Mirémonos en Perú, por Teodoro Petkoff
El pueblo y Toledo impidieron el fraude
¿Cómo se puede confiar en un régimen cuyo congresillo no sólo destituye un alcalde a menos de 2 meses para las elecciones, sino que designa como alcalde interino a la misma persona que es candidato MVR a ocupar ese cargo? Si esto no es un ventajismo y uso abusivo del poder, ¿cómo se podría denominar? Este es precisamente el punto en relación con el tema del CNE. Si por una Alcaldía en la capital del más pobre y atrasado de los estados del país, Tucupita, la gente del régimen, es capaz de producir un atentado tal a las normas más elementales del respeto al derecho ajeno, ¿es acaso descabellado imaginar que en una elección dónde está en juego la presidencia de la República, es decir, el poder, pueda producirse una tentativa de fraude masivo, a la peruana? Más allá de las personas que integran el organismo, los intereses que están en juego son tan grandes que, al igual que en 1952 con el golpe perezjimenista el CNE podría ser obligado a convalidar un fraude, aún si sus integrantes, en lo personal, no estuvieran de acuerdo con ello. Esto, para pensar lo mejor de las personas que lo componen y no atribuirles, a priori, una intención fraudulenta desde ya. Es perfectamente posible imaginar que en el congresillo muchos de sus miembros, si no la mayoría, comprendieran, en su fuero interno, que esa designación de Tucupita es una verdadera vagabundería, sin embargo, la aprobaron.
Por eso es que el llamado de atención de la Conferencia Episcopal es absolutamente pertinente. Estamos en una situación en que el equipo arbitral está integrado por jugadores de un solo de los equipos competidores. Pertenezcan o no MVR, para nadie es un secreto que todos los miembros del CNE tienen fuertes lazos con el chavismo en general y con Don Corleone en particular. Pero lo más grave no está allí, sino en la infraestructura técnica del CNE, que es donde se pueden hacer las trampas concretas. De una de las direcciones del MVR, cuyas siglas con DINAPI, encabezada por Omar Mezza, fueron transferidos al CNE las siguientes militantes del MVR: Omar Rodríguez como miembro principal; Yadira Vargas como secretaria del CNE; Elizabeth Mijares como Directora de Partidos Políticos y el General retirado Ramón Guillermo Santéliz como Director de Registro Electoral. O sea, todo está en manos del MVR. ¿Estaba viendo visiones visiones la Conferencia Episcopal? Como decíamos ayer, hay que reaccionar ahora y no después que nos metan el Chuzo. Seguid el ejemplo que Lima nos dio.