Maduro también ora: PSUV busca «milagro electoral» con grupos evangélicos
Para el politólogo Fernando Spirito, la movilización del Ejecutivo hacia distintas corrientes religiosas, sobre todo de grupos evangélicos, es «táctica», y tiene como objetivo exacerbar las «tremendas divisiones» que ya existen en la sociedad. Asegura que al PSUV «no se le ha escapado del radar el alza que ha tenido desde el punto de vista numérico» la iglesia evangélica. Nelson Sevilla, integrante de la junta directiva del Consejo Evangélico Venezolano, aclara que no es la mayoría de los evangélicos del país los que se han arrimado a las políticas clientelares del Ejecutivo, pues la institución que representa no cree en que Estado e Iglesia deban estar de la mano
El gobierno le «pica el ojo» a grupos de diferentes corrientes religiosas, pero pone especial atención en los cristianos evangélicos en vísperas de las elecciones presidenciales. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha reconocido que busca la consolidación «de la fuerza roja», por lo que la tarea se hace urgente para el Ejecutivo que, según datos de encuestadoras como Delphos, está cada vez más mermado en popularidad y tiene como principal rival la exigencia ciudadana para que se consume un cambio político.
Nicolás Maduro Guerra, diputado y vicepresidente del PSUV para Asuntos Religiosos, es la pieza que designó el oficialismo para abonar los terrenos religiosos, sobre todo con grupos cristianos evangélicos.
*Lea también: Cambios en el CNE apuntan a directorio a la medida del PSUV e impactan la confianza
«El plan para abordar todo el tema religioso a través del partido, con las iglesias y todos los planes que estamos llevando adelante, es para que desde esta vicepresidencia tengamos una vinculación directa y amorosa con todas las religiones y cultos del país», aseguró Maduro Guerra en mayo durante una visita al estado Bolívar.
A principios de este año, el Gobierno señaló que 13.000 pastores recibieron un bono equivalente a 10 dólares a través de la asignación «El buen pastor», del Sistema Patria. En 2022, el Ejecutivo aseguró que remodeló 2.500 casas de culto. En actos con el Movimiento Cristiano Evangélico de Venezuela (Mocev), el mandatario Nicolás Maduro ha alardeado de que agrupan a unos ocho millones de evangélicos, pero de estas cifras no hay basamentos.
Por otro lado, y pese a las tensiones entre Estado e Iglesia católica, en mayo la presidenta de la Gran Misión Venezuela Bella, Jacqueline Faría, informó que 566 templos católicos fueron recuperados desde finales del 2022 hasta ese mes. El propio Maduro Guerra ha llevado a las redes sociales sus encuentros con líderes católicos.
¿Qué es lo que quiere el Gobierno?
Fernando Spirito, consultor político y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), no cree que los acercamientos del gobierno a grupos evangélicos y de otras corrientes religiosas sean una práctica de tolerancia. «El chavismo no soporta el pluralismo, ni los puntos de vista distintos a los suyos».
Para el politólogo, la movilización del ejecutivo es «táctica» y tiene como objetivo exacerbar las «tremendas divisiones» que ya existen en la sociedad, cuestión que logra con la polarización de la opinión pública.
Spirito hace referencia al crecimiento que ha tenido la iglesia evangélica en Venezuela y Latinoamérica. Asegura que al PSUV «no se le ha escapado del radar el alza que ha tenido desde el punto de vista numérico» y de ahí, agrega, «ese acercamiento a esos nuevos grupos».
Sostiene que el cortejo chavista, al menos hacia los evangélicos, es clientelar y se basa en la propaganda y presencia en redes sociales porque al gobierno no le interesa abordar temas que, por ejemplo, sí están en la agenda extranjera, tales como políticas públicas, el aborto, la santidad entre otros.
Según una encuesta de Meganálisis, de agosto de 2022 y aplicada a 1.017 personas de todo el país, 80,7% declaró que la mayoría de los miembros de su hogar practicaba el catolicismo; 13,95% dijo que su religión era la evangélica, es decir, que siguen las enseñanzas de Jesucristo; mientras que 4,3% dijo que en su casa eran ateos. 0,87% aseveró que puertas adentro en su vivienda se practica el judaísmo.
En tanto, el Informe 2021 sobre libertad religiosa internacional, estima que 17% de venezolanos se identifica como evangélico.
De acuerdo con Spirito, el gobernante Nicolás Maduro no quiere modificar el país, sino ganar adeptos entre los distintos sectores que numéricamente superan a la oposición. Recuerda que en el pasado el expresidente Hugo Chávez «maldijo al estado de Israel» y que fueron estos grupos sociales los primeros que se fueron del país cuando «empezaron a ver que Chávez intento dividir Venezuela entre el bueno, el malo y vio a los judíos como enemigos».
Evangélicos independientes
Nelson Sevilla, integrante de la junta directiva del Consejo Evangélico Venezolano, aclara que el gobierno de Nicolás Maduro no ha tenido acercamiento con todos los sectores. Recalca que aunque respetan las posturas individuales, la institución que representa no comulga con la relación Estado – Iglesia.
«La iglesia debe superarse a sí misma», añade. Desconoce cuántas personas se han beneficiado del bono del buen pastor, al tiempo que enfatiza en que no es la mayoría de los evangélicos del país, pues el beneficio lo otorgan de forma discrecional a quienes se prestan para los intereses del Estado.
«Lo que sabemos es que la mayoría no está en esa carrera y esa disposición», señala Sevilla.
Sobre la rehabilitación de templos evangélicos por parte del gobierno, insiste en que el Consejo Evangélico Venezolano respeta las decisiones de los demás, pero explica que las congregaciones se sustentan de tres maneras: por medio de los diezmos, que es cuando algunos de los integrantes de las iglesias donan 10% de su salario de manera mensual o como mejor lo prefieran; la segunda por medio de las ofrendas, que no tienen un mínimo o un bono en específico; y por las «primicias», que es el aporte que personas dan «de los primeros frutos de su trabajo, empresa o negocio».
De acuerdo con el vocero, es de esa manera en que pagan los locales alquilados donde se congregan o hacen eventos, además de otros gastos. Para Sevilla, la iglesia evangélica es fiel a sus principios de ser independiente, pese a que en la actualidad muchas no tienen recursos para autosustentarse.
Brujim habaím. Con estas palabras en hebreo nos recibieron en la Gran Sinagoga Tiféret Israel de la Asociación Israelita de Venezuela, institución que agrupa a los judíos sefardíes, es decir, a aquellos descendientes de los expulsados de España y Portugal en los siglos quince y… pic.twitter.com/FkP0ujpomu
— Nicolas Maduro Guerra (@nicmaduroguerra) April 11, 2023