Nancy Hernández: «Al apoyo técnico del CNE a las primarias no hay que tenerle miedo»
Aunque afirma que no hay recetas para las primarias, Nancy Hernández de Martín, quien fue miembro de la Comisión Electoral de la MUD para el proceso de 2012, destaca la importancia de aspectos como la planificación, las reglas claras y el respeto a las normas acordadas para la celebración del proceso. Muestra preocupación por la fragmentación opositora. En entrevista con TalCual, indica que no hay que temer al apoyo técnico del Consejo Nacional Electoral (CNE) porque dentro de la oposición debe haber claridad en que el proceso le pertenece
Las elecciones primarias anunciadas por la Plataforma Unitaria para escoger al candidato presidencial que se medirá con el gobernante Nicolás Maduro se realizarán «en algún momento» de 2023. Hasta ahora, la coalición opositora no ha anunciado la fecha de este proceso, cuyo mecanismo y características son parte del debate político.
En junio, el secretario ejecutivo de la Plataforma, Omar Barboza, señaló que designarán una Comisión Electoral Nacional de Primarias, integrada por «personas honorables, con credibilidad», por cuanto la oposición aspira a que el proceso genere confianza, a los candidatos y a los electores, en que ofrecen garantías blindadas.
En sus anuncios, el dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT) también se refirió a otro de los aspectos que genera diferencias entre las organizaciones políticas como lo es la solicitud de apoyo técnico y logístico a organizaciones dentro y fuera del país, como el Consejo Nacional Electoral (CNE). En tal sentido, enfatizó que la decisión corresponderá a la Comisión Electoral.
Sobre la asesoría técnica y otros aspectos neurálgicos del proceso, TalCual conversó con Nancy Hernández de Martín, quien formó parte de los equipos que organizaron procesos en 2008 y 2012.
En 2008, la coalición de partidos que fue la simiente de la Mesa de la Unidad Democrática, organizó primarias para la definición de algunos cargos para las elecciones regionales de ese año. En 2012, la MUD constituyó una Comisión Electoral, presidida por Teresa Albanes, que organizó primarias para escoger al candidato presidencial unitario Henrique Capriles. Estas fueron las últimas elecciones en las que participó Hugo Chávez.
En las primarias de febrero de 2012, Capriles obtuvo la victoria con 64.2 %, en un proceso en el que la participación fue de 3.059.024 electores, un 16.5% del padrón electoral,16.79 %. Para el proceso opositor, el CNE autorizó usar 3.707 centros de votación en todo el país y 7.691 mesas de sufragio. Además, hubo votación en más de 80 ciudades en 31 países.
Nancy Hernández de Martín, quien fue directora general del CNE de la Comisión de Participación Política y de Financiamiento, destaca que uno de los pilares de las primarias de la MUD fue la autonomía, credibilidad y la experticia de la Comisión Electoral. Defiende también aspectos como la planificación, las reglas claras y el respeto a las normas acordadas para la celebración del proceso. Asevera que las primarias proyectadas de cara al 2024 son posibles, pero deben atenderse varios aspectos.
Al mismo tiempo, Hernández aclara que no existen recetas para estos comicios, aunque, sí tiene peso el contexto, el cual ha variado desde 2012. En este punto, resalta que las primarias deben ser asumidas como un proceso organizativo fundamental para las presidenciales de 2024 y no como un proceso para favorecer a determinados partidos y candidatos.
Subraya que, sobre todo en 2012, existía la voluntad política de buscar mecanismos unitarios de participación porque estaba muy focalizado cuál era el adversario.
—En 2008 y 2012, ¿cómo fue el proceso para llegar a la celebración de elecciones primarias?
—Es una cosa importante porque el contexto es distinto, en eso no hay recetas. En 2008, veníamos remontando la cuesta de una abstención importante que se dio en el año 2005 y que dejó a la alternativa democrática de Venezuela sin ningún tipo de política y sin presencia en los espacios de representación popular, todo fue cedido a la tendencia oficialista.
En el 2006, se comienza a conversar con todos los partidos políticos ante ese casi suicidio colectivo, si se toma en cuenta que la abstención no es un elemento organizador, y una parte importante la tuvo el Grupo de La Colina que comienza a conversar. A partir de ese momento, se crea un primer ensayo exitoso en 2008, donde se hicieron primarias en ocho estados del país para elegir candidatos a diputados y solamente se hizo para los cargos nominales. En el resto de los estados hubo consenso.
El eje transversal de este mecanismo de participación era tantas primarias como fueran necesarias, tanto consenso como se pudiera. En esa oportunidad, y en 2012, quienes conformamos la Comisión Electoral de las Primarias teníamos buenas relaciones con las organizaciones políticas de la MUD.
