Mujeres, inspiración y tesón: carta abierta a las mujeres venezolanas, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Por años hemos visto como los hombres han protagonizado las luchas políticas más álgidas. Históricamente hemos sido relevadas de este quehacer, al estigmatizarnos de la forma más banal por un tema de género.
Yo soy Griselda Reyes: empresaria, profesional, madre, hija, hermana, amiga y ahora candidata a la alcaldía de Baruta, pero ante todo, soy mujer. Una mujer con toda la intención de centrar mis mayores esfuerzos en hacer posible que el municipio Baruta cambie y se transforme en la entidad de progreso, paz y bienestar, donde todos quisiéramos vivir.
Soy una mujer que defiende a capa y espada la equidad de género, pero más aún, que insta a que nos preparemos para asumir los retos que supone ejercer la gerencia pública.
¡Amigas! Esto no se trata de aceptar u ocupar porcentajes tipificados en instrumentos legales – la paridad de género que exige el CNE –. No, es la obligación que tenemos de capacitarnos para atender lo que la ciudadanía nos reclama.
El Poder Electoral, con la vista puesta en el futuro, promueve la obligatoriedad de que la mitad de los cargos a elegir sean ostentados por féminas. Pero a pesar de ello, las principales maquetas electorales están encabezadas por hombres. Esta es una lucha profunda que debemos seguir dando, todas y unidas.
Por eso estas líneas pretendo hacerles un llamado, a ustedes, mujeres venezolanas, mucho más allá del tema electoral. Hoy, más que nunca, debemos hacernos parte activa de las soluciones reales a los problemas de nuestras comunidades y ponerle, sobre todo, mucho corazón y empeño, porque lo que se hace con amor, siempre genera frutos dulces.
Según Naciones Unidas, las mandatarias que han enfrentado desde el poder y con mayor éxito la pandemia de la covid-19, se han caracterizado por su capacidad de liderazgo, firmeza, elocuencia y empatía con los más vulnerables. Este es un ejemplo de lo que podemos hacer por nuestra gente.
Pensando en la necesidad de afianzar la voluntad de nuestros ciudadanos, puse mi nombre a la orden de todos los baruteños, sin excepción. Como madre, empresaria, ciudadana y mujer criada en este municipio maravilloso, sé lo que nos urge atender y resolver.
A todas ustedes, desde las jefas de consejos comunales hasta las presidentes de asociaciones de vecinos, las invito a crear un frente común para seguir trabajando por el municipio, porque me consta lo que cada una de ustedes hace, desde su radio de acción, en beneficio del colectivo.
En las zonas populares son ustedes, amigas, quienes coordinan la entrega de las bolsas de comida; quienes están pendientes del suministro de gas doméstico; quienes organizan el reparto de agua potable de los camiones cisternas; quienes acuden a asear las escuelas municipales y a preparar los alimentos que nuestros niños requieren para su desarrollo y crecimiento.
También son ustedes quienes organizan talleres que permitan mejorar la calidad de vida de sus vecinos; y quienes, preocupadas por las consecuencias de la pandemia, han improvisado salones de clase en sus viviendas para garantizar que los más pequeños no se queden sin conocimientos.
En las urbanizaciones son ustedes, amigas, quienes presiden y forman parte de la mayoría de las asociaciones de vecinos; quienes velan porque el agua de los tanques se ponga en los horarios correspondientes; quienes están pendientes de que las áreas comunes estén en buen estado; quienes denuncian ante las redes sociales las fallas permanentes de los servicios públicos como agua, electricidad, vialidad, semáforos, transporte y saneamiento ambiental; y quienes además acuden a las instancias correspondientes para presentar las quejas.
La mayoría de nosotras somos madres y siempre estamos allí, pendientes de que nuestros muchachos coman lo mejor que puedan, jueguen y anden por el camino del bien; con el “bendito sea Dios” en las gargantas cuando vemos que llegan sanos y salvos a casa; con el “Dios te bendiga” en la boca cuando salen a clases o a trabajar; con la palabra o el accionar oportuno para corregir un comportamiento inadecuado de los muchachos; con el abrazo necesario para reconocer sus logros y progresos.
Pero además, siempre tenemos tiempo para velar y atender a nuestras parejas sentimentales; a los adultos mayores, bien sean de la familia o vecinos que quedaron solos por la migración forzada que ha vivido el país en los últimos seis años.
Muchas con títulos profesionales, otras sin ellos, pero todas con el mismo ímpetu de salir adelante y de tener oportunidades para el desarrollo de nosotras y de nuestras familias.
Aspiro llegar a la alcaldía con la venia de todos los baruteños, pero especialmente con el apoyo de cada una de ustedes, líderes y vecinas de nuestra comunidad, para ejecutar desde allí una gestión de puertas abiertas donde todos sumemos.
¡Mujeres! Todas tenemos la capacidad para hacer grandes transformaciones desde nuestros espacios de lucha: vecinal, comunitario, municipal, regional y nacional. No hay excusas para cambiar nuestra realidad. ¿Mujeres en cargos de poder? Claro que sí.
Ejemplos sobran de grandes féminas que desde la política, la ciencia, el arte y un muy largo etcétera han cambiado a la humanidad. Si ellas pudieron, nosotras también. Venezuela ha parido a mujeres como tú y como yo, que han dejado en alto nuestro gentilicio. Sigamos su ejemplo y seamos inspiración y tesón.
Y culmino estas líneas con una frase de Indira Gandhi, estadista india, la primera ministra de su país, entre 1966 y 1977 y considerada una de las mujeres más influentes del siglo XX: “Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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