Movimiento Democracia e Inclusión califica como golpe de Estado lo ocurrido en la AN

Lamentan que diputados opositores se hayan sumado a ese golpe de Estado del oficialismo
El Movimiento Democracia e Inclusión (MDI), considera que los hechos protagonizados por el régimen de Nicolás Maduro el pasado domingo 5 de enero en la Asamblea Nacional constituyen un golpe de Estado a la voluntad de los venezolanos, según un comunicado.
Esto, luego de que el oficialismo, secundado por diputados opositores acusados por corrupción, juramentara de forma fraudulenta una nueva directiva de la Asamblea Nacional
A continuación el texto íntegro:
El 5 de enero de 2020, fuimos testigos de un Golpe de Estado al parlamento venezolano. Pero no solo han golpeado a la Asamblea Nacional, han golpeado también a la voluntad de todo un país, han golpeado a la ética que debe imperar en quienes hacen política, para que la ciudadanía tenga confianza en quienes representan su forma de ver las cosas.
Ha sido increíble ver, como a punta de golpes una GNB al servicio no del país, sino de rodillas a las familias de la mafia venezolana que hoy administran el erario público, impidieron el ingreso de diputados opositores y de los medios de comunicación, pero que paradójicamente abrieron un canal libre a diputados del mal llamado bloque de la patria, al bloque del maletín y a los medios de comunicación afectos a la dictadura. Solo así, lograrían lo que muy vergonzosamente habían planificado días antes, y que consumaron en esta gris tarde caraqueña; un Golpe de Estado a la Voluntad de la Ciudadanía venezolana.
Han golpeado la moral de la gente, con un plan de desgaste y desesperanza, en donde nos han mantenido sin servicios básicos, sin un sistema de salud adecuado, sin alimentos, sin posibilidad alguna de desarrollar un plan de vida, sin esperanza, sin la capacidad de soñar con un futuro posible.
El golpe ha sido de tal magnitud, que nosotros, los venezolanos de a pie, hemos venido normalizando y hasta adaptándonos a vivir en la ignominia impuesta por los golpistas que a diario se burlan de nuestra necesidad.
Somos testigos de cómo han venido gestando su Golpe a la soberanía nacional mediante la concesión de nuestras riquezas a cuanto grupo irregular les sea útil para sembrar miedo a la población.
Nos golpean de forma inclemente, mediante su aparataje comunicacional, perfectamente diseñado para la promoción de la desinformación, a tal punto, de fomentar el constante enfrentamiento entre nosotros mismos, victimizándonos sin siquiera darnos cuenta; todo esto en medio de un contexto de situaciones idóneas para el engaño, cuidadosamente ideada detrás de la cortina de hierro y monitoreada con éxito desde el caribe.
El golpe ha sido certero a nuestras familias, quienes han tenido que cargar con el dolor de la separación. Los arquitectos de esta aberración apostaron por vaciar al país de la posible amenaza creíble de un pueblo dispuesto a levantarse, y que frente a un enemigo maquiavélico y armado hasta los dientes, sucumbió a la necesidad de ir en búsqueda de un sueño más allá de sus fronteras. El golpe a nuestra dignidad ha sido forjado por quienes han visto en esta dura crisis el “Efecto Perfecto” para llenar sus bolsillos con monedas, producto de la inmoralidad. Los hemos visto en las noches caraqueñas, ebrios de victoria, adoloridos de tanto reír frente a la desesperanza de toda una nación que hoy pide una transformación verdadera de su clase política.
Nos golpean con las luces que desde lo alto del hotel Humboldt, alumbran las oscuras calles de Caracas, como si se tratase de hacernos entender, quienes están en las alturas y quienes estamos siendo pisoteados.
Desde el MDI, el mensaje a la ciudadanía venezolana, es y será, que nos mantengamos en pie de lucha, firmes en la esperanza de construir un país mejor, organizándonos cada día más, y preparándonos para esa nueva Venezuela que se nos viene más temprano que tarde.
Hablamos de una Venezuela que se diferencie de ese país de antivalores que pretenden imponernos aquellos que orquestaron, mediante el bloqueo de avenidas y mediante la cultura de la trampa, el golpe al parlamento venezolano y a la voluntad de todo un país.
El nuevo país que se encuentra a la vuelta de la esquina, deberá ser el reflejo de toda la necesidad ética, cultural, espiritual, educativa y moral que asumimos hoy en nuestra ambición de edificar una mejor nación. Estamos obligados a hacer de Venezuela un país no solo de oportunidades, sino de ciudadanos dispuestos a labrar desde cero, y fomentando el valor del trabajo honesto y duro, la nación que sueñan y merecen.
Han golpeado todo, menos nuestra determinación a ser libres.