—¿Cómo se logró llegar a las primarias de 2008?
—Primero, había una gran preocupación por ver cómo se rescataban espacios que habían cedidos por la no participación electoral. En segundo lugar, había una voluntad política en ese momento, y más en 2012, de buscar mecanismos unitarios de participación porque estaba muy focalizado cuál era el adversario. En este momento no tengo claro si esto está claro.
—¿Esa voluntad política no existe actualmente?
—No me atrevería a decir esa parte; pero sí creo que hay una fragmentación que es distinta a las diferencias. Las diferencias tienen que presentarse porque para eso es la democracia. Pero la fragmentación de los partidos distintos al oficialismo, y dentro del oficialismo, está muy grande en este momento.
La realización de las primarias en 2008 dio pie a un resultado exitoso en el sentido de que, en el 2010, en las elecciones parlamentarias, se logró el 52% de los votos. No se logró la mayoría simple en la Asamblea Nacional porque el sistema electoral venezolano, que es una de las cosas que tenemos que revisar también con el contexto, en ese momento no permitió la representación que corresponde a esos votos porque el venezolano está votando dos veces en un mismo proceso para un mismo órgano de poder público.
Para la Asamblea Nacional ahora el elector vota por el voto lista y vota por el voto nominal. Antes no era así, un voto era adjudicado proporcionalmente: 40% para la lista y 60% para nominales. Ese triunfo llevó a que se consolidara y se diera lo que hace cualquier organización política en un proceso electoral que va a elecciones por dos cosas, una para ganar y también para crecer y fortalecerse.
En ese momento se logró fortalecer y seguir con una misma política con miras al 2012, cuando había, prácticamente, una megaelección. Se elegía presidente de la república, gobernadores y alcaldes y concejales.
—La claridad en el objetivo y la experiencia de 2008 impulsaron, entonces, las primarias de 2012.
—Con esa demostración de que con organización se podía avanzar, la MUD se llenó de entusiasmo y ganó muchos adeptos y se le dio una bandera de lucha a los sectores democráticos de que unidos se podía vencer. Se fue creciendo, fortaleciendo, se creó la expectativa de la gente que se podía ganar.
En ese momento, la Comisión Electoral de Primarias que participó para 2008 era relativamente pequeña. En 2012, la comisión fue muchísima más amplia porque, salvo escasas excepciones, se llevaron en todas las instancias para elegir candidatos a alcaldes, a gobernador y a presidente de la república. Eran muchos los aspirantes. Necesariamente hubo que ir a primarias, fueron pocos los consensos.
—¿Cómo se armó la logística para las primarias de 2012?
—Primero, empezamos a trabajar un año antes. En mayo de 2011 fuimos juramentados como miembros de la Comisión Electoral de Primarias. En julio de 2011, nosotros teníamos instaladas todas las juntas electorales de primarias en el país. En agosto de ese año, terminamos de instalar las juntas de primarias en el exterior. Eso fue un gran voluntariado. Allí nadie cobró nada por ser miembro de junta y de la comisión.
—¿Y cuánto costaron esas primarias?
—No tengo muy claro, pero yo sé que fue muy debajo de medio millón de dólares. Los candidatos a las primarias debieron pagar una cuota. A los candidatos a presidente se les exigió un millón de bolívares. En ese momento, se les pidió un poco menos a los candidatos a gobernador, quizás 250 0 100 mil bolívares, en el caso de los candidatos a alcaldes, eran tantos, que apenas con cinco mil bolívares se podía optar.
Además, hubo gente con recursos que aportó voluntariamente. Eso nos permitió a nosotros organizar las primarias y solicitar al Consejo Nacional Electoral que nos diera el apoyo técnico. A ese apoyo técnico del CNE no hay que tenerle miedo.
—Usted dice que no hay que tenerle miedo al CNE. Hay varios sectores de la oposición y de la sociedad civil que objetan el apoyo técnico del Poder Electoral. ¿Qué ventajas hubo de la asesoría del CNE en las primarias de 2012?
—En primer lugar, es mucho más barato un proceso de primarias con el apoyo técnico del CNE que sin ese apoyo. En segundo lugar, hay toda una infraestructura que se nos permitió utilizar para establecer los centros de votación y las mesas electorales para poder llevar a sitios ya conocidos por el elector para que pudiera elegir los candidatos que iban a ser postulados por la MUD a los diferentes cargos. Al conocer donde voy a votar, yo como elector tengo un camino conocido.
Aquí se ve la diferencia con los mecanismos de consulta que se dieron en julio de 2017 y luego en diciembre, no fueron elecciones, sino mecanismos de consulta que escaparon al control riguroso de un elector, un voto. Allí se podía firmar en cualquier lugar, no había garantías de control y de que la firma se corresponda con un número real de participantes.
