Nahum Fernández tiene llenas de cráteres y basura las calles donde se crió
Nahum Fernández se crió por las calles de Prado de María. Aquellas veredas que rodean la iglesia La Milagrosa vieron al ahora jefe de gobierno del Distrito Capital caminar, quizá rodar en bibicleta o jugar alguna pelotica e’ goma. Por allí, de hecho, todavía vive su familia en la casa que lo albergó.
Pero él ya no reside en el lugar. Y como que tampoco visita mucho porque no hay explicación para que esa zona de Caracas esté tan abandonada.
Esas calles, y muchas otras que conforman todo Prado de María, Nuevo Prado y Los Rosales, están llenas de huecos. Por allí no se ha hecho un asfaltado desde hace más de tres décadas en algunos casos. El asfalto que queda tiene las huellas de tanta dejadez.
El tema de la basura es aún peor, porque la recolección ni siquiera ocurre en todas las calles. El camión pasa por las principales vías nada más, y los vecinos han tenido que organizarse para arrastrar sus bolsas incluso por varias cuadras, o pagarle a algún mortal que haga la tarea especialmente si se trata de personas mayores que no pueden asumirla.
Pero a Nahum Fernández el asunto como que le tiene sin cuidado. Y no es porque no se lo digan, sino porque al parecer no está en su radar.
Los vecinos de Prado de María asumen que el chavismo los tiene castigados porque allí el PSUV ha salido derrotado electoralmente en alguna oportunidad. Y que no es nuevo, que ya con Érika Farías como alcaldesa el desinterés era evidente. Pero recuerden al gran Don Ramón: «la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena».
Ahora Nahum Fernández está llamado a ocuparse, así como la alcaldesa Carmen Meléndez a quien nunca han visto por ahí. Y señalamos al jefe de gobierno porque cuando los vecinos reclaman algo siempre sale algún burócrata a responderles «eso hay que canalizarlo a través del Estado Mayor»… es decir, del gobierno de Distrito Capital.
Los vecinos, y su propia familia, lo esperan.