Modo de adjudicar diputados nominales acabó con negociación de Mesa de Diálogo Nacional
Establecer el número de 48 diputados nacionales se acordó como un intento de compensar la sobre representación que se ha dado en las últimas versiones del Parlamento como consecuencia de la elección de diputados nominales (por nombre y apellido). Sin embargo, al incrementarse la cantidad de curules a escoger en algunos circuitos llevó al enfrentamiento durante las discusiones y es aún materia a decidir por el CNE
La idea de establecer la elección de diputados nacionales y ampliar el número de diputados a elegir en las diferentes entidades del país y varias circunscripciones de las regiones, generó una fuerte discusión en la Mesa de Diálogo Nacional, conocida como «La mesita», que a su vez daría término a las discusiones en el seno de la misma y dejó como materia pendiente la manera de adjudicar diputados electos en estos casos.
TalCual pudo conocer que, en el seno de la «mesita», se comenzó a discutir la manera en cómo solucionar la desproporción que surgía del sistema electoral, donde se escoge una parte de los diputados a través de listas cerradas, determinándose el número de escaños por medio del método D’Hondt, de adjudicación por cocientes, y también a través del voto directo de elección de candidatos presentados nominalmente, por nombre y apellido.
La desproporción surge debido a que una fuerza política podía obtener todos los diputados de un circuito o una entidad habiendo superado a la segunda así fuera por un punto, logrando una sobre representación en el Parlamento, que favoreció al chavismo en 2010, y a la oposición en 2015; en este último caso obteniendo una mayoría calificada de dos tercios, cuando la diferencia fue de ocho puntos porcentuales, pero la oposición consiguió el 56% de los diputados y el chavismo quedó con 40%.
Diferencias por diputados nominales
De acuerdo a fuentes políticas consultadas, al abordarse el tema en la Mesa, un dirigente de uno de los partidos de oposición allí congregados planteó aplicar el método alemán que consiste en que la mitad de los integrantes de la Cámara Baja se eligen uninominalmente, pero la otra mitad se hace a través de un método de representación proporcional.
El gobierno rechazó la propuesta, pero de ahí surgió la idea de establecer la elección de unos diputados por un circuito “nacional”, que el propio gobierno estableció en 48, aparentemente para compensar las distorsiones de la desproporción.
Sin embargo, otra confrontación surgió al incrementar el número de diputados nominales a elegir en algunos circuitos del país. También para ampliar la representación se acordó aumentar la cantidad de parlamentarios a elegir nominalmente en algunos circuitos, lo que se aplicó en el circuito 4 del Distrito Capital (El Valle, Coche, Santa Rosalía), circuito único de Amazonas, circuito 4 de Anzoátegui, circunscripciones 2, 3 y 5 de Carabobo, circuito 2 de Cojedes, 1 de Tucupita, 1 de Lara, 1 y 2 de Miranda, circunscripción 2 de Trujillo y circuitos 9, 10, 11 y 12 del Zulia.
Pero la confrontación estalló al abordarse el tema de cómo se adjudicaría el total de parlamentarios electos, ya que cada elector ejerce varios votos (según el número de diputados a escoger en el circuito determinado). Algunos sectores de la oposición plantearon que debía aplicarse el método D’Hondt de representación proporcional también en dichos circuitos (el partido de más alta votación se adjudicaría el primero y, a menos que duplicara a la siguiente organización, ésta última se llevaría el segundo, y así sucesivamente.
Sin embargo; desde el gobierno se insistió en que los nominales se eligen por mayoría y que el partido que obtiene la mayoría entonces se lleva la cantidad de curules a escoger, lo que fue rechazado de plano por los partidos de la mesa de diálogo con el argumento de que ampliará las distorsiones que siempre ocasionan los diputados nominales (porque un partido puede llevarse varios circuitos con una diferencia mínima y tener entonces todos los diputados correspondientes sin que haya proporcionalidad alguna.
Siempre según las fuentes consultadas, allí terminaron las negociaciones en el seno de la misma, al punto que es todavía una materia a resolver por el Consejo Nacional Electoral y que pudiera generar una polémica posteriormente si no se hace de manera que las diferentes partes consideren satisfactoria.
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