Mitad de año, por Marisa Iturriza
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Mayo, magallo,
el mes de los gallos.
Guarda pan pa´mayo
y malojo pa´tu caballo…
Ante inconvenientes que pudieran presentarse, por ejemplo lluvias intensas, ese versito llanero recomendaba ser previsivos durante mayo, mes que recién finalizó y que aquí se inicia celebrando de primero el Día del Trabajador, con las marchas usuales de los trabajadores expresando las aspiraciones de siempre y con la resignación de lo que hayan conseguido, si es que consiguieron algo de lo solicitado y si es que tienen empleo.
La verdad es que es un mes hermoso, durante el cual en muchas partes del país se festeja religiosamente la Cruz de Mayo de diversas maneras y la naturaleza nos obsequia con flores y frutos ricos, por ejemplo mangos que ¿por qué no los procesamos, exportamos y no dejemos que se pudran? miles, montones, tantos que provocaron la admiración del cubano Cabrera Infante por su cantidad, variedad y frecuencia.
Siguiendo con lo de las fechas, otra que se estableció fue nada menos que el Día de la Madre; también el Día del Artista Plástico, que además es el del cumpleaños de Armando Reverón; el Día de Los Museos; más el muy merecido Día de la Enfermera y otros que se le escapan a la (des)memoria.
Y estando en la mera mitad del año, para no ser menos que el mes de mayo, en junio se celebra el Día del Padre (naturalmente si hay madre hay padre como sea) y también eventos como Corpus Christi y los Diablos Danzantes en Yare, además de San Antonio, evocado para conseguir pareja y encontrar objetos perdidos y San Juan tradicionalmente homenajeado en Curiepe, actividades que venían afectadas por la situación del país pero luego mucho más por las limitaciones debidas a la pandemia del coronavirus.
De repente he aquí que un zar todopoderoso ordena a miles de conciudadanos que –en vez de disfrutar de esta parte del año– invadan a Ucrania, por lo que los ciudadanos invadidos se ven obligados a defenderse con resultados lamentables para ambos grupos, compuestos seguramente por individuos contemporáneos y probablemente con intereses similares.
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Y lo que son las cosas, parece que en cierta forma eso nos favorece porque podemos venderles petróleo a clientes que si pagan y por ahora se nota un ambiente menos tenso aunque las cosas siguen igualitas, o sea agua escasa, electricidad irregular, transporte caro y ausente, metro inseguro, de medicina ni hablar, la oposición dispersa, y ya estamos en la mitad del año.
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