Ni tan unida
El cogollo que está mandando de hecho lo conforman Primero Justicia y Voluntad Popular, algo que puede sorprender a muchos por la disputa que vienen manteniendo desde hace varios años
Sebastían Boccanegra
La impresión que da hacia la calle es que la unidad de quienes integran la Mesa de la Unidad Democrática está fortalecida. Los dirigentes con sus declaraciones también trasmiten que lo que prevalece es la unión. Alguno de ellos le agradeció al Tribunal Supremo de Justicia haber tomado la inconstitucional decisión de anular a la Asamblea Nacional, pues a raíz de ella se habían compuesto las cosas dentro de la entente opositora. Sin embargo nos dicen que las cosas no pintan tan bien como parece.
Que siguen sin realizarse reuniones entre todos los factores que la componen. Que el cogollo que antes decidía todo, compuesto por cuatro partidos, se ha reducido a dos y que en varias ocasiones el resto de los partidos y sus dirigentes se enteran de las acciones que van a ser tomadas luego que son anunciadas. Eso ocurrió por lo menos luego del plantón del pasado lunes cuando Miguel Pizarro anunció una nueva manifestación para el día miércoles. Dirigentes de Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática, La Causa R, Avanzada Progresista, Vente y Alianza Bravo Pueblo no habían sido consultados sobre esa nueva movilización y por lo tanto los agarraron fuera de base.
El cogollo que está mandando de hecho lo conforman Primero Justicia y Voluntad Popular, algo que puede sorprender a muchos por la disputa que vienen manteniendo desde hace varios años. Esto de tomar decisiones sin haberlas discutido es algo que viene produciéndose desde hace más de un año, lo que es inconveniente, pues el mensaje que envía contradice la prédica que habla de la necesidad de lograr amplios consensos para poder acordar las medidas que se requieren para salir de la grave crisis que vive el país.
Si se quieren lograr consensos tiene que participar la mayor cantidad de gente posible.
Esperemos que la MUD se institucionalice, que el llamado G9 comience a funcionar de manera regular y que todas las iniciativas políticas que se toman sean producto de una ponderada discusión.Es la hora de las grandes jugadas. Los errores se pueden pagar muy caro.
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