María Corina Machado y González Urrutia: una campaña sin medios, ni medio
La austeridad, la censura y la autocensura en la campaña se mide en números. No es un hecho aislado que Machado tenga más de 10 años sin ser entrevistada en el principal canal de televisión, Venevisión, y seis años sin estar en la pantalla de Televen
Autores: Daniel Palacios Ybarra / Marisela Castillo Apitz
El legado comunicacional de Venezuela se remonta a una época dorada. Con líneas editoriales diversas, en más de 500 medios de comunicación al servicio de distintas coberturas. Predominantemente electorales, que graduaban la temperatura social de la calle, sellado en papel noticia y en un espectro radioeléctrico libre, que reproducía debates presidenciales y jingles de las principales figuras. Además de un sinfín de afiches y gigantografías que figuraban en postes y vallas.
Nada de esto ahora existe. Sólo una parcialidad política tiene acceso, sin restricción, a todos los elementos discursivos de la comunicación durante esta carrera por la Presidencia. María Corina Machado -quien fue elegida con el 93,13% de la población opositora para ocupar la posición que hoy encabeza Edmundo González- tiene una década sin ser entrevistada en televisión nacional.
La austeridad, la censura y la autocensura en la campaña se mide en números. No es un hecho aislado que Machado tenga más de 10 años sin ser entrevistada en el principal canal de televisión, Venevisión, y seis años sin estar en la pantalla de Televen.
“La última entrevista fue en Canal i, en el programa Francas Noches con Halim Naim, el 14 de marzo de 2023. Tenía dos años seguidos yendo a Canal i. De los canales grandes, el último fue Televen en el año 2017 con Carlos Croes. Luego, el año pasado en 2023, la invitaron dos veces, y ambas ocasiones fueron canceladas poco antes del día de su pauta. En Canal i, la vetaron el lunes 5 de junio 2023, cancelando entrevista en el espacio de Carlos Peñaloza”, comunica la organización Vente Venezuela.
En el caso de Venevisión la invitaron en el 2023, “pero justo el día que iba a grabar la entrevista se fue la luz”, agrega Vente Venezuela. De ahí, más nunca. Los venezolanos no han podido escuchar su voz ni ver su rostro en estos medios de comunicación en alguna entrevista. Ni hablar en el canal del Estado y otros. Todos secuestrados por el partido de gobierno que ni espacio le da a sus propios simpatizantes.
Desarollo electoral
A pocas semanas de la elección presidencial del 28 de julio, las empresas encuestadoras ofrecieron sus datos sobre la posición de los dos principales candidatos.
Por la tribuna oficial figuró la utilización de la icónica marcha musical de Venevisión para simular un resultado que favoreciera al candidato Nicolás Maduro. Acción que fue rechazada por el grupo Cisneros Media en un comunicado, que llama la atención entre expertos de la comunicación.
Para Eritza Liendo, académica y especialista de análisis y del discurso, la utilización de la marcha de Venevisión por parte del chavismo apela a la memoria emotiva, por ser la banda sonora en momentos importantes de alto encendido (o prime time), en las transmisiones del béisbol nacional y el Miss Venezuela. Pero que también hace 20 años servía para editorializar su posición de denuncia ante el asedio gubernamental a través de Conatel y el Ministerio de Infraestructura en los años 2002 y 2003.
“Al candidato que usa esa marcha le importa poco lo que Venevisión represente. Le interesa solamente lo que significa su música como detonante emotivo en eventos de mucha relevancia y trascendencia, bien sea en el deporte, el espectáculo o la política. De esta manera Venevisión hizo lo políticamente correcto al reaccionar y hacer un llamado público de atención. Si el canal 4 no manifiesta su incordio o desagrado ante el uso de su marcha de manera inconsulta, quedaría como si les simpatizara o como si no les molestara del todo que se use su emblema. ¡La marcha de Venevisión es el soundtrack emocional de los venezolanos!”, señala Liendo, licenciada en Letras de la Universidad Central de Venezuela y profesora universitaria.
La posición del canal 4 no sólo la considera apropiada, sino que asoma un distanciamiento de este medio de comunicación, acostumbrado a guardar silencio ante cualquier exceso del chavismo, lo cual, asegura Liendo, “invita a pensar de que por primera vez en 25 años el gobierno no las tiene todas consigo y que algunas cosas pudieran cambiar de cara a este 28 de julio”.
Consultada sobre si es normal la ausencia en medios radioeléctricos de María Corina Machado como sujeto noticioso tras la candidatura de González Urrutia, responde que no. “Obviamente no es normal. Sería tan comparable como ignorar el rol de la Vinotinto en la Copa América 2024. Ningún canal puede alegar que no le gusta ese deporte. Le guste o no el fútbol, la Vinotinto es noticia. Lo mismo pasa en política”, concluye la académica, también periodista y con maestría en Literatura.
