Mujer y política, en Venezuela, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
¿Realmente las mujeres influyen en las tomas de decisiones? Esta es la primera interrogante que se me viene a la cabeza cuando pienso en la participación femenina en el quehacer público nacional nuestro. Partamos del hecho que ha sido una lucha en cámara lenta que hoy nos permite ocupar cargos de administración pública, pero siempre en condición de inferioridad, es decir, otro tipo de exclusión.
¿Cuán efectivo ha sido el tema de la paridad en este sentido? Hagamos un paneo rápido y revisemos cuantas ministras hoy componen el gabinete ministerial, revisemos la lista de gobernadoras, alcaldesas y concejales; electas en la última elección regional y local (noviembre de 2021), amén de que la escogencia y ascensión al poder no siempre se traduce en toma de decisiones reales, cuando la subordinación al otro género es lo que prevalece.
*Lea también: Comprometidos con el desarrollo, por Griselda Reyes
Voy más allá: ¿Cuáles partidos políticos, de un lado y de otro, están realmente capitaneados por mujeres? ¿Qué estructuras partidistas les da realmente relevancia para los temas vitales? ¿Dejaron de ser las féminas el relleno para declaraciones de menor relevancia relacionadas a temas del género y/o domésticos? Estas son otras de las preguntas que se me vienen a la cabeza sobre este tema.
Una gran estudiosa de este tema, nuestro tema, y defensora de los intereses del género: Evangelina García Prince; en múltiples estudios publicados hacía referencia a que debíamos partir del hecho que en una República con dos siglos de independencia, las mujeres habían logrado la participación electoral, más de un siglo y medio después.
Aquí un breve hilo que ilustra el tema de derechos políticos en nuestro país: Lea AQUÍ
«Las venezolanas obtuvimos la condición o status jurídico de «ciudadanas» en 1947, cuando la Constitución aprobada ese mismo año, estableció la universalidad del derecho al voto. Anteriormente, éramos simplemente «habitantes» de la República de Venezuela».
Evangelia García Prince, 2012.
Si nos comparamos con otros países de la región, en Venezuela nuestras mujeres tienen –en promedio– 29% menos posibilidades que los hombres de tener igualdad de oportunidades en la educación, la economía y la política. Así lo reseña el último Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial correspondiente a 2022. Yo creo, muy honestamente, que esto es el origen de todo.
Hay quienes reseñan un tema que miramos con cautela: la subrepresentación política de las mujeres. Ponen su foco de atención en la ausencia de mujeres que hayan logrado asumir la primera magistratura de la nación, cosa distinta a los países de primer mundo.
Esto resulta un tema gravemente sensible para quienes, además de sentirnos orgullosas de haber nacido mujeres, creemos fervientemente en la capacidad de nuestro género para hacer prosperar a un país. Somos de quienes comulgamos que el rol de las mujeres es fundamental en coyunturas de crisis política, económica y social como la que vive Venezuela.
Hasta la saciedad hemos peregrinado en que las mujeres siempre son más productivas, por su naturaleza, en la resolución de conflictos y procesos de diálogos. Por eso no podemos defender que en todo el largo proceso que ha vivido Venezuela hoy señalemos con pinzas las mujeres que han sido realmente protagonistas, y en este sentido hacemos mella en el tema de sin ningún tipo de subordinación.
Estoy convencida, y en esto me permito hablar en primera persona, que debemos unir todos los esfuerzos para avanzar en la lucha que años atrás un grupo de mujeres valientes dio en función de la paridad de género que se materializa hoy en las maquetas electorales.
Pero más allá de esto, no es un tema de que nos regalen los espacios, es un tema de crear la conciencia necesaria para que entiendan la necesidad de incorporarnos como iguales con actores políticos. No se trata de ser relleno confiando en quedar de suplentes de cualquier cargo de elección popular. Es hacer prevalecer que tenemos la misma o mayor capacidad que los hombres.
Esta debe ser una de las deudas a saldar como país para la generación de relevo que viene. Estamos obligados a permitir que la mujer deje ser 5, 12, 0 18% de los cargos electos democráticamente. Representamos cerca del 50% del padrón electoral nacional y esto debemos hacerlo ver reflejado en la toma de decisiones reales.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo