Más riqueza, más pobreza, por Saúl Jiménez Beiza
Twitter: @sauljimenezbei1 | Instagram: @sajidb47
En días pasado un amigo publicó unas cifras en un globo terráqueo de los 8 países con las mayores reservas de petróleo del mundo y me causó una terrible impresión e inicié la búsqueda de otras cifras comparativas en función de ver cuál es el comportamiento de unos y otros con relación a tener esa bendición de tanta riqueza natural y he aquí los resultados del menor al mayor:
N° | PAIS | PRODUCCION | PIB | POBREZA |
8 | Rusia | 80 MM | 12,172,79 | 10% |
7 | Emiratos Árabes | 97 MM | 36.284,56 | 19,5% |
6 | Kuwait | 104 MM | 24.300,30 | s/d |
5 | Irak | 143 MM | 5.049,39 | 18,9% |
4 | Irán | 157 MM | 2.756,75 | s/d |
3 | Canadá | 171 MM | 52.051,35 | 3,5% |
2 | Arabia Saudita | 260 MM | 23.585,89 | 22% |
1 | VENEZUELA | 303 MM | 16.055,65 | 58% |
Estas cifras lo que reflejan que a mayor riqueza mayor pobreza y es una verdad inocultables lo que está sucediendo en Venezuela donde además del petróleo tenemos 47 minerales más, riquezas naturales que se vienen explotando indiscriminadamente como es el caso del oro, bauxita, hierro y carbón, en menor medida el magnesio, caolín, cuarzo, coltan, diamante, mármol y uranio, es decir que nuestro país goza del privilegio de contar con una gran cantidad de minerales en el subsuelo y en los cerros que aun cuando son aprovechados en su explotación no se refleja en la situación económica, social y política en nuestro país.
Es así como en todas las grandes ciudades encontramos inmensos cordones de miseria de familias enteras que están excluidas de nuestra sociedad al contar con ingresos inferiores a 1$ diario y que viven una economía de subsistencia, que además sus hijos, en muchos casos no tienen acceso a la salud, educación, recreación, es factible que muchas personas responderán que la educación y la salud en Venezuela es gratuita y si, debemos responder que es una verdad a medias por cuanto es cierto que existen una red hospitalaria a lo largo y ancho del país, así como también una red de ambulatorios y últimamente la red de Barrio Adentro y médicos comunitarios los cuales están enclavados en muchos de los barrios con su médico y enfermera, en algunos casos con trabajadores sociales que acompañan a las familias en sus cuadros familiares.
Sin embargo al lado de eso debemos señalar que en los hospitales están trabajando con el 40 al 50% del personal requerido por cuanto se viene retirando, bien sea para ir al exterior o para prestar servicios particulares, pues el salario que devengan está en promedio a 2$ diarios.
Es decir, que ese personal está al borde de la pobreza extrema por ingresos y que subsiste realizando otras actividades particulares, además de eso en ninguno de los centros de salud se cuenta con los equipos médicos necesarios, instrumentación y menos aún las medicinas necesarias para el tratamiento adecuado a los pacientes y estos deben ir a clínicas privadas para que les realicen los exámenes requeridos y además comprar todos los insumos y medicinas para el tratamiento desde lo más básico hasta lo más complejo.
En el caso de la educación sucede algo similar, Venezuela por estadísticas de centros de educación pública nadie nos puede raspar, quizás sea uno de los países con mayor número de centros educativos públicos de Latinoamérica, sin embargo la realidad es otra por cuanto se ha ido generando un incremento en el abandono de las aulas por los docentes, quienes además de no contar con espacios aptos para el proceso enseñanza/aprendizaje al tener que trabajar en condiciones no adecuadas por el deterioro progresivo de los planteles educativos, tampoco cuentan con las herramientas necesarias, y si a esa situación le agregamos la grave situación económica que viven los docentes al no tener sueldos (prácticamente subsidian al Estado) y que lo que perciben como salario solo alcanza para pagar los pasajes, esa situación ha generado una deserción de alrededor del 50% del personal docente el cual ha ido buscando cubrir sus necesidades básicas con otros empleos, es así como conseguimos a docentes como taxistas, buhoneros, clases particulares, vigilantes en zonas residenciales, aseadoras en oficinas, en fin una variedad de actividades que muchas veces no tienen que ver con la educación.
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En Venezuela no podemos hablar de cifras reales en educación por cuanto el gobierno no publica cifras oficiales desde el año 2015 y las pocas cifras que se manejan provienen de investigaciones que realizan algunas organizaciones no gubernamentales, eso significa que al no contar con dichas cifras no se puede precisar con exactitud cuál es la realidad de la carencia de personal en educación y cuáles serían las cifras de deserción escolar que se generan por diversidad de razón, entre ellas: no contar con la dotación escolar (cuadernos, lápices, libros, etc.), no tener como cubrir los pasajes para moverse de sus casas a los centros educativos, carencia de alimentación en sus hogares y en las escuelas, si viene es cierto que en teoría se cuenta con el PAE, en la realidad que lo que reciben son 2 o 3 insumos de forma esporádica que puede estar conformado por granos, arroz y pasta a lo sumo.
Otros expertos coinciden en hablar de exclusión y no de abandono escolar, «los estudiantes no regresan a las aulas por voluntad propia sino porque el sistema no garantiza condiciones de vida dignas a los niños, niñas y adolescentes (NNA). La escuela no es capaz de protegerlos y retenerlos».
Saúl Jiménez es presidente de la asociación civil Casa del Nuevo Pueblo-Carabobo/CESAP.
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