Maduro propone plan de 60 días para regularizar distribución de diésel
Productores del campo han solicitado permiso para importar diésel por cuenta propia y el Gobierno ha ignorado estas solicitudes, que permitirían remediar a corto plazo la escasez de este combustible y evitar una crisis de producción alimentaria
La escasez de diésel amenaza con acabar con la ya mermada producción agroindustrial del país, ante la imposibilidad de operar la maquinaria necesaria en el campo y además distribuir las materias primas y productos terminados.
Con este panorama, productores han manifestado su preocupación por una inminente hecatombe productiva de no corregirse esta situación, a lo que Nicolás Maduro responde seis meses más tarde con un presunto plan de 60 días para regularizar la distribución de diésel.
«En 72 horas quiero ver el mapa de distribución a los productores, no hay excusa, vamos a regularizar. Propongo plan de 60 días de emergencia y abastecimiento con el objetivo de que, al culminar, se normalice», afirmó en un acto que lideró este miércoles 21 de abril, sin especificar los mecanismos que utilizaría para alcanzar este objetivo.
El mandatario venezolano argumentó que la escasez era producto de sanciones aplicadas por Estados Unidos contra la industria petrolera, que impide la importación de cualquier tipo de producto derivado del petróleo.
«A Venezuela se le ha prohibido importar cualquier insumo o producto vinculado a la industria petrolera. Se le persigue. Nos han robado barcos que hemos contratado para traer gasolina. El Gobierno de Estados Unidos se los robó, barcos que hemos contratado para traer diésel», denunció.
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De acuerdo con el líder chavista, de no ser por la imposibilidad de importar, Venezuela estaría «boyante» en materia de distribución de diésel. No obstante, productores del campo han solicitado permiso para importar diésel por cuenta propia y el Gobierno ha ignorado estas solicitudes, que permitirían remediar a corto plazo la escasez de este combustible y evitar una crisis de producción alimentaria.
No hizo mención alguna a la destrucción de la industria petrolera venezolana, que disminuyó su producción a menos de una quinta parte de lo que producía hace apenas 6 años, pues registró un bombeo promedio de 440.000 barriles por día (bpd) en enero de 2021, mientras que en 2015 mantenía un registro aproximado de 2,5 millones bpd.
Pese a no mencionar las razones de la disminución de la producción y procesamiento local, sí habló de una recuperación de las refinerías, pero se escudó una vez más en el «terrorismo» y el «sabotaje» que supuestamente impiden cualquier progreso en esta materia.
«Hay terroristas. Recientemente nos sabotearon el sistema eléctrico de tres refinerías que ya estaban produciendo. Las recuperamos y ya producen de nuevo, pero hay grupos terroristas únicamente dedicados a sabotear el funcionamiento de las refinerías», argumentó.
Sin diésel, pero con combustible para las mentiras
El mandatario también se refirió a la visita del director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentación (PMA), David Beasley, que culminó con la firma de convenios en Venezuela que pretenden alimentar a más de 1,5 millones de escolares.
En medio de la celebración por este logro, Maduro se ufanó de que su Gobierno impulsa 18 programas de asistencia alimentaria, entre los cuales destacó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), el Plan Proteína Animal, el Programa de Alimentación Escolar, el Programa de Abastecimiento de las Bases de Misiones Socialistas y el Programa del Ministerio para Servicios Penitenciarios, entre los cuales sumó 21 millones de beneficiarios.
No obstante, estos datos están cuando menos desproporcionados, pues decenas de casas de alimentación están inoperativas, mientras que en diversas cárceles denuncian que reos tienen problemas de salud por desnutrición, ya que no satisfacen sus necesidades alimenticias.
Por otra parte, 18 programas de asistencia alimentaria en todo el país deberían reducir las posibilidades de que la población venezolana padezca de hambre. Sin embargo, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), solo el 3% de los hogares venezolanos cuentan con seguridad alimentaria, mientras que toda la población está por debajo de la media en cuanto a ingesta de proteínas.