Ni Colombia, ni Brasil han reportado la presencia de la variante descubierta en la India
Ninguno de los países vecinos de Venezuela ha detectado la variante Delta. En Colombia, hasta la actualización del 25 de mayo, se confirmó la presencia de las variantes Alpha y Gamma, descubiertos en la India
Aunque el domingo 30 de mayo el Ejecutivo nacional anunció que cinco casos sospechosos de la variante Delta (B 1.617, descubierta en la India) ingresaron a Venezuela a través de la frontera con Colombia, en el país vecino no se ha comprobado la presencia de esa variante.
En Venezuela, el sistema de vigilancia genómica, que es lo que detecta las variaciones genéticas del virus causante de la covid-19, es limitado y está centralizado en el Instituto Venezolano de Investigación Científica (IVIC). Es probable que no sea hasta la semana que viene, que haya una actualización pública sobre las variantes del SARS-CoV-2 que circulan en el país.
Hasta ahora, en el país solo una variante ha sido detectada oficialmente, la variante Gamma (B. 1.1.28 o P1 descubierta en Brasil) y en las fronteras con Venezuela no hay estrategia de protección contra variantes emergentes porque hay un sistema de vigilancia genómica limitado.
¿Qué variantes circulan oficialmente en Colombia, Brasil y Venezuela?
En las últimas semanas se han difundido vía redes sociales rumores de la presencia de la variante Delta en Colombia y Brasil, y la posibilidad de que atraviese territorio venezolano a través de Apure o el estado Bolívar.
Sin embargo, oficialmente ninguno de los países vecinos de Venezuela ha confirmado la presencia de la variante Delta en su territorio hasta el momento.
En el caso de Brasil, el 25 de mayo se detectó en 21 municipios de Sao Pablo la variante P4 del nuevo coronavirus que contiene la mutación L452R, misma alteración genética que está presente en la variante Delta, según anunció el vicepresidente de la Sociedad Brasileña de Virología, Joao Pessoa Araújo Júnior. Pero eso no quiere decir que en el país circule la variante descubierta en la India.
Lo que está por definirse aún es si la variante descubierta recientemente en Brasil deriva del mismo linaje de la variante P1 detectada en Manaus. Variante que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) considera ‘de preocupación’.
De acuerdo con la Secretaría de Estado de Brasil, hasta el momento se han detectado únicamente tres variantes de preocupación hasta el 25 de mayo: Alpha, Beta y Gamma. No hay confirmación oficial de que esté circulando la variante P4 en este país.
Hasta la actualización del 25 de mayo, en Colombia se confirmó la presencia de dos variantes del SARS-CoV-2 calificadas como variantes de preocupación, Alpha y Gamma.
En Venezuela solo circula hasta el momento la variante P1 o Gamma, y se están estudiando cinco casos sospechosos de la variante Delta, que Maduro asegura que ingresó al país a través de Colombia sin que el sistema de vigilancia genómica del país vecino haya detectado la variante.
De acuerdo con la OPS, actualmente circulan en el mundo más de un millón de variantes del nuevo coronavirus. Sin embargo, solo cuatro fueron nombradas por la OPS-OMS como variantes de preocupación, y seis de ellas, variantes de interés.
37 países de las Américas han detectado al menos una variante de preocupación hasta el momento. Las variantes de preocupación son: Alpha (B.1.1.7, descubierta en Reino Unido), Beta (B.1.351, descubierta en Sudáfrica), Gamma (B.1.1.28, o P1 descubierta en Brasil) y Delta (B.1.617, descubierta en la India).
Hasta ahora hay evidencia de que las variantes de preocupación detectadas en la actualidad son más transmisibles. Pero no son más severas, ni evaden la respuesta inmune natural o inducida por vacunas todavía.
¿Por qué son de preocupación?
Estas variantes están calificadas por la OPS como variantes de preocupación, porque existe la posibilidad de que no solo aumenten la capacidad de transmisión del virus, sino de que puedan evadir la respuesta inmune natural o inducida por las vacunas.
Por definición general, las variantes de preocupación son aquellas que cumplen con una o más de estas características: hay evidencia de que pueden ser más transmisibles, han aumentado su capacidad para hacer daño, han cambiado la manifestación clínica de la enfermedad que generan, o han generado un problema en que las medidas de salud pública que se están utilizando ya no funcionen de la misma manera, por ejemplo: que el tratamiento ya no funcione, que el diagnóstico ya no sirva, o que la vacuna ya no sea eficiente.
“Por eso estamos pendientes de cualquier cambio en la epidemiología del virus, un aumento inusual de casos, o cambios en la gravedad de la enfermedad. Estamos trabajando también con el pilar de vacunación para vigilar si en algún momento las vacunas pierden eficacia”, expuso en una sesión informativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el asesor de enfermedades emergentes Dr. Jairo Méndez Rico.
Expertos de la OPS aseguran que la única forma de proteger a los países de las variantes es detener la transmisión del virus a través de las medidas de salud pública que se han comprobado que funcionan.
Deben mantenerse las medidas de salud pública y fortalecer la vigilancia genómica y epidemiológica en todos los países. Los menos desarrollados requerirán mayor asistencia técnica de la OPS.
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