María Corina vs ¿Maduro o Diosdado?, por Ángel Monagas
Twitter e Instagram: @AngelMonagas
Las inhabilitaciones son un tema común en las conversaciones políticas. ¿Cuál será la reacción popular ante una candidata que gane y no le permitan postularse como candidato a la Presidencia de la República? Muchas opiniones sobre esta situación y el manejo de varios escenarios.
Allí, a mi juicio, hay un gran error en el sector opositor que participa en las primarias. Gastar una gran cantidad de dinero, de esfuerzos para lograr un resultado que es obvio, según lo indican todas las encuestas, es innecesario. Ilusionar a los que votaron, para luego hacerlos despertar de ese sueño, me parece un desatino mayúsculo.
Era obligatorio y no estúpido, buscar un consenso. Nos hubiese ahorrado un largo camino que podría coadyuvar en una campaña con la gente, para que reaccionara.
Me indican muchos voceros que le plantearon a María Corina aclamarla, apoyarla públicamente y ella se negó a recibir tales respaldos. Ella no quiere contaminarse con un liderazgo político superado.
María Corina Machado está ganando en todos los escenarios electorales. No obstante, requiere ampliar su base de apoyo y no jugar como lo hizo el excandidato presidencial Rodrigo Hernández en Colombia, soslayando a la vieja clase política, por mencionarlo de una manera.
En la guerra, y la política es lo mismo pero por otros medios, el que no sirve para «matar», sirve para que lo maten.
El ambiente preelectoral
No existe el animus nocendi de la gente contra el gobierno. Definitivamente no los quieren, pero de allí a mostrar intenciones en una protesta, en este instante es pensar «mentiras» como en el dominó. Hay muchas víctimas de procesos pasados como los ocurridos en el 2014 y 2017 por ejemplo. Más de 250 presos políticos. Todos los líderes y dirigentes partidistas están desconectados del sentimiento popular. La gente percibe claramente la manipulación y la mentira y no los veo dispuestos a seguir siendo «carne de cañón» en ensayos previamente fabricados, con la tarea de apoderarse de una vocería. Debe tener mucho cuidado la líder María Corina.
Por ahora, no sé si mañana, los jóvenes, la generación millennials y generación «Z», consideran que la única vía para acabar con el chavismo o madurismo, es huir del país.
Hay municipios que han quedado como cualquier provincia española o italiana, con casas abandonadas y en una que otra, personas de la tercera edad.
Lo que todos los días vemos en nuestras fronteras es asombroso y evidentemente eso es «bueno» para quienes ostentan el poder. Hacer un llamado de protesta, teniendo conocimiento previo que es casi imposible que los «inhabilitados» participen, es un calculismo peligroso. Sobre todo, porque muchos exigen que para marchar o protestar, que las familias, hijos, de los líderes o dirigentes deben ir delante.
Duele afirmar que el pueblo prefiere «morir cruzando El Darien«, que participar en una protesta, donde tradicionalmente se anuncia como pacífica y no termina igual. El tema de la economía prevalece. Un profesor universitario gana 18 dólares al mes, ni hablar de médicos, pensionados, trabajadores públicos, policías, militares subalternos y tropa profesional, entre otros. Los eternos problemas de gasolina, de electricidad, de agua, de la basura que no recogen, la inseguridad, la extorsión, y un sin fin de trabas a una calidad de vida reclamada en cada rincón de Venezuela.
Pisar tierra
No es verdad que exista un respaldo popular hacía el tema electoral. Ese esfuerzo por maquillar una realidad no luce exacto. Al terminar el proceso de inscripciones en el exterior, para participar en las elecciones del 22 octubre 2023, ofrecieron unos resultados que en la actualidad variaron un trescientos por cierto (300%). Es un error copiar modelos de comportamientos oficialistas.
La verdad debe ser el norte y los electores tienen derecho a saber a lo que se enfrentan: No hay fechas, no hay CNE imparcial, ni FANB serias e institucionales ni una justicia «justa». Anunciar llamados de protesta ante un resultado que a todas luces no aceptará el gobierno, es un discurso irracional, que demuestra la falta de estrategias distintas a lo que se propuso en La Salida. Craso error.
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En respuesta al hambre y la miseria, la oposición promete a la gente que para defender a María Corina deben salir a recibir plomo y gas del bueno. No me parece.
Yo no necesito ver encuestas para saber la realidad de mi país. María Corina es en este momento el alfa y el omega. Es totalmente estúpido que precandidatos que ni lastima producen, la obliguen a contarse. El más cercano es Capriles y está a más de 40 puntos de diferencia. La primaria es inoficiosa y no resolverá el problema de fondo.
La estrategia de María Corina
Es obvia e inocultable. A pesar de la molestia que genera en sus rivales, busca erigirse en la nueva y renovada voz de la oposición. Eso lo puedo entender. Sobre todo, porque vienen elecciones de gobernadores, alcaldes, etcétera y ella busca posicionarse, ganar terreno, conquistar espacios. Debe tener cuidado. Camina en el filo de un cuchillo.
Su equipo tiene muchas deficiencias en lo nacional y en las regiones. Muchos no creen en sus ideas libertarias sobre la economía, sino que ven la forma de mantenerse o acercarse al poder: Vienen de AD, Copei, Mas, VP y hasta del chavismo. Algunos independientes no entienden el juego político y no hay tiempo para ensayos.
¿Maduro candidato? y ¿Diosdado también quiere?
Todo indica que el hombre del mazo busca lo que espera desde el 2012. Una cosa me preocupa. La oposición venezolana da por descontada la candidatura de Nicolás y no la veo preparada para enfrentar una eventual candidatura de Diosdado.
Rumores de pasillo hablan del interés cubano en buscar un sustituto, dado el alto rechazo de Maduro. De hecho, Maduro suspendió su programa y también fue a parar a la reunión en la isla. Delcy hacía lo mismo en Brasil con Lula, quien luce como el nuevo jefe de campaña de Maduro.
Diosdado no es Maduro
Es un hombre formado en lo militar y en lo civil. Tiene sus propias estructuras muy bien cubiertas. Siempre lo he visto como el auténtico sucesor de Chávez y, de hecho, la militancia de ese partido lo define como el primogénito de Chávez.
¿Habemus sucesor?
Muchos al leer lo que diré a continuación, quizá me tilden de «loco» y de mil cosas más: Yo creo que la mejor oportunidad para que María Corina sea habilitada es que Diosdado logre la hazaña de ser el candidato. ¿Por qué?
Simple. Aunque no lo digan, es perfectamente lógico que los «maduristas» jueguen tras bastidores a su fracaso. Maduro domina a través de Gladys Gutiérrez el Tribunal Supremo, la fiscalía y el CNE. En ese escenario, surge la historia de Nicaragua y el triunfo de Violeta Chamorro…
Se me acabó el papel…