Memoria y cuentos 2020, por Naky Soto
Twitter: @Naky
Nicolás volvió a prescindir del mandato constitucional y no presentó su Memoria y Cuenta del año 2019 ante la Asamblea Nacional, como corresponde. Volvió a la asamblea nacional constituyente, la instancia que impuso el chavismo para superponerse al Poder Legislativo. La excusa es que el Parlamento continúa en “desacato”, una medida judicial impuesta por el Tribunal Supremo de Justicia en 2016 que desconoce las decisiones del poder legislativo para impedirle que ejerza las funciones para las que fue electo democráticamente.
Nicolás prescindió de las cuentas, la única variable que permitiría verificar los logros enunciados. Renovó su promesa incumplida favorita, la recuperación económica. Mintió abiertamente sobre su talante democrático y su capacidad de gobierno; fustigó a la oposición y a la comunidad internacional que apoya la causa democrática, y usó el anuncio de elecciones parlamentarias para lograr titulares en medios internacionales.
El imperio recontra ataca
Nicolás dedicó mucho tiempo de su discurso a Estados Unidos, igual para denunciar, que para amenazar o proponer. “Nos hicieron daño en el 2019. El imperio pretende y pretendió atarnos de manos en el área financiera”, dijo, antes de asegurar que fracasaron. Acusó a EEUU del apagón general de marzo, calificándolo como una acción de guerra no declarada, de las muchas que según Nicolás, el chavismo logró desactivar. También acusó a EEUU de
pretender destruir el sistema público de salud “para afianzar la matriz mediática que justifique una intervención a partir de una crisis humanitaria”. Aseguró que el gobierno de Donald Trump ha utilizado “todo su poder financiero, malévolo, para agredir a los venezolanos”, sin embargo le pidió a Trump que no se dejara engañar por Mike Pompeo ni por Elliott Abrams. A este último lo invitó a venir a nuestros barrios para ver la verdadera democracia. “Estados Unidos está a tiempo de corregir el rumbo. Todavía puede asumir los graves errores cometidos e iniciar una relación constructiva con Venezuela”, dijo Nicolás.
Injuriar a la oposición
Nicolás vinculó los sucesos del 5 de enero en la Asamblea Nacional (militarizada por el chavismo) con EEUU y mencionó “la curiosa interpretación que tiene en Washington de la democracia: ellos solo reconocen una elección si la ganan”, en un claro ejercicio de proyección. Denunció que la oposición carece de dirección, patriotismo y de sentido de pertenencia a la República, calificándolos como “fracciones antinacionales” que se ponen de rodillas a las órdenes de Estados Unidos. Llamó a Juan Guaidó mísero cipayo y pitiyankee.
“Nada bueno le da esa derecha a Venezuela”, exclamó, antes de especular sobre el “conflicto nuevo entre la oposición” que podría anular a la Asamblea Nacional. Tan extraña es su postura que aseguró que los diputados CLAP son “dirigentes connotados, de primera línea, y líderes en sus regiones». Pidió a la mesa de diálogo de su oposición prêt-à-porter, canalizar el conflicto generado en la AN por el propio chavismo.
Vengan los que yo quiero
Nicolás calificó a los presidentes de Chile y Colombia, Sebastián Piñera e Iván Duque, como “ridículos”, y aseguró que “le cayó la maldición de Cúcuta”. Dijo conocer los planes desestabilizadores de la oligarquía colombiana y les amenazó con reventarles los dientes. Además aseguró que los gobiernos de la región que interfieren en Venezuela se han estrellado ante la lealtad de la FFAA con el chavismo. En contraprestación a sus agresiones, propuso que se invite a la Unión Europea, la Secretaría General de la ONU, la Unión Africana y la Celac, para asistir como acompañantes (no observadores, ojo con eso) a las elecciones parlamentarias. Pero, los que no entrarán “más nunca, ni por Cúcuta, ni por Puerto Cabello, son la OEA ni Luis Almagro, por ser unas basuras traidoras”.
Los “logros”
Entre toneladas de gamelote y consignas, Nicolás volvió a acusar a terceros de todo lo que no funciona. Se adjudicó unos méritos que no pueden ser verificados o no tienen (ni en el mejor escenario) la dimensión que quiso darles. Entonces:
– Celebró el 100 % de subsidio de los colapsados servicios públicos (electricidad, telefonía, agua, gas, transporte, gasolina, alimentación, salud, educación y vivienda).
