Mensaje a Cabello, por Paulina Gamus
Twitter: @Paugamus
A la pregunta de por qué creía que eran tan detestados los judíos, George Steiner contestó: “Porque su identidad étnica e histórica perdura desde hace cinco mil años. El misterio de esa supervivencia es lo que despierta el odio en el no judío, un cierto sentido de lo abominable, y más aún porque el judío ha firmado un pacto con la vida”.
Traigo a colación esa reflexión de uno de los más importantes filósofos contemporáneos, por cierto judío, a raíz de un ataque —siempre con el mazo dando y con mucho odio e ignorancia actuando— del diputado Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), al dirigente de Voluntad Popular David Smolansky Urosa actualmente en el exilio por ser un perseguido del régimen de Maduro-Cabello-Padrino y compañía. Agregué el apellido materno de David porque Diosdado Cabello se aferró adrede al Smolansky, que suena judío por extranjero, y obvió el Urosa muy venezolano.
Los anatemas contra el dirigente exiliado fueron publicados en el diario El Nacional del 2 de febrero último y los resumo así: “Yo no te ataco por tus raíces judías. El pueblo judío es un pueblo bueno, noble. El sionismo sí es malo. No estés diciendo que yo te estoy atacando por tus raíces judías, tú sabes que no es así. Es contigo que representas a ese clan, a esa mafia sionista del mundo», aseguró en el programa semanal Con el mazo dando. Insistió en que la acusación no involucra al pueblo judío. Enfatizó que respeta al pueblo judío y recalcó que el problema es con Smolansky porque él es un agente del sionismo en Venezuela”.
No sé si la ignorancia del diputado Cabello será tan supina como para no saber que el sionismo religioso está unido indefectiblemente a los cinco mil años de historia del pueblo judío y que todas sus oraciones siempre concluyen con la frase “el año próximo en Jerusalén”. El otro sionismo –el político– fue fundado por Teodoro Herzl, un periodista húngaro-vienés (judío bastante asimilado) quien acudió a cubrir en París el juicio contra el capitán Alfred Dreyfus, en 1894. Herzl quedó tan impactado por la tremenda carga antisemita de ese juicio amañado y por el odio antijudío que desató en la sociedad francesa, que en 1896 publicó su obra fundamental El Estado Judío. En la misma desarrolló su convicción de que los judíos solo estarían seguros y serían respetados si tenían su propia patria.
Si volvemos a la aseveración del diputado Cabello sobre la existencia de una mafia sionista de la que David Smolansky es un peligroso agente, comencemos por el “padrino” de la mafia, Teodoro Herzl y luego otros peligrosos integrantes de esa Cosa Nostra o Camorra judía, quienes fueron los fundadores en 1918, 30 años antes de la creación del Estado de Israel, de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
El primer consejo de rectores de la Universidad Hebrea incluyó a Albert Einstein, Sigmund Freud, Martin Buber y Jaim Weizmann. (En Google, usted Cabello, puede saber quiénes fueron esos “mafiosos” sionistas). Ese Consejo y Teodoro Herzl se dedicaron a recaudar fondos para la construcción de la universidad y el 1º de abril de 1925, Albert Einstein dictó la clase inaugural.
Pero allí no terminan las andanzas de la “mafia” sionista. En 1936, el violinista Bronisław Huberman fundó lo que es hoy, 85 años después, la magnífica Orquesta Filarmónica de Israel. Sus integrantes de entonces fueron músicos expulsados de orquestas de Alemania y Austria por ser judíos. El concierto inaugural tuvo lugar en Tel Aviv el 26 de diciembre de 1936, y fue dirigido por el sionista italiano Arturo Toscanini. (Google con usted Cabello). ¿Díganme ustedes, estimados lectores, cuántos países conocen que hayan creado una universidad y una orquesta filarmónica antes de existir como nación?
La tragedia del Holocausto unida al sionismo político hizo que en 1948 la Organización de Naciones Unidas aprobara la partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y uno judío. Venezuela, con la asistencia del canciller Andrés Eloy Blanco (otro sionista), votó a favor de la creación de Israel. Yo era entonces una peligrosa sionista venezolana de apenas 11 años de edad, pero imploraba con mis padres que ese recién nacido Estado judío ganara la guerra contra los siete potentes ejércitos árabes que lo atacaron. Y ocurrió.
Al igual que todos los sionistas del mundo, celebré con júbilo el triunfo de Israel en la guerra de los Seis Días y en la guerra de Yom Kipur. Lloré con todos los ataques terroristas palestinos que causaron muerte y mutilación de ciudadanos israelíes comunes, de mujeres y niños. Me junté con amigos para ver el video de la visita de Anwar El Sadat a Jerusalén que selló la paz con Egipto.
Me enorgullece que Israel sea una democracia ejemplar, la única en el Medio Oriente y un país del primer mundo. Y celebro que ahora, poco a poco, países árabes o musulmanes como Marruecos y Emiratos Árabes dejen a un lado el odio antisraelí es decir, antisionista y antijudío y establezcan relaciones con Israel.
Como usted habrá podido entender, diputado Cabello, yo también soy de la mafia sionista internacional. Pero le aseguro que, debido a mi edad, no represento peligro alguno para la continuidad del régimen de destrucción nacional y de represión general del que usted es miembro protuberante .