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Machado y González prohibidos
En el área editorial, mientras el diario The New York Times de Estados Unidos colocó en la parte inferior de su portada a Machado en la edición del 24 de julio, en Venezuela existe un sólo periódico de circulación nacional no plegado a la línea oficialista: el Diario 2001. Sin duda una combinación de hechos relevantes, que pone a prueba la aplicación de conocimiento de marketing político y manejo de crisis.
“Su posicionamiento comunicacional está asociado a redes sociales y al deseo de cambio. Es una campaña atípica en el entendimiento de la comunicación política. Quizás lo más importante fue esa gira que llevó a la gente a repolitizarse en el interior del país, con un efecto contagio hacia el centro, hacia la capital. Mucho se decía que Caracas contagiaba a las regiones. En este caso fue al revés. Las provincias lograron contagiar a Caracas”, señala Oswaldo Ramírez, de la firma ORC Consultores.
Menos ventanas
De acuerdo con la ONG Espacio Público, desde el año 2012, fecha de la última elección en la que se midió el presidente Hugo Chávez ante el opositor Henrique Capriles, se registran 355 medios de comunicación cerrados. Son 355 medios menos al servicio de los ahora candidatos Nicolás Maduro y Edmundo González. Al igual que para Antonio Ecarri, Enrique Márquez y Claudio Fermín.
En el ámbito de la comunicación institucional resaltan las bajas de Gabriel González, periodista de Vente Venezuela, ahora preso. Asimismo, Claudia Macero, directora de Comunicaciones y Magalli Meda, jefe de campaña de Vente Venezuela. Ambas asiladas en la embajada de Argentina en Caracas y con orden de aprehensión.
Comunicar y persuadir entre tantas limitaciones es todo un desafío. De esta manera lo explica Jennifer López, especialista en comunicación política e institucional.
“Esta cantidad de medios cerrados con relación a la campaña de 2012, representa los esfuerzos por consolidar la llamada ´hegemonía comunicacional´, configuración que ya Chávez había previsto como necesaria para perpetuarse en el poder y que Maduro aceleró tras su muerte. En algún punto de estos 25 años se entendió que la existencia de medios críticos, que pudieran reflejar la realidad del país, era proporcional a tener que lidiar con una población informada y con capacidad para pensar en la necesidad del cambio político”, precisó López, periodista de la Universidad Santa María y especialista en Opinión Pública de la Universidad Simón Bolívar.
Sitios web de los medios independientes Runrunes, TalCual, Analítica y El Estímulo han presentado interrupciones o bloqueos en víspera de la elección presidencial. De igual manera, páginas de las ONG Espacio Público, Medinaálisis e Instituto Prensa y Sociedad. Lo mismo ocurre con organizaciones dedicadas al análisis de datos informáticos y verificación de información: Ve Sin Filtros, Cazadores de Fake News y el Observatorio Venezolano de Fake News. Esto sin explicación alguna desde la estatal telefónica Cantv y operadoras privadas.
En balance se han reportado 60 sitios con bloqueos, que constituye una amenaza a la integridad de la información. En este sentido, una investigación de la firma ORC Consultores revela, con base en una encuesta, los nuevos hábitos de consumo de las audiencias en los asuntos públicos, ante el cierre masivo de medios impresos y el silencio de los radioeléctricos. A la pregunta de ORC: “¿cómo es la forma más frecuente por la que usted se informa en el país?”, el resultado arroja: 46,34%, internet y redes sociales; 14,72%, prefiero no informarme; 11,88%, televisión por cable; 10,67, radio; y 8,39%, televisión abierta, entre otras opciones.
Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, considera que en la posteridad este momento será recordado como el más difícil para la ciudadanía en encontrar fuentes de información confiables. “Estamos en una sociedad donde lo extraordinario no es precisamente lo que haya dicho el candidato de la oposición en una entrevista, sino que ese canal en particular lo entrevistara”, señala Correa en referencia a Edmundo González en Venevisión.
Por eso, conforme cualquier proveedor de bienes o servicios puede ser sancionado o su negocio cerrado por brindar apoyo a la dupla González- Machado, el mismo riesgo corre el medio que dé exposición particularmente a la expresidente de la organización Súmate. “Es una dinámica restrictiva que cuando se castiga a estos comerciantes, también se pudiera castigar a los canales de radio y televisión. Este proceso será recordado desde el enorme esfuerzo de la sociedad venezolana para enterarse de lo que ocurre y del esfuerzo de los periodistas para documentar la emergencia humanitaria”, explica Correa.
La propaganda oficial, el cierre de medios independientes y la legislación en contra de la libertad de prensa a lo largo de las administraciones de Chávez y Maduro han dejado marcas que se reconocen en la sociedad venezolana. Una sociedad censurada, y sin acceso a medios que reflejen la realidad de los ciudadanos, al igual que la oferta de gobierno de los 10 candidatos que figuran en el tarjetón electoral.
La información como derecho en Venezuela se desarrolla entre limitaciones, mientras que sigue restringido el trabajo de la prensa de cara a un proceso de transición a la democracia en medio de una campaña sui géneris, con tantas dificultades como oportunidades y referencial para el futuro. La lectura de la historia ya empezó.