Nixon Leal ante la OEA: En la Dgcim me decían que ahí no valían los derechos humanos
Expertos de la OEA aseguraron que en Venezuela se siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad y que no se rinden cuentas; por lo que se exige a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) examine los delitos cometidos en Venezuela para avanzar en investigaciones contra quienes ejecutan estos crímenes para que se emitan órdenes de captura
Víctimas directas e indirectas de crímenes de lesa humanidad en Venezuela acudieron este viernes 3 de mayo a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) para denunciar sus casos y exigir justicia a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI).
Nixon Leal se autodefine como «sobreviviente de la tortura en Venezuela». Contó que se volvió activista político porque participó en las protestas antigubernamentales de 2014 y 2017 y que fue prisionero en cinco oportunidades en la Guardia Nacional, en la Policía Nacional Bolivariana, en Servicio Bolivariano Nacional de Inteligencia Nacional (Sebin), Policaracas y en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), «donde conocí lo más crudo de la tortura», y después estuvo en Ramo Verde, cárcel militar, ubicada en Los Teques.
Nixon Leal afirmó que cuando era torturado en la Dgcim le «decían que era mejor que hablara por aquí no valen los derechos humanos, aquí no vas a leer ni la biblia, bienvenido al infierno; eso me decían cada vez que me enviaban a un calabozo llamado ‘el cuarto de los locos'». Indicó que allí lo llevaba el primer teniente Saúl Méndez y dijo allí se le rociaba insecticida y gases lacrimógenos en nariz y boca.
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Leal aseguró que fue presentado en tribunales militares, pese a ser civil por «delitos que no cometí. Me acusaron de terrorismo y traición a la patria. Se me sembraron armas y no se me respetó el debido proceso».
Nixon Leal dijo que Tareck El Aissami, actualmente preso por corrupción y vicepresidente en ese entonces, lo acusó de ser «terrorista peligroso y jefe de una célula insurgente armada. Fui víctima de desaparición forzada».
Recuerdó que uno de los funcionarios de la Dgcim estaba identificado como Daniel Sosa y detalló que allí lo torturaron por varios días: «Me esposaron con las manos hacia atrás y me dieron golpes en el estómago hasta sacarme el aire, me ahorcaban por lapos de tiempo». Añadió que le dieron golpes en la cara por no responder a lo que ellos preguntaban.
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Leal afirmó que quiso suicidarse con el suéter que llevaba puesto con los barrotes de la celda. Después de haber sido excarcelado estuvo en la clandestinidad, hasta que él su sus familiares decidieron huir del país tras las constantes amenazas. Llegó a Estados Unidos por la selva del Darién y reside en esta país como refugiado político, esperando que se haga justicia en todos los casos.
El Panel de Expertos Internacionales Independientes, perteneciente a la Organización de los Estados Americanos (OEA), presentó este viernes 3 de mayo su tercer informe sobre víctimas de crímenes de lesa humanidad en Venezuela, en el que aseguran que en el país se siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad y que no se rinden cuentas; por lo que se exige a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) examine los delitos cometidos en Venezuela para avanzar en investigaciones contra quienes ejecutan estos crímenes para que se emitan órdenes de captura.
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