Mal humor, por Teodoro Petkoff
Vuelve el gobierno a las andadas. Otra vez arremete contra TalCual, utilizando como pretexto, nuevamente, el editorial de los viernes, que, como es sabido, escribe Laureano Márquez. Laureano es un humorista y trata los temas desde una perspectiva de joda. Pero se nota que el gobierno lo que menos aguanta es el humor. Al presidente no le gusta que le mamen gallo.
¡Pero cómo le encanta burlarse, las más de las veces, de modo hiriente e insultante, de sus adversarios políticos, de sus ministros y, sobre todo, de quienes han roto políticamente con él! Si hasta se metió con los «caraquistas», haciéndolos blanco de sus chistes malos; dijo que son «como los escuálidos», lo cual en su boca constituye un agravio mayor.
Sin embargo, la acción que anuncia la minpopo para la Comunicación, apunta, realmente, contra TalCual y no sólo contra Laureano Márquez. Es a nuestro diario a quien quieren borrar del mapa. La vez pasada, la multa de 105 millones de bolívares pretendía quebrarnos económicamente. Lo habrían logrado de no ser por la generosa y masiva respuesta de miles de personas, que contribuyeron para levantar el monto de la multa. Vamos a ver con que vienen ahora.
Desde luego, tampoco es solamente contra TalCual. Todos los medios y periodistas que no se arrodillan ante el gobierno están y son amenazados. Fresco está el cierre de RCTV. Hace pocos días, además, se abrió una averiguación contra el periodista Miguel Ángel Rodríguez, a raíz de una declaración del presidente de Fedecamaras, en el programa que aquel dirige, en la cual éste habría dicho que «la solución es militar», refiriéndose, tal como lo evidencia el contexto de su frase, a «militar en partidos, gremios, sindicatos, etc». Pero la frase ha sido cortada de su contexto en un video que transmite el canal 8, para distorsionar completamente su significado, en un ejercicio cínico de tergiversación.
Del mismo modo, la titular del Minci encuentra en el texto de Laureano significados tan disparatados, que sólo pueden entenderse por la preocupación de la señorita Ekhout ante la posibilidad de que el Jefe le fuera a armar un zaperoco en su programa dominical. Prefirió curarse en salud.
Ahora bien, si a ver vamos, ¿qué puede tener de delictivo que Laureano se haya imaginado el país sin «Esteban» (desde que escribe en TalCual denomina así a Chacumbele)? ¿No se la pasa «Esteban» imaginando al país con él en Miraflores hasta el 2021 (y ahora hasta el 2031)? ¿Cuál es el problema de que por otro lado soñemos con el país sin él, después del 2012? ¿Cuál es el delito de imaginar a «Esteban» sembrando topochos en Sabaneta una vez que deje el poder? «Agresión, provocación e irrespeto a la democracia venezolana» considera Eekhout el texto de Laureano. Proyección llaman eso los psicólogos. Atribuye a otros lo que hace el gobierno.
Decía el general Soublette, presidente de la República en sus comienzos, que lo grave es que el gobierno se ría de los ciudadanos y no que estos lo hagan del gobierno. ¿Conocerá «Esteban» esta anécdota de uno de los próceres de la patria? Debería.