Morgue de Bello Monte espera por las dos sucursales prometidas
Casi como regalo de Navidad, Carmen Meléndez, entonces ministra de Interior y Justicia, cortó la cinta de apertura a la Morgue de El Llanito, al este de Caracas. Era 26 de diciembre de 2014: «Hoy inauguramos (…) como parte del nuevo plan de fortalecimiento del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf)», escribió en su cuenta en Twitter, bautizada como @gestionperfecta.
Ese acto fue meramente simbólico. Año y medio después, la infraestructura no recibe cadáveres.
La «gestión perfecta» de la almirante Meléndez dejó pendiente esta materia. Ella no ha abandonado la administración pública: en marzo de 2015 asumió el Despacho de la Presidencia y desde 2016 es diputada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Una nota de prensa del Ministerio de Interior y Justicia fechada en noviembre de 2014, daba cuenta del interés que tenía la ministra en abrir este centro forense. «Estas actividades forman parte de la transformación que la ministra Meléndez tiene previsto realizar para lograr la efectiva transformación de los cuerpos policiales que hacen vida en el país», decía el escrito, que reseña una visita de la almirante a la morgue de Bello Monte y a la nueva Medicatura Forense de El Llanito.
Pero, la materia pendiente es más compleja: la inauguración del centro forense de El Llanito formaba parte de un plan macro que, con la creación de otra morgue al oeste de Caracas (Caricuao), pretendía descongestionar el único centro que recibe cadáveres en la capital, ubicado en Bello Monte.
VIEJA PROMESA
La morgues de El Llanito y Caricuao serían inauguradas en diciembre de 2012, de acuerdo a una información publicada por Últimas Noticias. El retraso en la apertura, según daba cuenta la nota periodística publicada en enero de 2013, se debió a «razones técnicas»: un transformador que faltaba y una cava propia para la sede del oeste de Caracas, sumado a detalles menores en la instalación que se habilitaría en el Este.
Las demoras no son nuevas. Ya en febrero de 2012 el diario Últimas Noticias daba cuenta de la alarma de los vecinos de Caricuao, quienes rechazaban que se pretendiera instalar una morgue en las adyacencias de la UD7. Entonces, se dijo que en dos meses estaría lista la estructura que funcionaría en la sede del Cicpc en el sector Ruiz Pineda para albergar a los cadáveres provenientes de las parroquias Maracao, Antímano y La Vega.
Así como en 2012 los vecinos protestaron en Caricuao, también ocurrieron manifestaciones en contra de estas instalaciones en 2013 y 2014. En el caso de El Llanito, incluso la alcaldía de Sucre , en manos del opositor Carlos Ocariz, cuestionó la inauguración del centro: «La obra infringe el artículo 84 de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística, pues el depósito de cadáveres se encontraría en una zona tipificada como residencial de viviendas multifamiliares», afirmó Juan Carlos Vidal, entonces jefe de la Oficina de Ingeniería Municipal.
«Esto es deterioro para la calidad de vida, pero, al final, uno no sabe qué hacer porque aquí ni te preguntan ni te hacen caso a la queja», le declaró a El Universal, Leila Marín, residente de la UD7 de Caricuao. La oposición principal en esta zona es que la morgue funcionaría al lado de un ambulatorio, dos planteles educativos, una iglesia, un centro comercial y un mercado popular.
INSISTENCIA Y RECULE
En el despacho de Interior y Justicia se hicieron oídos sordos al rechazo de los vecinos. La Asociación de Propietarios e Inquilinos de la Urbanziación El Llanito intentó en 2012 una acción de amparo ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia contra la construcción de la morgue, pero el recurso fue declarado inadmisible por la magistrada Gladys Gutiérrez, alegando que no se habían agotado todas las vías judiciales antes de llegar a su despacho.
Es más, el alcalde Ocariz incluso propuso que la medicatura forense se edificara en los terrenos aledaños al Coliseo, donde funciona la sede de la policía municipal; o en las cercanías al terminal de Oriente, en la autopista que comunica Caracas con Guarenas. Ninguna de esas opciones fueron consideradas por Meléndez, tampoco por Tareck El Aisami, quien la había antecedido en el cargo.
La almirante quiso matizar, sin embargo, que el centro de El Llanito también serviría para la formación de 186 patólogos, que trabajarían en las 54 sedes del Senamecf, como parte de un convenio con las universidades nacionales. Eso lo declaró el propio día de la inauguración del centro en 2014.
La insistencia del Gobierno nacional por habilitar estos espacios quedó en el refrigerador, casi como los cadáveres que allí pretendían examinarse. La morgue de Bello Monte sigue siendo el centro que recibe los restos de ciudadanos que fallecen de forma violenta en toda la capital, que en junio pasado, según publicó Runrunes, alcanzó la cifra récord de 500 personas.
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