– Aseguró que la misión Vivienda ha entregado 3 millones de viviendas, a pesar de que el sector Construcción presenta 96 % de caída en su PIB. Incomprensible.
– Habló de una expansión de la matrícula escolar del 6 %, con más de 10 millones de estudiantes. La realidad es que muchos niños no regresaron a clases porque sus familias no pueden soportar todas las variables necesarias: alimentación, transporte y servicios, entre otras.
– Según él, la alimentación fue prioridad. Dijo que una caja CLAP cuesta $ 30 y que entregaron más de 120 millones de cajas que beneficiaron a 6 millones de familias.
– Se felicitó por haber ralentizado la hiperinflación, aunque haya generado la mayor contracción de la economía de nuestra historia.
– Afirmó que hay apenas 6 % de desempleo versus 60 % de empleo formalizado. La realidad es que en 2016 el Estado dejó de publicar datos sobre la materia, así que puede mentir a placer.
El poder del petro
Nicolás estima que el petro se ha fortalecido y que además “le corta las manos a la corrupción”, por eso y para un uso más eficiente de la única criptomoneda en el mundo que no se mina ni tiene respaldos, decretó hoy:
– Vender 4,5 millones de barriles en petro.
– Iniciar la venta regular de 50 mil barriles diarios, hasta llegar a vender toda la producción petrolera en petro. A ver quién lo paga y cómo.
– Cobrar en petro la gasolina que vende Pdvsa a aviones de rutas internacionales. ¿?
– Que la CVG venda un millón de toneladas de hierro briquetado en petro. Cuando no produce.
– Todos los servicios del Estado cobrados en divisas, pasarán a cobrarse en petro: Saime, Saren, Sapi, Inea, Inac, aeropuertos y puertos. Para ver si obligada, la gente entra en su carril.
Controlar y centralizar
Nicolás anunció la creación del Plan 100% escolaridad, un incentivo especial para las familias que mantengan a sus hijos en el sistema educativo. Entregó a la directiva de la ANC un conjunto de propuestas legislativas y les pidió acelerar su discusión. Según los medios oficiales, las propuestas son:
– Reforma al Código Tributario, para fortalecer el control tributario y las sanciones por incumplimiento.
– Ley de Cartera Productiva, para organizar los financiamientos preferenciales para el sector productivo.
– Reforma a la Ley de Aduanas, para centralizar la gestión de la política arancelaria. Expidió un nuevo decreto que reforma el Arancel de Aduanas para facilitar exportaciones.
– Ley para ordenar la cartera crediticia nacional que privilegie créditos a empresarios “comprometidos con la Agenda Económica Bolivariana”.
El dictador imbécil
“Yo creo en la democracia. Todos los días me llaman dictador. ¿Cómo puede ser dictador un hombre humilde que se educó en las asambleas sindicales?”, disertó Nicolás. Tres minutos después exclamó: “Cuando me llaman dictador ofenden al pueblo de Venezuela, ¡imbéciles son los que califican a Venezuela de dictadura!”. Tan consistente es un talante demócrata que expresó sin prurito su ilusión por poder rendir cuentas el año próximo ante una nueva Asamblea Nacional chavista. Diosdado Cabello anunció una sesión especial en el Palacio Federal Legislativo para mañana miércoles, así bloquea la sesión anunciada por Juan Guaidó. Cabello pidió a las comisiones de la ANC tomar el Palacio todos los días.
…
Nicolás mencionó como 10 veces que en los próximos días presentará las siete líneas estratégicas de su plan de trabajo de 2020. Hoy pinceló cinco de ellas, novedosísimas, audaces, prioritarias: consolidar la paz, disipando las conspiraciones y complots; defender la patria; retomar el crecimiento económico; desarrollar una nueva geopolítica internacional y, transformar el Estado y del gobierno. Nicolás tiene siete años gobernando con poderes especiales, de 2013 a 2015 con Leyes Habilitantes, y desde 2016 bajo la figura del estado de excepción y emergencia económica, haciendo literalmente lo que le da la gana.