Meses de represión: chavismo perfecciona detenciones para neutralizar la organización
En los meses de enero, mayo y octubre se han registrado los mayores picos de represión durante 2025, por medio de detenciones selectivas y desapariciones forzadas. La ONG Justicia, Encuentro y Perdón ha alertado sobre el incremento de estas prácticas en la última semana. Gonzalo Himiob, director del Foro Penal, considera que «se insiste en generar un ambiente de miedo que mantenga a la población general en silencio». Orlano Moreno, del Comité de DDHH de Vente Venezuela, afirma que «el régimen ha comprobado la efectividad de la neutralización selectiva para silenciar la voz crítica»
La masividad de las detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y otras graves violaciones de derechos humanos en 2024 instalaron un clima de miedo en la población venezolana. Durante este año, el chavismo ha movido sus mecanismos represivos, por medio de arrestos selectivos, no solo para afianzar el “terror de Estado” (como lo denominó la CIDH), sino para neutralizar la organización ciudadana.
Así lo reflejan los datos de Vente Venezuela, el Foro Penal y la ONG Justicia, Encuentro y Perdón sobre el número de detenciones con motivaciones políticas ocurridas entre enero y octubre de 2025.
A principios de enero, el chavismo activó sus cuerpos de seguridad y ejecutó al menos 116 arrestos arbitrarios, entre ellos el de dos adolescentes en Lara y Falcón, según datos de JEP. Todos estos eventos estuvieron relacionados al inicio del año legislativo y la juramentación de Nicolás Maduro para un tercer periodo presidencial, que la oposición considera ilegítimo debido al reclamo de fraude que pesa sobre las elecciones de 2024.
A la par de los arrestos, las autoridades también otorgaron decenas de excarcelaciones a presos poselectorales, una “puerta giratoria” ampliamente utilizada por el chavismo en momentos de tensión política.

Las detenciones selectivas prosiguieron, casi a razón de un detenido por día en base a los registros del Foro Penal, pero en mayo aumentó nuevamente el número de arrestados. Solo ese mes se registraron 59 presos por motivos políticos, según el Foro. Justicia, Encuentro y Perdón contabilizó 69.
¿Qué pasó ese mes? Un nuevo evento electoral. Los comicios regionales y legislativos, donde se eligió por primera vez a representantes locales del Esequibo y el chavismo prácticamente arrasó en las gobernaciones. La oposición liderada por María Corina Machado pidió a la ciudadanía no participar.
En julio se pulsó nuevamente la “puerta giratoria”. Tras un acuerdo con Estados Unidos, la administración Maduro aceptó liberar a 10 ciudadanos estadounidenses y excarcelar a 80 venezolanos por los 252 migrantes detenidos en El Salvador. Tan solo cuatro días antes, el Foro Penal registraba ocho detenciones políticas en una semana.
El Comando Con Venezuela denunció el 22 de julio que se habían contabilizado al menos una veintena de detenciones en tan solo cuatro días. En ese entonces afirmaron que “la represión no cesa, sólo se redistribuye”.
Otra ronda de excarcelaciones el 24 de agosto fue seguida por otra ola de arrestos. 20 detenidos por razones políticas entre el 26 de agosto y el 8 de septiembre. Esos dos meses en total sumaron 41 arrestos, según el Foro Penal. La organización Justicia, Encuentro y Perdón tiene una cifra similar: 48 presos políticos.
El despliegue de Estados Unidos en el Caribe contra cárteles del narcotráfico también aceleró la represión, especialmente en octubre. El Foro Penal registró 54 presos políticos al igual que el Comité de Derechos Humanos de Vente Venezuela. Justamente, la mayoría de los arrestos son de militantes de dicha organización política liderada por María Corina Machado, quien recibió el Nobel de la Paz.
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Justicia, Encuentro y Perdón ha alertado sobre el «preocupante aumento» de detenciones y desapariciones forzadas durante la última semana, tras los arrestos de un periodista y cuatro productores audiovisuales. Estas cinco personas, el periodista Joan Camargo y los realizadores audiovisuales Noel Cisneros, Katiuska Castillo, Ingrid Briceño y Marcela Hernández, fueron liberadas.
Represión en escalada
El abogado Gonzalo Himiob, director vicepresidente del Foro Penal, señala que “identificar los motivos o las finalidades de la escalada represiva siempre es complicado”. Indica que, en primer lugar, “pareciera claro que persiste la intención de desmantelar cualquier movimiento u organización que cuestione o critique al poder en Venezuela”.
A esto, afirma Himiob, se suman los arrestos “indiscriminados y aleatorios” contra personas que “no tienen un papel político preponderante, lo que parece indicar que se insiste en generar un ambiente de miedo que mantenga a la población general en silencio”.
Asimismo, también menciona el incremento de detenciones de extranjeros o de venezolanos con otras nacionalidades. Esto, a juicio de Himiob, “indica que existe la voluntad de utilizarlos como fichas de canje con otras naciones”. Hasta el 27 de octubre, el Foro Penal registró 83 personas con nacionalidad extranjera.
Para Orlando Moreno, coordinador del Comité de Derechos Humanos de Vente Venezuela, si bien 2024 “fue el año de la represión masiva, con un pico poselectoral con miles de detenciones, creo que 2025 es el año de la represión sostenida y, más que todo, focalizada”.

Moreno recuerda que las cifras mensuales varían, pero “el número de presos políticos se mantiene muy crítico, cercano a los 900 presos políticos que es para nosotros la calidad del terror que ha sustituido a la masividad, manteniendo incluso un registro que prueba la sistematicidad de la persecución”.
El coordinador del Comité de DDHH de Vente Venezuela considera que las 54 detenciones durante el mes de octubre muestran “la nueva estrategia de inteligencia por parte del régimen que se debe a dos factores: uno, la caza de liderazgos. El régimen usa la inteligencia de la VenApp, de los sapos cooperantes como líderes de calle, para ir directamente contra figuras clave que disienten del régimen en cualquier espacio, en redes, radio, etc”.
El segundo factor, puntualiza Moreno, “es el efecto sippenhaft, la culpa por parentesco. Secuestran, desaparecen a familiares y esto obviamente infla las cifras y maximiza el pánico social”.
En el limbo legal
Para Gonzalo Himiob no hay indicios de que estas detenciones selectivas vayan a desaparecer en el año. “El régimen ha comprobado la efectividad de la neutralización selectiva para silenciar la voz crítica sin generar el escándalo por detenciones masivas en las calles”, afirma por su parte Orlando Moreno.
Mientras tanto, los detenidos se enfrentan a un limbo legal. El representante del Foro Penal destaca que ha sido difícil verificar si los procesos penales avanzan o no en tribunales, debido a la “imposibilidad de los abogados de confianza de los detenidos de ser designados y tener acceso a las causas, y después porque se ha hecho costumbre la realización de actos procesales de manera “telemática”, sin que los detenidos sean siquiera trasladados a los tribunales”.
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El coordinador de Vente Venezuela precisa que “el sistema de justicia está sometido al poder político. Prácticamente estos procesos se caracterizan por el retardo deliberado y la opacidad total. No existen abogados privados y muchas de las causas son muy tardías”.
Esto, reafirma Moreno, “es un desastre por donde se vea. La asistencia legal privada está sistemáticamente obstruida, se les niega acceso al expediente, la comunicación es nula. Esto ayuda a que el régimen pueda sostener sus acusaciones de terrorismo sin un contrapeso legal. Estos procesos en sí mismos son un acto de represión”.
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