Mentira: la FAN no es chavista, por Teodoro Petkoff
Un viejo dicho popular dice “dime de qué te jactas y te diré por dónde fallas”. Nos vino a la memoria oyendo la semihistérica retahíla de veces que Chávez repitió eso de que la Fuerza Armada Nacional “es chavista”. Si hay que repetirlo tantas veces, es porque sencillamente no es verdad. Que hay chavistas en la FAN, no cabe duda. Pero que también los hay que no lo son tampoco cabe duda, así como también es cierto que existe un sector absolutamente institucional, que no asume posición política. De manera que los gritos de Chávez a ese respecto no eran sino parte de su arsenal de aguajes, destinado esta vez a impresionar a sus invitados del Alba y a continuar sembrando temor en la población venezolana, con vistas al proceso electoral de octubre próximo. Era la típica mentira repetida mil veces.
Pero, más allá de la intención política es imposible no referirse nuevamente a la descomunal violación de la Constitución Nacional que significó esa cantinela. Es difícil saber si los mandatarios de los otros países del Alba conocen la Constitución venezolana. Si la conocen, obviamente actúan como alcahuetes o cabrones de Chávez, aplaudiendo y felicitando lo que a todas luces configura una crasa violación de la letra y el espíritu de la Carta Magna. Es lo más probable, porque es difícil que sus embajadas no les hayan informado de esta conducta atorrante de nuestro primer mandatario.
Ya hemos citado muchas veces el artículo 328 de la Constitución, que taxativamente establece el carácter apartidista de la FAN y su condición de institución al servicio de la Nación y jamás al de personalidad o institución alguna. Pero en esta oportunidad queremos explorar un poco el trasfondo político de tan desvergonzada conducta. Es imposible divorciarla de la campaña electoral en curso. Afirmar a voz en cuello que la FAN es “chavista” equivale a consagrar su condición no sólo política sino partidista. El Presidente pretende crear la imagen de un país con dos partidos de gobierno, uno supuestamente “desarmado”, porque en realidad no lo está, el PSUV, y otro, poderosamente artillado, la FAN. No pocos venezolanos sacarán la conclusión de que Chávez está preparando el arrebatón del 7 de octubre, si pierde –como perderá– las elecciones. Simultáneamente refuerza en sus seguidores la idea de que no hay de qué preocuparse: a la hora de la verdad no serán los votos los que decidirán sino la bronca voz de las armas.
Pero no hay que tenerle miedo al miedo. Todo eso debe ser visto como “guerra psicológica”. Chávez está trabajando la mente de sus opositores; está tratando de debilitar su moral y de generar un espíritu derrotista. Pero hay una pieza que falta en su ajedrez. Es falso que la FAN sea “chavista” y mucho menos que esté dispuesta a acompañar una aventura golpista, que es lo que Chávez estaría sugiriendo con su retórica. Así como el 4F América Latina salió unánimemente a defender la legalidad y a condenar el golpe de Chávez, esta vez la respuesta sería la misma frente a cualquier tentativa de desconocer el orden constitucional. Chávez lo sabe. Por eso afirma que entregará si pierde. Todo lo demás es guerra psicológica, para derrotar a sus adversarios antes de la confrontación electoral misma.
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