En cambio, si tengo un Registro Electoral (RE) con cuadernos de votación, se hace la nucleación alrededor de ellos y los electores de dos o tres centros van a votar en un solo centro de acuerdo con lo que yo, como Comisión de Primarias, organicé y eso no me lo va a dar el CNE. Uno tiene que saber que en este proceso hay presiones de ambos lados. Pero, ese es nuestro proceso y las leyes las aplicamos nosotros, ustedes nos prestan asesoría técnica y el Plan República nos presta el apoyo que sea necesario. Nunca dejamos en manos del CNE nada que no fuese aprobado previamente por nosotros.
Por otra parte, en aquel tiempo, el prestigio de la MUD y de cada uno de los precandidatos fue importante, y el hecho de que estuviera el CNE, de alguna manera también le daba la idea a los adversarios de la Mesa de la Unidad Democrática de que el organismo estaba de por medio y que no podían sabotear el proceso, aunque intenten sabotearlo, eso es esperable.
La composición del CNE en 2012 era de 4 a 1. El único rector no militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) era Luis Emilio Rondón. En este momento, tenemos dos representantes de la sociedad civil que no obedecen a orientaciones del partido oficialista.
Ellos tienen un problema en el CNE y es que no han cumplido con la Ley Orgánica del Poder Electoral al resolver el problema de la principal que fue pasada al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y hay que ocupar ese cargo. La negociación con el CNE para las primarias pasa por ver hasta dónde puedo llevar mi apoyo y hasta dónde no.
—¿En qué se basó ese respaldo técnico del CNE?
—Ese apoyo significaba que nos iban a dar los cuadernos de votación, por el Registro Electoral (RE), por estado, municipio y parroquia. Nosotros éramos los dueños del proceso, el CNE solamente presentó la asesoría técnica y logística dentro del territorio nacional, cuando quisimos llevar a esa asesoría al exterior, dijeron que no se comprometían. Hicimos un proceso automatizado en el territorio nacional y, en el exterior, el proceso fue con voluntariado y manual.
Para promover la votación en el exterior —porque ya había habido una migración importante, no esta diáspora como la de ahora — la exigencia era que, para ser miembro de la junta electoral de primarias, debían estar inscritos donde se va a votar. Y estimular a todos aquellos venezolanos que no estuvieran actualizados a que recurrieran al consulado respectivo para que pudiera votar en las presidenciales.
—Así como fue posible hacer las primarias en 2008, pese a que se venía de un proceso de abstención, y luego en 2012. ¿Es posible organizar las primarias para el 2023?
—Es absolutamente posible, lo que pasa es que el contexto varía. Por ejemplo, en aquel momento había un registro de venezolanos con posibilidad de votar en el exterior de, apenas, casi 20 mil electores en todo el mundo. Nosotros con la participación de las primarias y el trabajo cada una de las juntas de primarias en el exterior quintuplicamos ese registro. Para 2012, eran 100 mil venezolanos los que participaron en esa elección del presidente de la república en el exterior.
Pero también había un voluntariado enorme. Estuvimos formando permanente desde el momento en que se instalaba la Junta Electoral de Primarias hasta dos días antes de las primarias para que ellos supieran cómo llevar el proceso. Eso sirvió para que todo aquel que participó, dentro y fuera del país, como miembro de mesa, miembro de juntas, coordinador de centro o testigo por los partidos políticos a que manejaran el proceso porque lo vivieron desde el inicio. Se buscaba que la gente se capacitara y tuvieran unos testigos de primera.
—Usted ha hablado de la voluntad política, del músculo, de la fragmentación. Pareciera que esas primarias del 2023 fueran una labor titánica, aunque no imposible.
—Si se planifica bien, sí. Si se entiende que las primarias son un proceso organizativo importante para el proceso electoral de 2024, si esto está claro, y no un proceso para favorecer al partido A, B, C o para que mi candidato tenga más ventaja, no lo considero imposible. El problema es que he visto muchas declaraciones de diferentes actores tanto de la sociedad civil, como de las organizaciones partidistas, y nadie se pone de acuerdo.
No hay un mínimo democrático que me diga a mí este es la hoja de ruta, con sus diferencias, pero hay un eje central en el cual todos estamos de acuerdo. No lo he visto. Eso es lo que yo siento que es la tarea más inmediata y más difícil de hacer, pero tienen que hacerla porque si no esa fragmentación se va a reflejar en la población.
Un ciudadano que vea una propuesta fragmentada, que da tumbos, que dice una cosa hoy y otra mañana, que se contradice, le quita el entusiasmo a participar en las primarias.
—Además hay algunos precandidatos que han dicho que no participarán en las primarias de la Plataforma Unitaria.
