora que si analizamos el asunto concluimos que en verdad se trata de un cuento cuando la raza caribe si algo odiaba era al español y el mantuanismo lo cual ya de hecho marca distancia con eso de traerlos para hablar de “independencia” y fuerzas para los opresores cuyo origen está en Europa con preferencia en la descendencia española.
Fue tal el odio de los caribes contra el español que muchas veces combatió al lado de los ingleses por considerarlos menos crueles que los iberos. En el caso de Negro Primero se trata de un asunto más bien mitológico-utilitario desde la lógica de una realidad dada las circunstancias donde el esclavo luego de la Independencia favorable a los amos del Valle vistos los ejemplos de Haití y otras Islas Caribeñas podía elegir el camino de su libertad razón por la cual enaltecer el apego y defensa a los nuevos amos resultaba de necesaria consideración.
En verdad quien saca de la explotación extrema al afroamericano es la Revolución Industrial Burguesa y la maquinaria como asunto de costos y de racionalidad económica.
El caso es que desde el fundamentalismo demagógico siempre se hace mención a ciertos personajes que muchas veces por no decir todas nada tienen que ver con el proyecto o plan que se adelanta que a la vuelta del tiempo colabora para marginar aún más al Negro que deja se ser Primero para seguir de ultimo o en el caso del nativo original es tal el olvido que termina en la plaza Bolívar de la Capital para demostrar de su existencia.
Hoy día con las necesidades de dólares hemos observado como en el Arco Minero son despojados para darles espacios a los libertadores y es así como estos discursos no pasan de ser más que parte de la enciclopedia de las farsas electorales.
Uno recuerda aquel Llanero Solitario y el indio que a simple vista era una inocente alianza para la diversión infantil pero que al final buscaba “limpiar” la desaparición del nativo norteamericano desde una colaboración racial. Alguien escribió sobre el tema del mundo de las fantasías (Doffman) refiriéndose al pato Donad y sus objetivos en la conciencia social lo cual fue difícil de entender cuando a todos nos distrae ese manejo fantástico de la realidad.
En nuestro caso ya libre de las promesas y sus búsquedas desde algo concreto más allá de las palabras resulta una necedad ese discurso cuando por la vía de la vida practicase han cerrado las oportunidades para los cuentos de cuartel, los mitos, leyendas y esperanzas sin futuro de tal manera que la materia discursiva solo se escucha si detrás del parlante se ocultan las Cajas CLAP, los bonos o los combos como premio al hacer el tonto inútil y aplaudir lo superfluo.
En estos momentos quien asuma la conducción de una Nación en crisis en honor del desarrollo de las Ciencias en todos sus sentidos debe dejar de lado todo ese pasado de engaños distantes de las necesidades político económicas que han servido por siglos para mantener un orden que se mantiene para la explotación económica sensorial del pueblo.
El mecanismo de los vapores de las fantasías y de las nubes del tiempo por venir debe ser suplantado por planificación científica, racionalidad y programas aferrados a la tecnología, a lo concreto y a la irreversibilidad del tiempo.
En síntesis el nuevo rumbo requiere de un constructor con “criterio propio” y mucho compromiso con la conciencia social necesarias para eliminar de las mentes dominantesy egocentristas esas ideas dependientes ancladas en el ayer. El futuro se presenta no como un laberinto sino como una vía donde trabajadores y capitalistas hablen un mismo idioma con libertad para la obtención de beneficios compartidos.