Nicolás está molesto y los venezolanos también, pero con él, por Ángel Monagas
Twitter e Instagram: @AngelMonagas
Caiga Quien Caiga
La máxima autoridad del régimen venezolano, recientemente expresó que estaba molestó por el «oro venezolano» retenido en Inglaterra y por el avión retenido en Argentina y la detención de los pilotos.
Ambos hechos son producto de decisiones judiciales, en países donde existe la separación de poder y la autonomía de cada ente para decidir.
Como en Venezuela, el poder judicial se ha transformado en el bufete del «madurismo» antes chavismo, él y el número dos, Diosdado, piensan así y reflejan su molestia.
«El ladrón juzga por su condición» dice un refrán popular.
Señalaron que harán todo lo posible, no especificaron, para rescatar ambos bienes y para liberar a los pilotos detenidos.
Varias veces Nicolás señaló que estaba «ar…» (molesto).
Diosdado menos expresivo también antes manifestó igual sentimiento.
De hecho, realizaron una «escuálida» marcha (utilizando su propio lenguaje), con tomas de cámara frontales y lejanas. No permitieron el vuelo de «drones» supuestamente por lo del presunto atentado contra Maduro, cuando en realidad lo que no querían es que se vieran los profundos y amplios vacíos, de quienes tienen el 90% del país en contra.
Quién no está molesto en Venezuela
La mayoría de la gente está más que molesta. Es indignación. Impotencia. Rabia y pare usted de contar.
Molestos Nicolás están los trabajadores públicos, los maestros, profesores universitarios, médicos, jubilados y pensionados, entre otros, cuando les toca cobrar la “quincena”.
¿Puede un profesional, un trabajador público, incluido el sector petrolero, comer tres veces al día, su familia y él mismo?
¿Adquirir una vivienda o pagar un alquiler de una casa, un apartamento, en una buena zona?
¿Tener un vehículo y después tener para mantenerlo?
¿Puede tener un buen seguro de hospitalización, en dólares que es como cobran las clínicas?
Ni hablar de hacer turismo.
De disfrutar de agua potable, de electricidad, de internet. Esto es un lujo.
Imposible.
*Lea también: Un error esencial, por Fernando Luis Egaña
Molestos y ¿con quién?
Nicolás, tú y Diosdado, están molestos con el «imperio» (aunque como les gusta a los chavistas venirse a Estados Unidos, España, Inglaterra, etc.) porque no les regresan el oro, el avión y los detenidos.
Los venezolanos están molestos con ustedes.
La «Venezuela que mejora» según la campaña mediática que ha desplegado el gobierno madurista, es una fantasía numérica, macroeconómica.
Un espejismo inexistente en lo tangible.
Nicolás, Diosdado, acudan a la emergencia de un hospital público. Eso sí, no avisen de su presencia.
Asistan a una escuela pública.
Mira cómo se bañan en las aguas servidas del Río Guaire, una población desasistida de los elementales servicios.
Intenten vivir una semana al menos, con el sueldo de un educador, de un trabajador público en cualquier barrio o sector popular de Venezuela, para que comprendan la rabia, la «a…» de los venezolanos en contra de ustedes.
Hablen con los diabéticos, hipertensos, los que necesitan diálisis y no tienen como adquirir las medicinas o ser atendidos en una institución pública.
Molestia ante las invasiones comandadas por figuras amparadas por la «revolución».
Ustedes quieren que regresen los capitales a un país donde el derecho de propiedad es vulnerado constantemente.
¿Si el país está bien y mejorando, por qué todos los días emigran miles de personas intentando llegar a Estados Unidos, a Chile, a Perú…?
Esos «molestos» no les preocupa perder la vida…prefieren morir en el intento que quedarse en una nación donde estar vivo es turismo de aventura.
La decepción acompaña.
Si el oro cae en manos de ustedes, sucederá lo mismo que estos 23 años…
Si cae en manos del gobierno de «internet» o «interinato» es lo mismo…
¿Qué hacer?
Nadie sabe…
La molestia suya es muy mínima comparada con la del pueblo…incluida la clase media…
Molestos los familiares de presos políticos injustamente detenidos
Nosotros estamos molestos y queremos que ustedes nos regresen la Venezuela que perdimos, donde ciertamente había problemas, sin embargo, podíamos vivir, soñar, disfrutar, de nuestros sueldos. Unos mejor, otros peor, aunque todos teníamos la esperanza de mejorar.
Ustedes acabaron hasta con las loterías…muchos soñaban con ganarlo. Hoy aún ganar cualquiera de esas loterías es insuficiente, pues las bandas delincuenciales al tener conocimiento te secuestran, te cobran vacuna y es que en Venezuela como aquella vieja novela mexicana donde trabajó Verónica Castro, «Los ricos también lloran».
Venezuela no tenía cultura migratoria, ahora es normal en todas las familias. Es difícil encontrar alguna que no se haya aislado, hijos, por un lado, padres por el otro, etcétera.
Dios nos libre de caer presos. El que no cuente con recursos suficientes debe prepararse para caer en las garras de los pranes. Desde servirlo, atenderlo, incluso hasta complacerlo en apetencias sexuales. Terrible.
La molestia quizá se acabe, cuando haya justicia para aquellos que han contribuido a nuestro deterioro.
Twitter, Instagram, como @Angelmonagas
Escucha nuestro Podcast Caiga quien Caiga Por spotify