—Esa es otra cosa. Entonces aquí hay una eficaz política desde el punto de vista gubernamental de friccionar y seccionar cuando aquí lo que quieres es tener un presidente distinto a Nicolás Maduro, organízate por eso y que sean respetados los resultados por todos, como ocurrió en 2012, en todos lados.
El reglamento lo elaboró la Comisión de Primarias, lo presentó ante la MUD y todos lo aprobaron, solo se hicieron cambios de forma. A nosotros nos entregaron un papel en blanco y sobre ese lienzo dibujamos todo el proceso, no huno objeciones.
—Un aspecto clave para las primarias es el asunto de la actualización del Registro Electoral, y especialmente, en el exterior.
—En esa oportunidad, nosotros hicimos una línea de acción importante que era estimular a que el venezolano participara. Por ejemplo, en Estados Unidos, que en ese momento tenía relaciones diplomáticas con Venezuela, había manifestaciones en el consulado, cuando les correspondía ir, exigiendo el registro, era una tarea de resistencia, a ver quién se cansaba primero. Como en Australia, donde se organizó una logística, porque es un país muy extenso y se organizaron para trasladarse y poder registrarse en el consulado.
En aquel momento, los venezolanos que participaron en las primarias eran venezolanos que, de alguna manera, tenían estatus legal en el sitio donde estaban, porque tenían residencia allí, estaban trabajando o estudiando allí. En ese momento, esta es una de las cosas que pasa por una negociación política, nosotros pudiésemos argumentar todo aquel venezolano que tenga estatus de permanencia temporal o una solicitud de asilo, ya tramitada y aceptada, eso significa que estás legalmente en el país, sobre todo porque el gobierno sabe que todo aquel que se fue del país, en su gran mayoría, está en contra de este orden de cosas que están pasando aquí en Venezuela.
Pero resulta que eso no es un traslado automático hacia la simpatía de la Plataforma Unitaria, eso hay que trabajarlo. Yo lo que no veo claro, uno, es el músculo de la Plataforma Democrática para llevar a cabo las primarias. Dos, los recursos financieros que tienen que saber cuánto cuesta eso.
Nosotros no fue que fijamos una fecha, no. Empezamos a planificar y a partir de allí empezamos a ver cuáles eran los tiempos que nos llevaba cada actividad y en función de ese cálculo proyectamos una fecha, pero una vez que teníamos claro el proceso de actualización, de inscripción, de capacitación, de consecución, de negociación con el CNE, de buscar los fondos y con los presupuestos. De decir arrancamos en mayo de 2011, en junio tenemos esto más o menos establecido.
Algo muy importante es que la MUD y los partidos nos dieron absoluta autonomía e independencia para actuar. Ninguno de los que estábamos en las Comisiones Electorales de Primaria, ni en las Juntas Electorales Regionales, así como su gran mayoría en el exterior, éramos militantes de los partidos políticos.
—La Plataforma Unitaria ha ofertado una Comisión Electoral de Primarias integrada por «personas honorables y con credibilidad».
—Es fundamental la independencia, la credibilidad y la experticia de la Comisión Electoral de Primarias. Quienes estábamos allí teníamos larga data participando en procesos de la sociedad civil, del movimiento Queremos Elegir, de Ciudadanía Activa, la gente de Súmate, En el caso mío yo vengo del propio órgano electoral.
Independientemente de las simpatías de quienes estaban allí, nuestro trabajo estaba concentrado en que las primarias fueran un éxito. Ese mismo criterio lo aplicamos en las Juntas Electorales de Primarias, en el exterior tratamos en la medida de lo posible y en su mayoría fue así.
—Algunos sectores de la sociedad han propuesto que se permita participar a los inhabilitados en las primarias. ¿Qué tan contraproducente puede ser esto, implicaría ponerse la soga al cuello?
—En el caso de un proceso interno, puede participar todo el mundo. La participación de los inhabilitados es parte de un acuerdo político, pasa por México. Esto pasa por una negociación política porque aquí quien inhabilita es la dirección nacional del PSUV.
Todos los órganos del poder público en Venezuela agarran línea del PSUV. En México también hay que pedir que se estimule el registro de los venezolanos en el exterior; hay que habilitar a todos aquellos porque son delitos políticos. Tenemos venezolanos que están en situación ilegal, un problema con países con los que no hay ni siquiera relaciones diplomáticas.
Pero, por otra parte, la propia Ley Orgánica de Procesos Electorales establece que para ser agente de inscripción y actualización, y miembro de mesa, lo que basta es que seas un venezolano, inscrito en el RE, en la circunscripción y el centro que te corresponda. El CNE tiene la obligación de nombrar agentes de actualización fuera del personal de las embajadas y de consulados.