María Corina y Andrés, por Freddy Núñez

Twitter: @nm_freddy
No voy a invertir ni una línea en detenerme a juzgar las opiniones y actitudes de quienes han hecho del proceso de Primaria opositora un escenario para –de muchas maneras– intentar desestimular la participación.
He dicho innumerables veces en relación a cualquier proceso electoral, que si la oposición logra una unidad nacional verdadera, que vaya más allá de los partidos políticos, que transmita con fuerza al ciudadano la convicción de la imperiosa necesidad de actuar juntos para ser indetenibles, la oposición arramblará con todos los obstáculos reales o imaginarios que construya el régimen para tratar de impedirlo.
Todo verdadero demócrata opositor debe participar en la Primaria que organiza la Comisión Nacional de Primaria (CNP). Quien lance su candidatura fuera de este proceso, trabaja para el régimen. En este sentido, Barinas es un emblema de enorme importancia.
Reconstruyan todo el proceso que se inició en noviembre del año 2021, hasta aplastar al régimen, en enero de 2022. Analicen todo lo que allí ocurrió. Revisen todas las triquiñuelas adelantadas por el régimen y convalidadas por su oficina del tsj.
Concentraron todos los poderes en ese estado, el gran jefe de campaña era Diosdado Cabello, abusaron de todas las formas posibles, amenazaron, chantajearon, tuvieron payasos posando de candidatos opositores, ofrecieron, regalaron, pero no pudieron impedir que el pueblo de Barinas expresara su rabia y su hastío, ante la corrupción y la incompetencia de Chávez, de Maduro y del régimen que ha destruido al país durante casi un cuarto de siglo.
Este capítulo de nuestra historia reciente merece atención y estudio. Barinas demostró además que con un régimen de esta naturaleza la única garantía de triunfo está en la fuerza de la gente y en la absoluta disposición del liderazgo de estar al frente de ella para defender su triunfo en las calles.
Es imperativa la necesidad de elegir un candidato único y unitario que tenga claro que deberá gobernar integrando un gobierno de amplitud nacional. Que hará falta inteligencia para ejercer el poder ejecutivo rodeado de instituciones que dejaron de ser parte del Estado para convertirse en oficinas de Miraflores.
Ello requiere capacidad de diálogo, de búsqueda de acuerdos y firmeza en el respeto a la constitución y las leyes. Claridad en el proyecto económico capaz de generar confianza en los inversores extranjeros y nacionales para el desarrollo de empresas que produzcan empleos de calidad.
Pero muy especialmente asumir como alta prioridad la atención a la crisis social generada por la irresponsabilidad de la kakistocracia que detenta el poder.
El mundo debe percibir con certeza que existe en Venezuela un gobierno unido, que representa a todos los sectores nacionales, esto será clave para concitar el respaldo financiero y político que se requiere para reconstruir al país.
Venezuela tiene que erradicar el populismo de una vez por todas, constituye una lacra que solo ha dejado a través de la historia pueblos hambrientos y «dirigentes» millonarios.
Me preocupa la protuberante indigencia intelectual, la sofocante ignorancia de algunos candidatos que exudan falta de cultura, de lectura.
Pienso que Venezuela puede salir adelante si cuenta con un gobierno capaz de poner en marcha todo el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo, combinadas con un profundo sentido ético del ejercicio del poder.
Debe propiciarse la inclusión social a través de oportunidades para que los sectores más desfavorecidos puedan superarse como individuos y vivir con decencia. Es la creación de una nueva sociedad lo que está planteado, no solo llegar al poder.
María Corina Machado es una mujer inteligente, valiente, creo que junto a Andrés Velázquez, probado luchador social con experiencia en gobiernos regionales y en el área sindical, representan dos visiones necesariamente complementarias hoy, y que podrían orientar al país a un mejor destino con progreso económico y equidad social.
*Lea también: El auge de María Corina, por Gonzalo González
Solo alguien de muy densa ignorancia puede negar que el capitalismo sea el modelo de producción más eficiente. Quienes utilizan como ejemplo a los países nórdicos como modelos socialistas contrapuestos al capitalismo, solo exhiben su desconocimiento de esas realidades.
En esos países como en China hoy, el modelo económico de producción es el capitalismo, solo que en el caso de este último es una versión primitiva y perversa que aplasta todo intento de democracia, viola los derechos humanos y mantiene la dictadura del partido comunista.
Es un pragmatismo condensado en la trillada frase de Deng Xiao Ping, «No importa de qué color sea el gato, lo que importa es que cace ratones». Venezuela tiene como salir adelante, pero requiere un liderazgo deslastrado de las viejas maneras de hacer política, capaz de convocar al país a defender sus derechos, con valentía, a asumir su responsabilidad histórica.
¿Inhabilitará el gobierno a María Corina Machado? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el régimen para impedir la unidad nacional y el revolcón de 2024? ¿Está dispuesta la oposición democrática a impedir más atropellos de un régimen repudiado por más del 80% de los ciudadanos? Con unidad nacional todo es posible.
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