Modelos de vacunación anticovid-19 en América Latina, por Marino J. González R.
Twitter: @marinojgonzalez
La prioridad de políticas públicas en América Latina en la actualidad es el control de la pandemia. Los efectos sufridos en la región, en términos de casos y muertes, así como en el deterioro social y económico, han sido extraordinarios. La prolongación de esta situación en los próximos meses no puede sino complicar más las condiciones de vida de los latinoamericanos. Afortunadamente, la existencia de varias vacunas contra covid-19 debería facilitar el control de la pandemia en el menor tiempo posible.
La efectividad de la vacunación anticovid-19 es muy heterogénea en la región. Las condiciones estructurales, especialmente los niveles de protección financiera y la cobertura de servicios, pueden afectar el desempeño de la vacunación anticovid-19 en los sistemas de salud. Sin embargo, dada la especificidad de las actividades para la administración de vacunas, es posible que se puedan realizar con rapidez los ajustes requeridos en las políticas.
Siendo que el objetivo central es alcanzar la cobertura en el menor tiempo posible, es prioritario realizar el seguimiento regular de las vacunaciones.
Dos factores son cruciales para lograr la cobertura de vacunación anticovid-19 en el menor tiempo posible. El primero de ellos es la disponibilidad de vacunas. Para ello los gobiernos deben concertar los acuerdos respectivos, tanto para las vacunas provenientes de las empresas productoras como para las obtenidas a través del mecanismo Covax. La disponibilidad, a su vez, está determinada tanto por la anticipación de estos acuerdos como por los procesos para el abastecimiento oportuno de vacunas. Es decir, para evitar el incumplimiento o retraso en el cronograma de suministro de vacunas.
El segundo factor es la capacidad de administrar vacunas. En aquellos países con mayor fortaleza y cobertura de los servicios de salud pública se puede esperar que tendrán también mayor rapidez y efectividad en el cumplimiento de la meta. El número de vacunas administradas diariamente con respecto a 100 personas es un indicador adecuado para discriminar esta capacidad. Los países que se acerquen al 1% de vacunados diarios tienen mayor capacidad de gestión que aquellos con 0,1%, por ejemplo. El tiempo que les tome a los países alcanzar el tope previsto de este indicador, es también expresión de las capacidades institucionales de cada sistema de salud.
Si se combinan ambos factores (disponibilidad de vacunas y capacidad de gestión), los 20 países de América Latina se pueden clasificar, al día de hoy, en cinco grupos. La composición de estos grupos puede variar en la medida que los sistemas de salud modifiquen la disponibilidad y las capacidades de gestión como resultado de las políticas implementadas. En otras palabras, esta clasificación debe considerarse dinámica. De hecho, todos los países deberían tomar decisiones que los acerquen a la máxima disponibilidad de vacunas y a la máxima capacidad de gestión. Las brechas de disponibilidad y capacidad de gestión determinarán que algunos países tarden más tiempo en alcanzar la meta de cobertura.
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El primer grupo está conformado por países con disponibilidad de vacunas para el total la población objetivo y que registren al menos 0,5 vacunaciones diarias por cada 100 personas. En este momento, solo Chile se encuentra en este grupo. Esto significa que Chile podría ser el primer país de la región en alcanzar la meta de cobertura, posiblemente para mediados de 2021. En consecuencia, los aspectos del control en los cuales se tendría que concentrar Chile serían alcanzar el máximo de cobertura anticovid-19 en toda la extensión del territorio, así como implementar medidas para la detección precoz de casos en poblaciones no vacunadas y en viajeros que ingresen al país. Obviamente, también Chile estaría en posibilidad de enfrentar los retos de la pospandemia en el sistema de salud con mayor rapidez.
En el segundo grupo se encuentran países con disponibilidad de vacunas para toda la población, pero que no han alcanzado al menos 0,5% de vacunaciones diarias. En este grupo se encuentran República Dominicana y Perú. República Dominicana cuenta con la disponibilidad total si se agrega el 20% de población que sería cubierta por el mecanismo Covax. En el caso de Perú, la cobertura total se alcanza sin incluir el mecanismo Covax. Sin embargo, la capacidad de gestión es muy diferente entre ambos países. Mientras República Dominicana tiene 0,43% de vacunaciones diarias, Perú tiene apenas 0,03%. De manera que el esfuerzo institucional que debe realizar Perú es mucho mayor, acentuado por la dispersión de la población y la extensión del territorio. Al ritmo actual, Perú puede tardar mucho más tiempo en alcanzar la cobertura requerida que Chile y República Dominicana.
El tercer grupo está compuesto por países que tienen disponibilidad de vacunas superior a 50% de la población (pero no llegan al 100%) y tienen un porcentaje de vacunaciones diarias menor a 0,5. En este grupo se encuentran ocho países que se pueden dividir a su vez en dos subgrupos en función de la capacidad de gestión. En el primer subgrupo están Uruguay y Panamá, los cuales tienen un porcentaje de vacunaciones diarias cerca de 0,3. El segundo subgrupo está compuesto por México, Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica y Bolivia, en los cuales el porcentaje diario no alcanza 0,2. Todos los países de este grupo deben mejorar para alcanzar la disponibilidad total y aumentar el porcentaje diario de vacunaciones, siendo los del segundo subgrupo los que deben realizar mayores esfuerzos institucionales.
En el cuarto grupo están países en los cuales la disponibilidad de vacunas no alcanza para el 50% de la población objetivo y que tienen un porcentaje diario de vacunaciones entre 0,01 y 0,03.
Este grupo está compuesto por Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Venezuela. Estos países tienen una mayor brecha con respecto a los grupos anteriores. Además, la información de vacunas administradas en estos países es muy irregular y probablemente incompleta. En el quinto grupo se encuentran países de los cuales solo se conoce que tienen disponibilidad por el mecanismo de Covax (20%) y que hasta la fecha no tienen reportes de vacunas diarias administradas. En este grupo se encuentran: Cuba, Haití, Honduras y Nicaragua. Entre estos dos últimos grupos suman nueve países de la región. Es evidente, a la fecha, la gran brecha de disponibilidad y gestión que caracteriza a estos países.
De acuerdo con lo señalado, la desigualdad en la evolución de las vacunaciones anticovid-19 en América Latina es muy marcada.
Pocos países están en capacidad en estos momentos de alcanzar la meta de cobertura anticovid-19 en 2021. Es fundamental que los gobiernos de la región tomen decisiones con prontitud para garantizar la disponibilidad total de vacunas y el diseño e implementación de opciones de aplicación que superen las notables restricciones actuales. De lo contrario, la afectación de la pandemia se prolongará con su correspondiente impacto en casos, muertes y deterioro social y económico.
Marino J. González es PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina.
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