Marcos Antonio Sabino Gutiérrez, premio Andrés Bello, por Rafael A. Sanabria M.
Hijo ilustre de El Consejo, Marcos Antonio Sabino Gutiérrez está por derecho propio en la nómina de las grandes personalidades del municipio Revenga, por su consagración a la ciencia y la docencia. Su apostolado y su obra han alcanzado el justo reconocimiento de Venezuela, de su pueblo natal y del mundo que le nombra científico y mensajero permanente y depositario de una venezolanidad que eterniza su nombre.
El pasado 5 de diciembre de 2019, día del profesor universitario, Marcos Sabino recibió de la asociación de profesores de la Universidad Simón Bolívar, el Premio Andrés Bello en reconocimiento a sus fructíferas investigaciones en las ciencias básicas.
En esta oportunidad por la publicación de siete artículos científicos en revistas científicas internacionales. Destacándose uno de ellos en una revista de muy alto prestigio en el área de la odontología. El jurado de la mención en ciencias básicas lo consideró como el trabajo más destacado “caracterización físico-mecánica y evaluación biológica de la resina compuesta de relleno a granel, del profesor Marcos Sabino Gutiérrez, del Departamento de Química”. Lo premió por su originalidad, calidad y aportes a un área de investigación de suma importancia y potencialidad en la odontología.
Lea tambén: Disfraz jurídico antiuniversitario, por Gioconda Cunto de San Blas
Aprendió la ciencia no para servirse de ella en provecho propio, sino para practicar a través de ella misma cuanto bien hace, sin preocupaciones de tipo material. Cree que en cualquier puesto donde le tocara servir como profesional, la humanidad es lo primordial y la caridad ha sido su norte en su actuación profesional y ciudadana. Ha tenido el mérito de poner nuestra ciencia al día y al servicio del país.
Hablar de Marcos Sabino es referirse a la probidad, exaltación de la función científica, espíritu público, moralismo relevante, topofilia a granel, filántropo, visión real de la situación científica-social y cultural del país al que sirve, gallardía, alta dimensión humana, sobresaliente trabajo académico y consumado profesionalismo son estas cualidades que destacan en este insigne consejeño orgullo de la tierra de Revenga.
Lea también: Venezuela socialista, ¿somos los más felices?, por Eduardo López Sandoval
Marcos Sabino es Ingeniero en Materiales de la Universidad Simón Bolívar (USB, Caracas), Magíster Scientiarum USB, Doctorado en Química USB, Post-doctorado en bio-materiales (Francia), Post-doctorado en ingeniería de tejidos (Portugal). El científico, investigador, educador y ciudadano que admirablemente se dan en Sabino Gutiérrez, en grado eminente lo consagran como ejemplo permanente para la juventud y el pueblo venezolano, quienes serán los herederos de su obra y de su gloria.
Marcos Sabino es un prócer civil de la ciencia aragüeña, su vida ha estado inspirada en el amor al conocimiento, veneración a la democracia, respeto a la verdad, culto a la belleza, la práctica de la moralidad y la adhesión a la justicia. Su palabra ha sido camino de orientación a todo lo largo y ancho de Venezuela. Su presencia moral un símbolo, un ejemplo puro de abnegación y desprendimiento.
El hoy profesor titular y director del grupo de investigación B5IDA de la Universidad Simón Bolívar, con orgullo en su pueblo natal aplaudimos su merecido Premio Andrés Bello. En hora de elogiar el talento, la creatividad y la invención, Sabino tendrá la primera opción. Ingeniero, Magíster, Doctor, poeta, promotor cultural, miembro de instituciones civiles, culturales y religiosas, fotógrafo …mejor amigo y ciudadano ejemplar, parido y abonado en tierra de claridades, su amistad es un florilegio, su palabra un documento de hermandad clara e irrevocable.
Marcos Antonio Sabino Gutiérrez constituye uno de los valores consejeños y aragüeños de mayor relieve. ¡Enhorabuena!