¿“Ni pendiente” con la aberración del 5 de enero?, por Beltrán Vallejo
El país que amaneció en el 2020 es una sucia alfombra por donde pisan las más grotescas ambiciones. El 5 de enero fue asaltado el ente institucional que concentra el mayor acervo democrático desde la revolución francesa, como lo es el parlamento, y este pueblo en su mayoría ni pendiente de lo que ha pasado. Esto es vergonzoso, ya que no se tiene conciencia de las fatales consecuencias que pueda traer este “monagato” del 5 de enero.
Traigo a colación el susodicho “monagato” porque tiene grandes similitudes con el asalto al congreso que orquestó el dictador José Tadeo Monagas, un 24 también de enero de 1848, que generó una trifulca entre conservadores y liberales, resultando en la abolición de ese parlamento, un hecho que marcaría con sangre, pobreza y guerras civiles todo el devenir del siglo XIX venezolano.
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Por cierto, lo del 5 de enero en la sede de la AN fue una operación que sólo agrega más ilegitimidad al régimen madurista, porque que más se puede decir de un mamotreto de directiva cuya pseudo instalación violó el artículo 221 de la Constitución, ya que no tenía el quorum reglamentario, que son ochenta y pico de diputados, porque no pueden hablar de eso mientras se realizaba una operación militar de selección, filtro y bloqueo de diputados en la entrada, donde hicieron pasar a chavistas y traidores e hicieron pasar a un grupo de los nuestros (por eso es que estuvieron presentes algunos de los legisladores demócratas dentro del hemiciclo), y luego cerraron el ingreso para tipo corral de animales no dejar salir diputados ni dejar pasar a Guaidó ni al grueso de los parlamentarios e imponer un quorum ficticio, que no fue verificado, donde no se levantó acta, y que además el circo fue errático también porque violando el reglamento de interior y de debates de la AN, en su artículo 11, en esa sesión ordinaria debió haberse constituido una comisión bajo la dirección del presidente en funciones, es decir de Juan Guaidó, para coordinar el procedimiento de elección de la junta directiva; por lo tanto, lo que hubo en el hemiciclo del parlamento fue nulo de nulidad, y sus actores debieran ir presos, pero lamentablemente estamos en Venezuela, es decir “un estado forajido”.
De manera que el 6 de enero el país sigue siendo un manicomio, con dos presidentes, dos TSJ, dos fiscales generales y tres parlamentos: la aberrante ANC, la pacotilla de parlamento del delincuente Parra y del tartufo Torrealba, y el legal y legitimo parlamento que se instaló ese mismo día en la sede del diario El Nacional, gracias a la valentía de 100 civilistas diputados, que por Dios y la Virgen santísima, le pido a este pueblo que no les dejemos solos.
El 5 de enero se instaló en Venezuela, en la sede de la Asamblea Nacional un parlamento pretoriano, levantado por las bayonetas, y eso significa el fallecimiento de los principios democráticos. El 5 de enero se instaló un parlamento auspiciado por los rusos, quienes según el reportaje de la agencia Bloomberg, ya estaban anunciando desde finales del año pasado que Guaidó no iba a presidir el Poder Legislativo, y que se preparaban a mandar una comisión desde el 6 de enero para involucrarse en proyectos del área energética, por lo que es fácil entender que las marionetas instaladas en el hemiciclo les darán el aval para terminar de entregarles Pdvsa y toda nuestra soberanía energética, y terminar de convertirnos en colonia del pandillero Putin.
Ante todo eso, ¿qué hará el pueblo de Venezuela?