¿Hay complicidad en torno a la acusación contra Christian Zerpa?
El presidente del TSJ, Maikel Moreno, señaló que el magistrado Christian Zerpa, era investigado desde el 23 de noviembre del 2018, fecha en la que fue remitido su expediente al Consejo Moral Republicano, presidido por Tarek William Saab
“Como consecuencia de las reiteradas denuncias que funcionarias de su despacho habían formulado contra él, por conductas indecorosas e inmorales en detrimento de un grupo de mujeres que hacían vida laboral en su despacho, muchas de las cuales presentaron sus renuncias o debieron ser reubicadas en otras áreas de la institución”, afirmó Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre el magistrado Christian Tyrone Zerpa, quien era investigado por abuso sexual, actos lascivos y violencia psicológica.
Zerpa huyó a Estados Unidos donde ha declarado temer por su vida si se quedaba en Venezuela denunciando que no existe independencia de poderes, que el TSJ es manejado por Miraflores, que Cilia Flores y Elvis Amoroso se aseguran que haya sentencias favorables al gobierno y demás ilegalidades.
Maikel Moreno dijo que Zerpa es un «exmagistrado» y «exfuncionario», pero tal «destitución» no ha ocurrido. En la página web del Tribunal Supremo de Justicia sigue apareciendo -el 6 de enero de 2019- entre el listado de Magistrados.
Según Moreno, las denuncias contra Zerpa fueron remitidas al Consejo Moral Republicano, «para la destitución del funcionario». Tal cosa ocurrió el viernes 23 de noviembre de 2018, dijo, pero el magistrado aún es tal.
Una fuente de TalCual dentro del TSJ desestima las palabras de Moreno y niega que haya existido alguna investigación contra el «desertor». De hecho, informa que Zerpa se plegó a las actuaciones del Poder Judicial y tan solo dejó de asistir a una Sala Plena, la última convocada en 2018. Ocurrió el 12 de diciembre.
En todo caso, si Maikel Moreno dijera una verdad, hay que remitirse a las leyes.
El artículo 33 de la Ley del Poder Ciudadano establece que «una vez recibida la solicitud» para la destitución, el magistrado señalado será notificado para que «dentro de los siguientes ocho (8) días hábiles presente el escrito de descargo correspondiente». Eso se debe realizar en una sesión extraordinaria del Consejo Moral Republicano donde se decidirá su destitución o no, por mayoría simple.
«La calificación de falta grave se llevará a cabo en la sesión extraordinaria que deberá ser fijada en ese mismo
acto, y en todo caso no podrá excederse de los diez (10) días hábiles siguientes».
Es decir, para destituir a un magistrado del TSJ hace falta no más de 18 días hábiles, que pueden acumular cinco más en el caso de que alguno de los miembros del CMR «estime necesario recoger información complementaria».
Pero al 6 de enero, cuando Maikel Moreno hace las revelaciones, no se había hecho público el caso, tampoco se informó si fue presentado el descargo en sesión extraordinaria del CMR en los siguientes ocho días hábiles (hasta el 5 de diciembre de 2018), ni hubo sesión extraordinaria para evaluar el caso (hasta el 19 de diciembre), ni se había solicitado «recoger información cmplementaria», si se había destituido al funcionario, a pesar de que el máximo de 23 días hábiles se cumplieron el 28 de diciembre pasado.
Al 6 de enero de 2019, el presidente del Consejo Moral Republicano, el fiscal designado por la constituyente Tarek WIlliam Saab, no se ha pronunciado en torno al caso.