Maduro no asistirá a Cumbre de las Américas por ser una «pérdida de tiempo»
Durante un acto donde firmó un nuevo contrato colectivo para educadores, Nicolás Maduro aseguró que no asistirá a la Cumbre de las Américas porque estará conmemorando los 16 años del golpe de Estado de 2002
En la tarde de este martes durante un acto con educadores del sector público, Nicolás Maduro firmó el segundo contrato colectivo para beneficiar a los trabajadores del sector y aprovechó la oportunidad para anunciar su decisión de no asistir a la Cumbre de las Américas.
Maduro reiteró que no viajará a Lima para el encuentro regional porque es una «pérdida de tiempo», pues no fueron garantizadas las condiciones mínimas para que un presidente asista a una Cumbre, por lo que permanecerá en el país para conmemorar con movilizaciones los 16 años del golpe de Estado de 2002.
En este sentido, comentó que ésta era la primera Cumbre de las Américas en la que iba a asistir el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien «hace un mes envió a Rex Tillerson a Latinoamérica con el único objetivo de que los gobiernos de derecha declararan que Maduro no iba a la Cumbre».
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Calificó de ilegal las declaraciones porque «Venezuela tiene derecho a asistir a cualquier cumbre del mundo», y mencionó que todavía tiene la invitación del ex mandatario peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien luego dijo que Maduro no podía asistir al encuentro regional, acción que fue repetida por el nuevo presidente peruano Martín Vizcaya.
Recordó que muchos de quienes manifestaron su negativa a la participación de su gobierno en la Cumbre a realizarse en Lima entre el 13 y 14 de abril tampoco asistirán, «un día amanecimos con la noticia de que Tillerson fue botado y ya no era canciller» y «luego Pedro Pablo Kuczynski que declaraba todos los días que Maduro no va y un día lo sacaron por corrupto de la presidencia de Perú».
Finalizó manifestándose por el anuncio de la Casa Blanca indicando que Donald Trump ya no asistiría a Lima «porque no tiene tiempo» indicando que deja mal parada a la derecha latinoamericana y desprecia a su patio trasero, rechazando sentarse con los mandatarios de Argentina, Colombia y México porque los considera «poca cosa», agregando que Trump «usa y desusa a los gobiernos de derecha, pero a Venezuela no, porque tenemos dignidad.
