Muere un segundo niño migrante de Guatemala en custodia de la Policía Fronteriza de EEUU
El menor, tras hora y media y prendido en fiebre, fue dado de alta. En la noche, su cuadro clínico empeoró y al ser llevado de vuelta al centro de salud, perdió la vida
La Policía Fronteriza de Estados Unidos emitió un comunicado -conocido el 26 de diciembre- para informar que un niño de 8 años, procedente de Guatemala, murió en un hospital de Nuevo México mientras estaba bajo la custodia de EEUU.
De acuerdo al diario El País, es el segundo menor migrante que fallece en menos de un mes mientras estaba bajo arresto. Al parecer, el pequeño comenzó a mostrar unas «señales de posible enfermedad», por lo que fue trasladado a un hospital en la localidad de Alamogordo.
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El diagnóstico fue «un resfriado», para lo que le recetaron antibióticos e ibuprofeno. El menor, tras hora y media y prendido en fiebre, fue dado de alta. En la noche, su cuadro clínico empeoró y al ser llevado de vuelta al centro de salud, perdió la vida en Nochebuena.
Indicaron que una investigación será abierta para determinar qué fue lo que ocurrió.
Entretanto, la Cancillería de Guatemala solicitó una investigación «clara» y en «resguardo» del debido proceso acerca de la muerte del niño, del que aún se desconoce su identidad y cómo llegó al lugar.
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La causa de la muerte «está en investigación», sostuvo la Cancillería, que ya pidió una respuesta acerca de la muerte el 8 de diciembre de la menor Jakelin Caal Maquín, quien 48 horas después de haber sido detenida junto a su padre en la frontera de EE.UU. murió en similares condiciones.
En declaraciones a Efe, el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, consideró que la muerte de un segundo niño guatemalteco bajo custodia de las autoridades estadounidenses «enciende todas las alarmas sobre las políticas migratorias» del presidente de EE.UU., Donald Trump.
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Vivanco pidió entender este suceso como parte de las duras políticas implementadas por Trump: desde la separación de familias inmigrantes en la frontera hasta la restricción al derecho al asilo.
Es necesario, en opinión de Vivanco, una «investigación creíble, seria y confiable» tanto sobre la muerte del pequeño como sobre las condiciones en las que son detenidos los menores migrantes, y consideró que esa responsabilidad podría ser asumida por el nuevo Congreso, que será instalado en enero.
Con información de El País y EFE
