Manuela Bolívar: el Gobierno no tienen límites, no tienen moral.
La dirigente de VP asegura que la situación del país ya no es una crisis y por el contrario pasó a ser una emergencia, «cuando hablo de emergencia lo digo porque todos los días muere alguien por esta situación»
Autor: Esperanza Márquez
Graduada como Licenciada en Psicología, Manuela Bolívar, hizo un programa en Georgetown University en Liderazgo y Convertibilidad global y una Maestría en el IESA, que le permitió ser premiada como una de las cinco estudiantes más influyentes del IESA.
Es diputada en la Asamblea Nacional por el partido Voluntad Popular y reparte su trabajo político con su marido y sus dos hijos Rodrigo Ignacio de 2 años y José Andrés de 1 año que son su mayor motivación.
Manuela, has estado muy movilizada con lo que se refiere a la salud y la alimentación en el país ¿Cuál es la responsabilidad del Estado en este tema?
El Estado tiene la responsabilidad sobre lo que está ocurriendo en materia sanitaria y de alimentación dado que durante mucho tiempo hubo una férrea política de estatización y control, enarbolando el tema de la soberanía y se aniquiló la producción y no solo la producción de alimentos sino también la de insumos médicos, de medicamentos. Hoy por hoy las cámaras farmacéuticas estiman que tienen un déficit de más de un 90 por ciento de este tipo de rubros y, en consecuencia, es muy frecuente ver como la gente se muere porque no consigue un antibiótico, porque no consigue un medicamento para aliviar una afección respiratoria. La realidad de los hospitales deja mucho que desear porque si en la salud privada hoy hay deficiencias, en la salud pública es mucho más agudo el problema porque no solamente faltan estos rubros como antibióticos, insumos médicos, sino que se agudiza más cuando no se consiguen reactivos para exámenes de laboratorio, radiografías, camas, incluso personal médico. Al final lo que se está viendo es un colapso de un modelo que está traduciéndose en el hecho de que la gente no pueda acceder con prontitud a ser atendido médicamente y, por tanto, las probabilidades de muertes se elevan, independientemente de lo que esté asociado a un cuadro, sea un cáncer que son enfermedades más complejas, pero adicionalmente a eso si es una enfermedad tratable como un asma hoy tiene una probabilidad alta de tener un desenlace lamentable como es la muerte, producto de la ausencia de medicamentos para tratar, por ejemplo, las crisis respiratorias.
¿En Venezuela hay una crisis de salud y de alimentos?
Esto ya no es una crisis, aquí hay que dejar la palabra crisis que te designa una alarma, estamos ante una emergencia y cuando hablo de emergencia lo digo porque todos los días muere alguien por esta situación y no es alguien, son muchos. Cáritas estima cinco niños por semana. Las personas trasplantadas no tienen el tratamiento. Yo lo llamaría un genocidio silente y lo digo así porque tiene que haber una intención.
¿Y por qué no se declara la emergencia humanitaria?
Hoy el Estado venezolano tiene la posibilidad de decretar una emergencia humanitaria y permitir la ayuda internacional no sólo de Naciones Unidas sino de gobiernos del mundo para atender este tema y que le permita acompañar en un viraje de un modelo económico distinto y, sin embargo, se niega. Y se niega porque bajo este esquema tienen una intención de dominación social. Esto es perverso y permite categorizar lo que exactamente está ocurriendo que es un genocidio silente.
No se comprende cómo un gobierno utilice estas cosas que tienen un desenlace fatal, como es la muerte por falta de medicinas, sin buscarle solución sólo por mantenerse en el poder.
Eso me lo preguntas así porque tú tienes escrúpulos, yo tengo escrúpulos, por eso es que no es un gobierno es un régimen. No tienen límites, no tienen moral.
¿Qué opinión tienes sobre las elecciones convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente, sobre las diferentes opiniones si se va o no a esas elecciones, sobre si va a haber candidato de la Unidad u otros candidatos que se lancen por su cuenta?
Voluntad Popular sacó un comunicado diciendo que no va a participar porque, además, este no es un proceso electoral porque no está convocado por el CNE, y que debería contemplar una serie de requisitos: tiempos, inscripción de la gente, actualización del RE, es un proceso y aquí lo que estamos viendo es un evento de un dictador que quiere buscar la manera de armar un parapeto y por eso mi partido anunció al país que no participará y así plegarnos a la voz de la Iglesia y de diversas organizaciones incluso a nivel internacional de gobiernos del mundo donde han clamado porque en Venezuela se den unas elecciones competitivas. En ese sentido yo creo que hoy la demanda más que nunca se orienta a que en Venezuela exista un proceso que permita retomar la posibilidad de elegir, que los venezolanos elijan bajo qué modelo quieren vivir y eso no es lo que va a ocurrir en lo que está planteando Maduro. Nosotros como organización política instamos a que nos unamos en un solo frente para enarbolar esta bandera y organizarnos para que se den unas verdaderas elecciones.
Los venezolanos están deprimidos, molestos y dicen que aquí no pasa nada, que la gente ya se acostumbró, los pobres reciben su bolsa Clap . ¿Pasa algo, la gente protesta?
Sí, claro que protesta, este mes van 146 protestas nada más en febrero y eso te habla de un país que está clamando por derechos fundamentales. Son protestas por comida, por salud, por servicios básicos, por efectivo. Todo está colapsado.
¿Qué opinas sobre las declaraciones de la Fiscal Luisa Ortega Díaz de que fue presionada por Diosdado Cabello para la condena de Leopoldo López?
Eso lo que evidencia es que Leopoldo López fue condenado injustamente , es un preso político que está preso por su liderazgo y debe ser puesto en libertad como debe ser puesta en libertad Venezuela completa. En este país todos estamos en libertad condicional y lo que se necesita es un cambio de régimen.
Mensaje final.
Creo que hay que tener ánimo aunque sea difícil todo lo que estamos viviendo, pero hoy más que nunca se hace indispensable la solidaridad y el acompañamiento, acompañarnos todos en las distintas causas, este es un régimen que busca volvernos islas y es indispensable engranarnos, articularnos porque es ahí donde descansa la democracia y es la manera de resistir y yo estoy convencida de que este tiempo oscuro va a pasar y va a pasar más rápido en la medida en que seamos una sola voz, que tengamos organicidad y que resistamos. Aquí hasta sonreír es un acto de resistencia.
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