Maikel Moreno vivió una vida de lujos en su paso por Miami
La fiscal Arianna Fajardo describe que la fortuna del presidente del TSJ Maikel Moreno creció con supuestos cobros de sobornos y por las transferencias del dueño de una televisora. También relata que transfirió a un organizador de eventos de bellezas $40.000. “No tengo nada que ver con eso”, dijo Osmel Sousa, quien admite ser amigo de Moreno
Alianza Rebelde Investiga ARI
El presidente del Tribunal Supremo de Justicia de la Republica Bolivariana de Venezuela, Maikel Moreno, quien se ha mostrado como un antimperialista, vivió una vida llena de lujos en su paso por Miami, donde la semana pasada la fiscal Arianna Fajardo presentó una denuncia por lavado de dinero en su contra.
Fajardo develó que Moreno tuvo cuentas millonarias con más de $3.000.000, gastos de hasta $600.000 en tiendas como las de las marcas Salvatore Ferragano y Prada; costeó por un millón de dólares un avión y piloto privado y realizó “el pago de aproximadamente $40.000 dólares al director de un concurso de belleza en Venezuela”.
Desde 2015, Maikel Moreno está casado con la modelo itala-venezolana, Debora Menicucci. La boda se realizó en República Dominicana. La pareja se conoció cuando la joven participaba en el concurso Miss Venezuela, entonces dirigido por Osmel Sousa, conocido como el Zar de la Belleza.
Menicucci, en 2017, mostró en Instagram una imagen de Sousa junto al coche de su hija, con la leyenda: “Yo tengo un niñero muy particular”, lo que generó críticas en las redes sociales, dirigidas directamente al zar.
El ahora expresidente de la Organización Miss Venezuela no niega su amistad con la pareja Moreno Menicucci. Pero al ser contactado por teléfono dijo, de forma tajante, antes de cortar la llamada: “No tengo nada que ver con eso”.
Al ser consultado sobre si algún representante del gobierno de EEUU lo había citado, Sousa respondió con un escueto mensaje escrito: “No, nunca”.
Se trató de conocer la versión de Moreno, pero desde la oficina de prensa del TSJ no respondieron el correo enviado solicitando una entrevista con el magistrado.
Salario de $12.000 al año y $3.000.000 en cuentas
En el indictment se destaca que en octubre de 2014, Maikel Moreno dijo a las autoridades de EEUU que anualmente ganaba $12.000 por su trabajo como miembro del Poder Judicial en Venezuela. Sin embargo, los investigadores detectaron que entre 2012 y 2016, sus cuentas mostraron un flujo de $3.000.000, es decir, un promedio de $600.000 por año.
De ese monto, al menos $700.000 fueron transferidos desde las empresas Western Cape y Eaton Global Limited, ambas relacionadas con la persona que se le identifica en el expediente como el Conspirador 1. De acuerdo con la descripción realizada en el documento, esta persona es “un exabogado criminalista en Venezuela, que actualmente controla un medio de comunicación en Venezuela”.
La empresa Eaton Global Limited también figura en el expediente introducido en la Corte del Sur de Florida, el 25 de julio de 2018, por el lavado de $1.200 millones de la estafa a Pdvsa. En ese indictment se señala la participación de un dueño de un medio televisivo en Venezuela. Investigaciones posteriores han llevado a determinar que se trata de Raúl Gorrín, presidente de Globovision y de Seguros La Vitalicia, solicitado por EEUU por ser presunto cómplice de Alejandro Andrade.
Para esta nota se trató de entrevistar a Gorrín, pero no hubo respuesta al correo enviado a Globovision.
Cobro de sobornos
Uno de los aspectos en los que más enfatiza el indictment es en el presunto enriquecimiento de Moreno a través del cobro de sobornos, dictar sentencias penales y civiles favorables a quien pagara.
En este apartado del expediente, la fiscal cita a dos fuentes. Un exsocio y un colega muy cercano a Moreno. Ambos describen situaciones en las que presenciaron cómo el presidente del TSJ cobraba sobornos de $100.000 o más para dictar sentencia favorable.
Entre los casos que se detallan, está el del cobro de una coima a un abogado de General Motors para permitir la venta de la planta de la ensambladora de automóviles. Acordaron que le pagarían una comisión del monto final de la transacción.
Además, narra que como parte de un esquema de estafa a Pdvsa, recibió el pago de una quinta ubicada en Alto Hatillo, valorada en $1.000.000.